Cartagena lleva años acostumbrada a que lleguen propuestas gastronómicas con promesas rimbombantes y temporadas cortas. Por eso, cuando un restaurante logra quedarse, entender el ritmo de la ciudad y empezar a expandirse, la historia deja de ser anecdótica y empieza a decir algo más profundo sobre cómo se transforma la escena local. Eso es lo que ocurrió con Viva La Vida, la apuesta con la que el Grupo Seratta desembarcó en La Heroica a finales de 2024 y que hoy sirve de punto de partida para una expansión más ambiciosa.
Ubicado frente a la bahía y la Ciudad Amurallada, Viva La Vida se convirtió en un punto de encuentro que logró algo difícil en Cartagena: atraer tanto a locales como a viajeros internacionales sin perder identidad. A más de un año de su apertura, el restaurante no solo se mantiene vigente, sino que se consolidó como uno de los lugares más frecuentados de la ciudad, especialmente en temporadas altas.
Una expansión que lee el pulso de la ciudad
Sobre esa base, el Grupo Seratta decidió sumar dos nuevas experiencias que llegarán justo en el momento más intenso del calendario turístico: Frenessi Cartagena y Seratta Pop Up, ambas con apertura desde el 27 de diciembre. No se trata de una llegada improvisada. Según su fundador y chef creativo, Jairo Palacios Ospina, el proceso implicó primero entender la ciudad, su energía y su manera de celebrar, antes de seguir construyendo nuevas propuestas.
Frenessi abrirá el 28 de diciembre como una evolución del concepto que el grupo ya opera en Bogotá y Buenos Aires. Más que un restaurante, plantea una experiencia inmersiva que combina cocina contemporánea, tecnología interactiva, música y diseño. El recorrido se divide en diez mundos sensoriales que convierten la cena en un relato, una puesta en escena pensada para un público que busca algo más que sentarse a comer.
En paralelo, Seratta Pop Up funcionará desde el 27 de diciembre en la Explanada San Francisco del Centro de Convenciones Cartagena de Indias. Esta versión temporal del concepto original está diseñada exclusivamente para la temporada de vacaciones y tendrá su punto más alto el 31 de diciembre, con una celebración de fin de año que incluye música en vivo, shows y una ubicación estratégica para ver los fuegos artificiales sobre la ciudad.
Viva La Vida, por su parte, también será protagonista del cierre de año. Desde las seis de la tarde del 31 de diciembre, el restaurante realizará su tradicional Cena de San Silvestre, con programación musical y espectáculos en vivo, reforzando su papel como uno de los escenarios más buscados para recibir el año nuevo en Cartagena.
Más allá de las aperturas, lo que deja ver este movimiento es una apuesta por construir experiencias que dialoguen con la ciudad y no solo con la temporada. En Cartagena, donde todo pasa rápido, quedarse también es una forma de decir algo.
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