En el sur de Bogotá, entre avenidas amplias y barrios tradicionales, se levanta una mole que cambió por completo el paisaje urbano de la localidad de Antonio Nariño: el centro comercial Centro Mayor. Con más de 190 mil metros cuadrados de área construida y cientos de locales, es hoy el centro comercial más grande de Colombia, el segundo en Sudamérica y uno de los seis más grandes del continente. Detrás de su estructura de concreto, vidrio y acero está la Organización Luis Carlos Sarmiento Angulo, en alianza con tres reconocidas firmas del sector constructor: Ospinas & Cía, Contexto Urbano y Arquitectura y Concreto.
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La historia de este gigante comercial comenzó en febrero de 2008, cuando las máquinas entraron al terreno ubicado sobre la Avenida NQS con Calle 38A Sur. En ese momento, el sur de la ciudad no contaba con un centro comercial de gran formato. Los grandes complejos se concentraban en el norte y el occidente, lo que dejaba a millones de habitantes con pocas opciones de entretenimiento y comercio moderno. Esa fue la oportunidad que vio la Organización Sarmiento: llevar el modelo de los grandes centros comerciales, con todo su movimiento económico y social, a una zona históricamente olvidada por las inversiones privadas de gran escala.
Centro Mayor empezó como una idea más pequeña que se amplió a medida que avanzaban las obras. La demanda de locales comerciales superó las expectativas y obligó a los desarrolladores a modificar los planos iniciales. De ocho salas de cine se pasó a catorce, lo que convirtió el multiplex de Cine Colombia en el más grande del país. También se ampliaron las áreas de recreación, los corredores y las zonas de parqueo. La inversión total alcanzó los 280 mil millones de pesos, una cifra enorme para la época, que marcó un antes y un después en la oferta comercial del sur de la capital.
Centro Mayor abrió sus puertas el 26 de marzo de 2010. Ese día, más de 200 mil personas visitaron el complejo. La expectativa era tan alta que las filas para ingresar se extendían por varios metros. Era la primera vez que esa zona de la ciudad tenía acceso a marcas internacionales, grandes superficies y una experiencia comercial de nivel similar a la del norte bogotano. El impacto fue inmediato: los sectores residenciales cercanos comenzaron a valorizarse y se multiplicaron los proyectos inmobiliarios en torno al nuevo centro comercial.
El edificio está conectado directamente con la estación NQS Calle 38A Sur de TransMilenio, lo que facilita la llegada de miles de visitantes cada día. El diseño de esta mole combina espacios peatonales amplios, zonas verdes y la modernidad que busca integrar la arquitectura con el entorno urbano. En total, el complejo cuenta con más de 430 locales comerciales, un supermercado de gran formato, un hipermercado, bancos, restaurantes y una variada oferta de servicios.
Aunque fue inaugurado hace 15 años, el centro comercial de la familia Sarmiento sigue siendo un enorme referente bogotano. No solo por su tamaño, sino por lo que significó en la transformación económica y urbana del sur de la ciudad. Lo que en 2008 era un proyecto ambicioso en un terreno poco aprovechado, hoy es un punto de encuentro para miles de personas que llegan cada día desde diferentes localidades. Detrás de su éxito está el respaldo de una de las organizaciones empresariales más poderosas del país, la visión de firmas constructoras con amplia trayectoria y la respuesta de una comunidad que hizo suyo este espacio desde el primer día.
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