El 28 de diciembre de 2018, casi como una inocentada de fin de año, el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), en la primera alcaldía de Enrique Peñalosa, firmó el contrato 1550 con el Consorcio San Patricio para construir la Avenida El Rincón, entre la Avenida Boyacá y la Carrera 91, en la intersección de la calle 127, en Suba. Lo que debía ser una obra relativamente sencilla, con un plazo de 26 meses y un presupuesto inicial de $150.000 millones, terminó convirtiéndose en un proyecto que se extendió seis años, duplicó sus costos y arrastró 23 modificaciones contractuales antes de llegar a su fin.

El Consorcio, representado por José María Pérez Lasheras e integrado por Torres Cámara y Compañía de Obras S.A., Infercal S.A.S. y Construcciones Colombianas OLH S.A.S., fue creado exclusivamente para ejecutar este proyecto. Sin embargo, desde el inicio enfrentó problemas técnicos, ajustes de diseños, inconvenientes con redes de servicios públicos, temas ambientales y trámites que obligaron a prórroga tras prórroga. En total, hubo 11 extensiones de plazo y 9 adiciones de presupuesto, que elevaron el costo final a $281.000 millones.
A eso se sumaron solicitudes recientes: cuando la obra ya estaba en un 95% de avance, el contratista pidió al IDU una nueva adición por cerca de $500 millones para ensayos de laboratorio y otra de $70 millones para el monitoreo de riesgos arqueológicos, ambas aprobadas. Solo en sobrecostos, el IDU terminó asumiendo más de $124.000 millones adicionales frente al plan original.

La vía, financiada con recursos de valorización aprobados por el Acuerdo 523 de 2013, finalmente fue entregada este jueves a la comunidad de Suba por el alcalde Carlos Fernando Galán y el director del IDU, Orlando Molano. Galán recibió el proyecto en enero de 2024 con apenas un 65% de avance y múltiples problemas heredados, pero aseguró que la puesta en funcionamiento del corredor “saldaba una deuda histórica con el noroccidente de Bogotá”.
La nueva Avenida El Rincón cuenta con 2,35 kilómetros de longitud, 2,1 kilómetros de cicloruta, más de 54.700 metros cuadrados de espacio público y un gimnasio al aire libre con 35 máquinas. Según cálculos del Distrito, beneficiará a más de 1,2 millones de habitantes de la localidad, con una circulación diaria estimada de 5.500 vehículos.

Sin embargo, no todo quedó resuelto. Los diseños originales nunca incluyeron un puente peatonal o bicipeatonal sobre la Avenida Boyacá con calle 127, un punto crítico para la movilidad segura. Molano confirmó que ya trabajan en la etapa de factibilidad para contratar la obra en 2025, con el objetivo de ofrecer un cruce seguro para peatones y ciclistas en uno de los tramos más concurridos del norte de Bogotá.
Tras años de demoras, recursos adicionales y ajustes, la Avenida El Rincón finalmente quedó lista. Ahora queda pendiente que el próximo puente termine de cerrar el ciclo de una obra que, por fin, empieza a cumplirle a Suba.
Anuncios.
Anuncios.


