Viajar en cruceros para muchos es un lujo. Son viajes con altos precios y de planes reservados con muchos meses de anticipación. Sin embargo, hay una estrategia que pocos conocen y que al parecer ya ha sido aprovechada por viajeros: conseguir estos viajes con descuentos tan altos que, en algunos casos, llegan al 90%. Lo que parecía inalcanzable para muchos termina convirtiéndose en una posibilidad real gracias a las ofertas de última hora.
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La explicación es bastante lógica. Cuando faltan alrededor de 90 días para la fecha de salida, las navieras revisan la ocupación de sus barcos y si aún tienen varias habitaciones sin vender, es el momento cuando las rebajand de manera drástica para no zarpar con espacios vacíos y así no perder tanto dinero. Prefieren obtener algo de dinero, aunque sea mínimo, antes que perderlo todo. Para los pasajeros, ese es el momento perfecto: los precios caen y un viaje que parecía exclusivo se convierte en un plan accesible.
Una de las cuentas que más ha divulgado esta práctica es Priceitcol, que ya supera los 600 mil seguidores en redes sociales y se dedica a mostrar cómo ahorrar en compras y viajes. Sus recomendaciones suelen incluir la página Vacations to Go, un portal que reúne ofertas de distintas navieras. Allí, en la sección llamada 90 Day Ticker, aparecen diariamente cruceros rebajados entre un 70% y un 90%. La búsqueda se puede ajustar por ciudad de salida, por el destino o incluso por la duración del viaje, lo que facilita encontrar la opción más conveniente.
Estos viajes, que regulamente cuestan miles de dólares, en esos días cercanos al zarpe, terminan disponibles por apenas una fracción del valor inicial. Claro, el truco está en ser flexible. No siempre se encuentra el itinerario soñado o la fecha exacta, pero para quienes pueden acomodarse a lo que aparece, la recompensa es enorme. Muchos viajeros aseguran que gracias a estas ofertas lograron recorrer el Caribe, visitar ciudades europeas o disfrutar del Mediterráneo pagando lo mismo que gastarían en unas vacaciones tradicionales en tierra firme.
Lo mejor es que la experiencia no cambia: las cabinas, las comidas, las piscinas, los espectáculos y las excursiones forman parte del paquete, como en cualquier otro pasajero que pagó el precio completo. La diferencia está en el momento de la compra y en la disposición de esperar a que la oportunidad aparezca.
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