En la consulta interna de marzo 2022 el Pacto Histórico superó la barrera de los cinco millones de votos, tres los cuales definieron como ganador absoluto a Gustavo Petro. Hoy, tres años y siete meses después, los candidatos afectos al gobierno apenas sumaron, en conjunto, dos millones de votos.
Su caudal electoral de 2022 le resultó suficiente al Pacto para elegir luego una fuerte bancada parlamentaria, que haría valer sus mayorías especialmente en la Cámara de Representantes y que parecía imbatible cuando prevalecía el acuerdo nacional al que el presidente convocó a los partidos tradicionales.
Los resultados de este domingo 26 de octubre representan una caída sensible, así algunos analistas insistan en que son “normales” porque el tiempo de campaña fue menor y porque la realización de la consulta permaneció algunos días en vilo.
La decepción del Pacto se reflejó en las palabras pronunciadas por el ministro del Interior, Armando Benedetti. A las 4 de la tarde, cuando teóricamente se cerraban los puestos de votación en todo el país, Benedetti habló desde un puesto de mando electoral conformado por el Gobierno para asegurar que la realización estuvo afectada por “muchos problemas” que nunca se habían presentado en la historia electoral del país.
“Se redujo el número de mesas, de puestos de votación y se perdió material electoral. Se acabaron los tarjetones”, dijo Benedetti al advertir que, en circunstancias normales, el número de votos habría sido muy superior.
El registrador nacional del Estado Civil, Hernán Penagos, salió de inmediato a desmentir al ministro y a defender la transparencia del proceso. Explicó que el número de puntos y mesas habilitados fue el acordado con el partido de gobierno y que el número de tarjetones dispuestos correspondió a las expectativas electorales que se fijó la colectividad. “El cálculo se hizo con una simple regla de tres, como ha ocurrido siempre”, explicó.
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