Cuando el alcalde Federico Gutiérrez se enteró de que a Timothy Allan Livingston lo habían encontrado con dos niñas de 12 y 13 años en el hotel Gotham, en el Poblado, el gringo ya estaba montado en un avión rumbo a Estados Unidos. Desde ese momento dar con su paradero y traerlo al país se le convirtió en una obsesión. Y está dando frutos.
El caso de Timothy Allan fue la gota que rebosó la copa. Fue el momento que le cambió prioridades al indignado Federico Gutiérrez, al menos en los primeros meses de su gobierno. Su primera actuación para no dejar el caso a la deriva fue encender las alarmas en el país y en Estados Unidos, a donde huyó el gringo después de que fuera detenido provisionalmente por 12 horas luego de que la llamada de un anónimo alertara a la policía sobre la presencia de un hombre dentro de una habitación de hotel con dos niñas que no tendrían más de 14 años.
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Gutiérrez enfiló sus herramientas como alcalde para atacar la fiesta sexual con menores de edad en Medellín. El alcalde sabía que haciendo ruido los ojos se posarían sobre la ciudad y el turismo sexual con menores. Así lo hizo. Logró no solo que los medios nacionales se pusieron encima de lo que pasó adentro de la habitación número 5 del hotel Gothan, en el Poblado. La prensa extranjera registró también lo ocurrido y le puso el ojo a Medellín.
Después hacer ruido con el caso de Timothy Allan, el alcalde Gutiérrez sacó dos decretos con los que buscaba reducir la presencia de prostitutas y vendedores de prostitución en los alrededores del parque Lleras, también en el Poblado, un lugar tradicional de la ciudad antioqueña donde ante los ojos de policías, comerciantes y transeúntes se negocia el sexo con mujeres, niñas y niños. Los clientes pagan desde $200 mil en adelante. La gran mayoría son extranjeros.
Los decretos que firmó Gutiérrez
Seis meses sin prostitución en el parque Lleras y el cierre de bares y discotecas del sector a la 1 de la mañana fueron las medidas con las que Federico Gutiérrez pretende reducir la oferta y demanda de sexo callejero este popular sector de Medellín. Pero no se quedó solo con sus movidas. Logró usar el caso de Timothy para indignar a todo un país y además presionó para que los investigadores y fiscales y jueces se moverían con celeridad. Tenían encima la presión que se volvió internacional.
No pasaron más de cinco días y la Fiscalía presentó acusación formal contra el norteamericano. Lo acusaron de los delitos de acto sexual con menor de 14 años y explotación sexual comercial con menor de 18 años. El juez también actuó. Se emitió una orden de captura. También la Interpol ordenó buscarlo en Estados Unidos con una circular azul que tiene el objetivo de conseguir más información sobre él.
Lo siguiente que hizo Federico Gutiérrez fue buscar al embajador de Estados Unidos en Colombia Francisco Palmieri para plantearle el problema. Sí quería respuestas verdaderas también se tenía que hacer presión por ese lado. Un equipo de expertos investigadores norteamericanos llegó al país un par de días después. Tenían la tarea de recoger pruebas en contra de Timothy Allan Livingston. Aunque Estados Unidos no tiene tratado con extradición con Colombia, las cortes norteamericanas no tardaron en iniciar un proceso contra el abusador de las niñas en Medellín. Los dos países están buscando cómo aquel aberrante cado no quede sin castigo. Esa es la prioridad que Fico Gutiérrez se trazó. Es el caso que al menos en los primeros meses de gobierno le cambió la hoja de ruta a la alcaldía de Federico Gutiérrez, quien dejó a un lado la pelea contra la administración de Daniel Quintero para enfrascarse en una nueva contra la prostitución de niños y niñas, que dejó volvió a poner en la agenda pública las redes de prostitución que estarían detrás del negocio de ofrecer y ponerle en las manos niños y niñas a violadores extranjeros.
Stefan Andrés Correa y la red de prostitución infantil
La búsqueda de información sobre Timothy Allan, sumada a la denuncia de una menor de edad antioqueña llevó a la captura de Stefan Andrés Correa, un ecuatoriano-estadounidense que tiene desde 2022 el record de 45 ingresos al país, al parecer para abusar a sus anchas de niñas menores de edad en la capital paisa. Correa fue detenido en el aeropuerto de Miami cuando iba camino a abordar un vuelo hacia Bogotá.
La versión de una niña, abusada por él logró el arranque de la investigación. Según la acusación contra Correa, es sus celulares se encontraron videos en los que mantiene sexo con niñas que no tendrían más de 14 años y 10. La investigación también demostró que él constantemente consignaba dinero a una cuenta bancaria, que las autoridades creen se trata de la red que le conseguía las menores de edad, a quién el ecuatoriano compraba los abusos con dinero en efectivo y las promesas de celulares nuevos.
Federico Gutiérrez ha dicho —y lo está cumpliendo— que no descansará hasta ver en la cárcel a Timothy Allan Livingston, quien se convirtió en referente de un delito que el alcalde quiere desaparecer de la ciudad. Mientras las investigaciones están avanzando y los fiscales de Estados Unidos y Colombia buscan como capturarlo, hoy el gringo sigue tranquilo en las calles de Ohio, donde vive actualmente, pero tiene un alcalde paisa indignado que le está respirando en la espalda y que logró poner el turismo sexual de niños y niñas en el interés de todos.