El regreso de Shakira a los escenarios colombianos tuvo un matiz inesperado. En el Vive Claro Arena de Bogotá, ante más de 46 mil asistentes, la artista barranquillera ofreció el 1 de noviembre un concierto cargado de energía, memoria y símbolos.
Pero el momento más comentado de la noche no ocurrió en el escenario, sino entre el público: dos hombres de su pasado sentimental, Antonio de la Rúa y Gustavo Gordillo, coincidieron entre los asistentes.
El hecho, confirmado por publicaciones de revistas y usuarios en redes, despertó curiosidad no solo por la coincidencia sino por lo que representa. De la Rúa y Gordillo pertenecen a etapas distintas de la vida de la cantante: el primero, hijo del expresidente argentino Fernando de la Rúa, fue su pareja durante más de una década, etapa en la que Shakira consolidó su proyección internacional.
El segundo, Gustavo Gordillo, músico y exintegrante del grupo Poligamia, compartió con ella los años formativos del disco Pies descalzos, cuando la joven de Barranquilla comenzaba a perfilarse como la gran figura del pop latino.
Durante la velada, Shakira interpretó “La Pared” junto a la Filarmónica de Mujeres, una canción que, según los conocedores de su historia musical, fue escrita en tiempos de su relación con De la Rúa. Algunos asistentes aseguraron que el argentino estuvo presente y escuchó el tema en silencio.
Por su parte, Gordillo sí compartió imágenes en sus redes sociales y elogió la puesta en escena de la barranquillera: “demasiado arte en un evento tan emotivo. Siento orgullo por haber sido testigo de tu crecimiento”, escribió el músico.
Más allá del rumor y la nostalgia, la coincidencia de ambos exnovios en el concierto muestra algo más profundo: el poder conciliador del arte y la madurez de una artista que ha aprendido a convertir su pasado en parte de su espectáculo.
Shakira volvió a su país como quien mira atrás sin rencor, con la serenidad de quien entiende que, incluso entre los viejos amores, todavía hay espacio para la gratitud.
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