Salir de Bogotá para rumbear no tiene que ser sinónimo de ir a Melgar. A una o dos horas de la capital hay otros destinos donde la noche se prende con música, tragos fríos y un ambiente más relajado que el del centro de la ciudad. Son lugares donde la gente se reúne a bailar sin tanto afán, donde los bares no están llenos de turistas y la fiesta se siente más auténtica; perfectos pueblos para rumbear.
Villeta, Cundinamarca
Este lugar se ha convertido en el escape favorito de muchos jóvenes bogotanos que buscan calor, piscina y rumba. Al caer la tarde, las calles del centro empiezan a sonar con parlantes, vallenatos, reguetón y salsa. En sitios como Club Ibiza, las luces se encienden desde las seis y la música no para hasta las 3 de la mañana.
@ibizavilleta ♬ sonido original - Ibiza discoteca club villeta
Los fines de semana se suman bares pequeños y terrazas con promociones y música en vivo. El ambiente es fiestero pero tranquilo, sin el caos de las zonas rosadas de Bogotá. El único consejo es asegurarse de tener transporte para el regreso o asegurarse de contar con hospedaje.
Chía, Cundinamarca
Un poco más cerca, Chía sigue siendo el plan clásico para quienes no quieren alejarse tanto de la ciudad. Su zona de rumba crece alrededor de la variante y la vía principal, donde se mezclan discotecas con bares elegantes y otros más relajados.
En sitios como La Milagrosa Show Bar, The Club Colombia y entre otros, la rumba puede alargarse hasta las cinco de la mañana, dependiendo del evento y el día. También estan las terrazas y pequeños bares que rodean el centro que se suman a la fiesta. Chía combina lo mejor de los dos mundos: la rumba sabanera y la comodidad de estar a solo media hora de Bogotá. Es la opción ideal si no quiere dormir fuera y prefiere regresar en taxi o con conductor designado.
Zipaquirá, Cundinamarca
Más conocida por la Catedral de Sal, también guarda una vida nocturna que pocos imaginan. En sus alrededores hay bares con música crossover, discotecas como Dubái Zipaquirá, Euforia Discoteca y lugares con presentaciones en vivo. Los fines de semana el centro histórico se llena de luces, risas y parejas bailando.
Aunque algunas zonas tienen regulación de horarios, los bares principales mantienen la fiesta hasta las 5 de la mañana y otros pasada la medianoche. Es un plan más tranquilo, perfecto para combinar una noche de tragos y buena compañía.
Así que, si está buscando una rumba diferente, vale la pena mirar más allá de Melgar. Villeta, Chía y Zipaquirá ofrecen tres formas distintas de escapar del ruido de la capital sin perder la fiesta. En cada una hay música, ambiente y ese toque local que hace que la noche se sienta más cercana.
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