El exgobernador de Santander Richard Aguilar, recorrió durante tres meses 20 de los 32 departamentos del país y dice que, después de conocer sus problemas de primera mano, se siente habilitado para buscar en las próximas elecciones una curul en el Senado de la República.
Su plataforma de lanzamiento ha sido un libro que, bajo el título El foso de los Leones, acaba de publicarle el sello editorial Intermedio. En algunos de los pasajes el autor dice que le duele ver cómo los grupos armados ilegales “cortan más cintas”, es decir, inauguran más obras del Estado en aquellas regiones remotas y marginadas a las que no llega la mano selectiva del centralismo.
Trochas, pequeños carreteables y algunos servicios básicos dependen de los irregulares que copan territorios enteros en medio de la debilidad institucional y de la ausencia de agencias oficiales que le construyan las obras de infraestructura social que necesitan.
La investigación de la Corte contra Aguilar
El planteamiento de Aguilar contrasta su situación en la Corte Suprema de Justicia que lo investiga precisamente por presuntas acciones y omisiones que llevaron al siniestro, durante su gestión como gobernador, de un proyecto denominado Corredor Agroforestal al que fueron destinados $180.000 millones. Se trataba de un gigantesco proyecto vial que conectaría a tres provincias del departamento para dinamizar su producción agroindustrial y para buscarle salidas a los frutos del trabajo campesino hacia los grandes mercados.
Fue detenido el 21 de julio del 2021 por orden de la Corte Suprema de Justicia por su presunta responsabilidad en una red de contratación irregular de megaobras, pero renunció a su curul buscando que el caso pasara la Fiscalía pero la estrategia no le funcionó.
Por estos días el medio digital Metropolitano recuerda una historia según la cual al malogrado proyecto estuvo vinculado un primo de Aguilar que habría recibido jugosos anticipos que sin embargo no operó.
El exgobernador de Santander está libre por vencimiento de términos, pero la investigación continúa en la Corte
Aguilar se encuentra en libertad por vencimiento de términos, pero en la Corte Suprema de Justicia sigue vivo un proceso que investiga la existencia, entre 2012 y 2015, de una empresa criminal que habría manejado contratos a su antojo y distribuido coimas por más de $600.000 millones
El Corredor Agroforestal les cuesta hoy a los santandereanos $180.000 millones, esto es más de $34.000 millones de su valor inicial. De acuerdo con los términos del Contrato Plan.
El contrato quedó a cargo de una promesa de sociedad futura integrada por empresas que han hecho parte de la malla de contratación del grupo Nule y otras firmas que se acogieron a intervención por parte de la Superintendencia de Sociedades.
Cuando proyectó su acusación ante la Corte, la Fiscalía disponía de información según la cual el entonces gobernador habría impartido la orden de dejar el contrato en manos de Aureliano Naranjo, primo del también exgobernador Hugo Aguilar. Su padre.
Hubo incluso maniobras para intentar subsanar, de manera burda, vicios contractuales que dejarían por fuera del negocio al primo segundo del mandatario. El pariente quedó por fuera del negocio, pero no hay claridad sobre el paradero de los recursos comprometidos en el anticipo.
El gobernador actual, general (r.) Juvenal Díaz ya decidió liquidar el contrato y buscar recursos adicionales para reactivar las obras inconclusas. Varios intentos por declarar el incumplimiento han fracasado.
La suerte política del exgobernador y novel escritor seguirá en manos de la Corte.
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