Hace cuarenta y dos años cuando Colombia entró en el radar de los japoneses de Suzuki como un mercado estratégico al que había que apuntar, no se creyó que la puerta de entrada iba a ser Pereira, en el eje cafetero. Y así fue. En 1982 compraron la ensambladora Gemela Ltda. y empezaron a producir motocicletas en el país. Fue una verdadera revolución tecnológica que cuatro décadas después colocó a Suzuki como la empresa más grande del departamento.

Desde hace 3 años, la cabeza de la operación de esta gran fábrica es Juan José Orozco, quien reportó ventas por $118 billones. Superó en el sector automotor a grandes jugadores del sector automotor, como el Grupo Uma que representa la marca india Bajaj y entre todos los negocios a compañías tradicionales y raizales en el eje cafetero como como Frisby fundada por Alfredo Hoyos Mazuera y su esposa Liliana Restrepo, y Casa Luker aún controlada por la familia Restrepo.
A Tokio, en Japón donde está la casa matriz llegaron las ganancias que alcanzaron los más de $145 mil millones. En la misma capital nació Suzuki en 1909. El nombre Susuki estaba asociado a la reconocimiento global.

Fundada en 1909, la compañía comenzó su historia en un sector completamente distinto: la fabricación de telares para la industria textil. Sin embargo, tras la Segunda Guerra Mundial, la empresa encontró en el sector del transporte una nueva oportunidad y, en 1952, lanzó su primera bicicleta motorizada. A partir de ahí, amplió rápidamente su portafolio a motocicletas y vehículos, comenzando una expansión internacional que la llevaría a aterrizar, décadas más tarde, en Colombia.
El camino de Suzuki para convertirse en una de las marcas más vendidas en Colombia
Con la adquisición de la planta en Pereira, Suzuki inició en Colombia el ensamblaje de la icónica GN125, una motocicleta que había sido lanzada en Japón en 1981 y que pronto se convertiría también en un símbolo para el mercado colombiano. Este modelo, conocido por su resistencia, economía y facilidad de mantenimiento, fue clave en la consolidación de la marca, especialmente entre trabajadores, estudiantes y pequeños empresarios.

En 1997, la compañía decidió ampliar su portafolio en el país, incluyendo la producción de motores fuera de borda, y comenzó a fortalecer su presencia comercial en diferentes regiones. Ya en la primera década de los años 2000, Suzuki vivió uno de sus momentos más importantes: en 2007 alcanzó un récord de 85.554 unidades vendidas en Colombia, una cifra histórica que la consolidó como una de las marcas favoritas de los colombianos.
Este crecimiento trajo consigo nuevas inversiones. A finales de esa misma década, la planta de Pereira llegó a producir cerca de 80.000 motocicletas al año y su nómina superaba los 550 empleados directos. El impacto económico de Suzuki en Risaralda ya era evidente, no solo por las cifras de producción, sino por su aporte al empleo, al desarrollo industrial y a la cadena de proveedores en la región.

Aunque su principal fortaleza seguía siendo las motocicletas, la marca también decidió incursionar en el mercado de vehículos en el país. En 2012, representada por Derco (hoy Inchcape), Suzuki lanzó modelos como el New Swift, el Grand Vitara, el SX4 y el Jimny, abriendo 18 concesionarios en 13 ciudades. A pesar de esta diversificación, la división de motos continuó siendo el verdadero pilar de la compañía en Colombia.
La consolidación de la marca japonesa en Colombia
Para 2018, la empresa ya se ubicaba entre las marcas más destacadas del mercado nacional. Su crecimiento sostenido la llevó, en 2020, a implementar una nueva célula de producción de cuatro puestos de trabajo, acompañada de una segunda línea de ensamblaje, con el objetivo de responder a una demanda cada vez mayor. Ese mismo año, Suzuki Motor de Colombia logró entrar en el top 10 de las empresas más relevantes del Eje Cafetero.
En 2024, la marca alcanzó otro hito: se posicionó como la cuarta más vendida del país, con 124.405 unidades comercializadas y una participación del 15,25 % del mercado nacional. Este logró terminó por consolidarla como la compañía de mayores ingresos en Risaralda, departamento que sigue siendo su centro de operaciones y en donde permanece su planta de ensamblaje.

Desde Pereira, hoy Suzuki no solo abastece el mercado colombiano, sino que también exporta motocicletas a países como Perú, Bolivia, Chile, Ecuador, El Salvador y Venezuela, convirtiendo a la capital risaraldense en un punto clave dentro de su mapa de producción en América Latina.
Parte de este éxito reciente se atribuye al liderazgo de Juan José Orozco, quien asumió la presidencia de la compañía en 2023. Bajo su dirección, en 2025 la empresa alcanzó la histórica cifra de dos millones de motocicletas fabricadas en Colombia desde el inicio de sus operaciones.
Paralelamente, la planta en Pereira ha entrado en un proceso de modernización tecnológica que le ha permitido ampliar su portafolio hasta 14 modelos, entre los que se mantienen leyendas como la GN125 y nuevas favoritas del mercado como la Gixxer, modelos que continúan rodando por las calles de Colombia y de varios países de la región, reafirmando el papel de Suzuki como una potencia industrial nacida, en Colombia, desde el corazón del Eje Cafetero.
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