El jefe de Fuerza Ciudadana, exgobernador del Magdalena y exalcalde de Santa Marta, demostró en las elecciones atípicas de este domingo 23 de noviembre que es el gran elector del departamento. Resultó imbatible frente al candidato del Pacto Histórico, Rafael Noya quien contó con el apoyo del alcalde Santa Marta Carlos Pinedo, los dos alfiles políticos del Centro Democrático e incluso sectores empresariales como el Grupo Daabon que en el 2024 se la jugó por el alcalde Pinedo quien ha decepcionado a los electores con un nivel de aceptación no mayor a un 20%.
Noya había llegado a la Asamblea del departamento como primer renglón en una lista cerrada de Fuerza Ciudadana en la que la recién elegida gobernadora iba en el segundo reglón en las elecciones de octubre del 2023 que le dieron la gobernación a Rafael Martínez, el sucesor de Caicedo. Pronto se dio una ruptura que alejó a Noya y el Caicedismo, pero logró ser arropado por el Pacto Histórico.
Todo indicaba que el poder del gobierno nacional con un presidente muy presente en Santa Marta lo llevaría lejos, pero los cálculos fallaron y consiguió 124 mil votos mientras que su contendora, la ganadora Margarita Guerra, la candidata naranja logró cerca de 189 mil votos y el 'mono' Martínez, un outsider que hizo una campaña de mes y medio rozó el 5% en una elección marcada por la abstención, que casi llega al 70%.

El resultado de este domingo confirma que los votos de la izquierda en el Magdalena los tiene Carlos Caicedo, quien irrumpió en la escena política como alcalde en el 2012 y desde entonces se convirtió en la gran fuerza en contraposición a la clase política tradicional que ha derrotado sistemáticamente. Él a su vez fue elegido gobernador en el 2020 con una votación de 345 mil, una caudal que mantuvo su sucesor Rafael Martínez de los cuales Margarita Guerra solo conservó el 60%, pero le dieron para ganar.
La escogida por Caicedo que se creció como candidata
Hasta hace tres años Margarita Guerra era una abogada completamente desconocida. Nacida en Fundación hace 39 años, accedió a la Universidad del Norte en Barranquilla, donde también completó una maestría gracias a un préstamo del Icetex. Madre cabeza de familia, se ganaba la vida como abogada, ejerciendo incluso como defensora de familia en distintos municipios del departamento, hasta que consiguió un cargo de asesora jurídica de la Secretaría de educación departamental cuando Carlos Caicedo era el gobernador.

Pero fue Rafael Martínez quien identificó su potencial profesional y político. Al momento de escoger los posibles diputados de la Asamblea departamental para las elecciones del 2023, propuso su nombre para ocupar el segundo renglón de la lista cerrada, que finalmente obtuvo 60 mil votos. Pero fue el retiro de Rafael Noya de Fuerza Ciudadana la que le abrió el camino para descollar y convertirse en la líder de la coalición de gobierno en la Asamblea del departamento del Magdalena.
Todo pensó Margarita Guerra, que por carambola, una vez el Consejo de Estado confirmó anuló la elección de su jefe Rafael Martínez, iba a terminar de gobernadora para concluir el período. Su gran prueba ahora está en demostrar su talante y la independencia parra gobernar con un motor como es Carlos Caicedo, empujando con la aspiración mayor: suceder a Petro en la Presidencia de Colombia. Un líder político envalentonado al que le suele olvidar que la justicia lo está rondando y cada día lo tiene más cercado.
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