En un potrero sin urbanizar en San Cristóbal se tenía un proyecto de vivienda. En el papel varios capitalinos podrían tener conjuntos de apartamentos bien diseñados y no tan pequeños. En otras palabras, las torres serían un modelo a imitar, al tener parques cerca, no ubicarse en un punto sobrepoblado de la capital, tener oficinas cerca y disponer de áreas verdes. Las entidades del distrito involucradas en la construcción fueron la Empresa de Renovación Urbana de Bogotá, Renobo, director Carlos Felipe Reyes, y la Caja de Vivienda Popular, CVP, director Juan Carlos Fernández.
Para materializar el proyecto se lanzó el Concurso 2.0 de Vivienda, la idea era mitigar el déficit de vivienda de San Cristóbal. Todo quedo consignado en el Convenio Interadministrativo 322 de 2023. Donde se ponían a disposición de los interesados seis predios, tres de Renobo y tres de la Caja de Vivienda Popular.
Los lotes disponibles serían Sosiego, San Blas, Santa Cecilia, Manzana 102, Medialuna y La María. Solo existieron ofertas para el lote la María, propiedad de la Caja de Vivienda Popular. La licitación fue por $ 38.019.685.818 de pesos.
El proyecto de vivienda

El ganador del concurso para el lote La María fue la constructora Akila S.A. director nombrado Carlos Alejandro Olivares Mutis. Un negocio que ha crecido con proyectos en el municipio de Chía y otras poblaciones de Cundinamarca. Su propuesta consistió en construir 658 unidades de vivienda, de esas 161 serían viviendas de Interés Prioritario (VIP), 448 serían de interés social (VIS) y las otras serían unidades estándar.
El 27 de octubre de 2024 se firmó el contrato entre Akila y el Distrito. Si todo salía bien, en menos de tres años se haría la inauguración y los propietarios recibirían las llaves de su hogar. Sin embargo, llegó una sorpresa mayúscula que cambió los planes de la constructora, al lote la María le salió un dueño.
Una familia insistía haber vivido en La María por años dentro de una casa prefabricada. En armonía con las palabras, los vecinos del lugar alegan haber visto cultivos y animales. No obstante, en 2024 existió un desalojo, la Policía entró con orden de tumbar y desalojar los inmuebles en el lugar. La entidad detrás de la orden fue la CVP. alegando ser el respectivo propietario.
Según la CVP en el lote de 10.698 m2 ubicado en la calle 9 sur no 1-08 no hay ningún propietario reconocido; sin embargo, la familia alega haber vivido más 30 años en la zona cuestionando la titularidad de la CVP. La Superintendencia de Notariado y Registro les dio la razón, no fue el único respaldo la Oficina de Instrumentos Públicos de Bogotá le quito los derechos del terreno a la CVP. Todo ocurrió en diciembre de 2024; en efecto el Contrato No. 463-2024 no inició la ejecución.
La decisión de la constructora
Por el lio con respecto a la propiedad de la María. Akila decidió terminar el contrato, Renobo accedió. Pidió de paso el reconocimiento de 375 millones de pesos por el dinero invertido en los estudios, diseños y tiempos invertidos en el proyecto; no obstante, Renobo no aceptó pagar el dinero. Para los empleados de la empresa se debía reconocer todo el esfuerzo realizado, los cerca de $ 400 millones (COP) serían su indemnización.
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