Parece que en Antioquia la magia es tan real que cada rincón del departamento guarda un encanto particular. No hay copias: cada municipio resalta por su arquitectura, sus paisajes, los planes que ofrece a los turistas y, sobre todo, por la historia que lo acompaña. Entre tanta belleza se encuentra Sabanalarga, un histórico pueblito de Antioquia donde los años parecen no pasar y el tiempo avanza a un ritmo distinto. Un lugar pausado, tranquilo y acogedor.
El camino que conduce a Sabanalarga, antiguo pueblito de Antioquia
Si parte desde Medellín, el trayecto hasta Sabanalarga es de unas tres horas y media. Son aproximadamente 116 kilómetros por recorrer, tomando la vía que conduce a San Jerónimo, continuando por Sopetrán, luego Liborina y, finalmente, llegando al municipio. Cuando lo llamamos “pueblito” no solo nos referimos a lo acogedor que resulta, sino también a lo pequeño y sereno de su territorio.
Ahora bien, si la visita se inicia desde Bogotá, la travesía es distinta. Son más de 500 kilómetros y unas 12 horas en carretera. La ruta es la misma que conduce hasta Medellín, pero al llegar habrá que atravesar parte de la ciudad para tomar el camino hacia San Jerónimo y luego seguir el mismo recorrido hacia Sabanalarga.
Historia y naturaleza en un mismo lugar
Aunque pequeño, este rincón del departamento tiene una rica historia. Fue fundado en 1619 —y consolidado tras una segunda fundación en 1641—. En tiempos de la Colonia, fue clave por el Camino del Espíritu Santo, la ruta que comunicaba el comercio entre Colombia y España.
Pero Sabanalarga no solo ofrece pasado: la naturaleza también se roba el protagonismo. El pueblo está rodeado de montañas que lo enmarcan con un paisaje imponente y pintoresco. Entre sus atractivos más especiales están el mirador de la Virgen María Auxiliadora y el cerro La Cruz, perfectos para quienes buscan panorámicas únicas.
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Los amantes de la aventura pueden explorar las cascadas de Niquía o refrescarse en el balneario Cacique Mesta. Y quienes prefieran un plan cultural, podrán recorrer la Casa de la Cultura de Sabanalarga y la Iglesia Parroquial San Pedro, joya arquitectónica que se levanta en el corazón del pueblo.

Con uno o dos días basta para descubrir los encantos de Sabanalarga y dejarse atrapar por la magia de este histórico pueblito de Antioquia. Un destino que guarda la tranquilidad de lo simple y la grandeza de lo auténtico.
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