La Superfinanciera liderada por César Ferrari fue drástica con la fintech colombiana Coink fundada por Juliana y Mario Castro. Los cofundadores son ambos egresados de la Universidad de los Andes y se propusieron con su emprendimiento transformar la tradicional alcancía que en el imaginario colombiano tiene la forma de un marrano utilizado tradicionalmente para formar a los niños en el hábito del ahorro, en una herramienta virtual.
En vez de guardar monedas y eventualmente billetes en un objeto, quisieron llevar la plata física a una alcancía digital, utilizando como símbolo el tradicional marranito.

La iniciativa buscaba también entrar en la línea no solo pedagógica de la importancia del ahorro sino convertir su alcancía en una herramienta de inclusión financiera. “Somos un emprendimiento que busca inclusión financiera al inculcar a los colombianos la importancia del ahorro. Nuestro producto estrella son unas alcancías gigantes ubicadas en puntos estratégicos, como universidades y centros comerciales”, explica Juliana Castro.
La plataforma que permite transformar las monedas en dinero digital. El cambio se realiza en la caja de los locales comerciales o en una alcancía digital.
Al negocio que en general le ha ido bien y ha conseguido inversionistas para su expansión y crecimiento. En 2022 la empresa alcanzó un total de 200.000 usuarios activos y $20.000 millones en ahorros. Para llegar a la meta se han hecho promociones en lugares clave, por ejemplo, visita a las universidades.
Sin embargo, acaba de tener un tropiezo con la Superintendencia que acaba de multarlos en primera instancia. No pesa tanto el valor de ésta que alcanza los $ 140 millones sino por el significado de tener la lupa de la Super en cabeza de César Ferrari encima. La entidad que controla el sector financiero encontró Coink no cumplió con un mecanismo efectivo para prevenir lavado de dinero, al no contar en la planta con un oficial dedicado a esta labor, con capacidad de supervisión efectiva.
El cargo existía pero el funcionario renunció, este no fue reemplazado y el importante rol quedó acéfalo.
Emprendimientos tecnológicos de este corte se ven constante amenazados por la entrada de recursos de dudosa procedencia y de allí la exigencia de la Superintendencia Financiera de tener controles no solo tecnológicos sino a través de profesionales idóneos y más en compañías como Coink que están en expansión que tienen entre sus metas llegar a Manizales, Barranquilla, Santa Marta, Cartagena y los Santanderes.
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