Colombia tiene playas tan famosas que en temporada de vacaciones y descanso es imposible disfrutarlas en su totalidad por ser las más visitadas. Sin embargo, también es un país lleno de lugares mágicos que pocos han descubierto pero que guardan paisajes sorprendentes y son perfectos para el turismo. Playas escondidas donde se puede caminar sin esquivar carpas, parlantes o vendedores. Aquí le contamos sobre las cinco poco visitadas en Colombia, perfectas para quienes buscan silencio, naturaleza y un respiro de verdad.
1. Playa Punta Brava, Isla Grande
Punta Brava, en Isla Grande, es una de esas playas del Rosario donde el mar se vuelve transparente y el ambiente sigue siendo tranquilo a pesar que queda cerca a Cartagena. Para llegar se puede tomar una lancha desde el Muelle de la Bodeguita, el trayecto dura menos de una.
El plan en esta playa es simple y perfecto, pues sus aguas son tranquilas por lo que se puede nadar libremente, dentro de las actividades estan hacer snorkel en los corales cercanos y caminar por los senderos en la vegetación. También puede probar mariscos frescos en los restaurantes locales o quedarse a ver el hermoso atardecer.
Punta Brava es ideal para quienes buscan una playa hermosa, natural y sin el bullicio de las zonas más concurridas del archipiélago. Un rincón del Rosario que se siente en calma.

2. Playas de Necoclí en Antioquia
A varias horas por carretera desde Medellín, este municipio recibe a los viajeros con casi 100 kilómetros de playas tranquilas, clima cálido todo el año y su deliciosa comida que combina frutos del mar, plátano y banano en recetas tradicionales.
Entre sus playas más visitadas están El Pescador, ideal para ver hermosos atardeceres. El Turista, perfecta para disfrutar de la música y ambiente frente al mar y El Totumo, Playa Linda y Cañaflechal, rodeadas de vegetación. En la vereda Lechugal se encuentra la playa Bobalito, un sitio especial por la llegada anual de tortugas marinas que anidan desde el mes de marzo. La comunidad organizada en Acaetur acompaña recorridos de conservación y experiencias para conocer de cerca este proceso natural.
Con su ambiente relajado, la hospitalidad de su gente y la mezcla cultural que lo caracteriza, Necoclí es un lugar para descansar, explorar y conectar con la vida del Caribe antioqueño.

3. Playa Cinto, Santa Marta
En pleno Tayrona, pero lejos del bullicio, está Playa Cinto, una piscina natural gigante rodeada de manglares y arrecifes. Llegar toma unos 30 minutos en lancha desde Taganga o saliendo desde Neguanje.
El plan aquí es sencillo y tranquilo, pues puede descansar en la arena, hacer careteo o buceo entre corales, comer pescado fresco preparado por la gente local y también conocer un poco sobre las mujeres tejedoras que viven en la zona. Todo sin filas ni multitudes.
Quienes quieran quedarse pueden dormir en hamacas, pero es clave llegar preparados, pues la playa de Cinto no tiene tiendas ni servicios cerca, sin embargo, esa misma desconexión es lo que lo hace tan especial.

Estas tres playas son prueba de que Colombia aún guarda zonas tranquilas para quienes prefieren naturaleza y calma antes que multitudes. Destinos que vale la pena conocer antes de que se vuelvan populares.
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