Hace solo un año el californiano Brian Niccol fue contratado como pChipotleresidente de Strubucks, la mayor cadena de café del planeta. Traía entre sus éxitos profesionales haber puesto a volar a Chipotle Mexican Grill., Cogió la compañía en crisis de reputación tras escándalos de intoxicaciones masivas y en 5 años mostró su mejor cara de estratega: digitalizó la experiencia, apostó por el delivery, amplió el menú y reconstruyó la confianza del consumidor. Los ingresos de Chipotle se duplicaron y el precio de la acción ganó más de 1.000% y las utilidades se multiplicaron por se
Se trataba de un gran fichaje y la negociación de su salario fue noticia: Niccol consiguió que le pagaran hasta 113 millones de dólares, que equivale a casi USD millones mensuales, un salario superior incluso al del famoso Tim Cook el CEO de Apple.

Su aterrizaje en la compañía disparó las acciones de Starbucks subieron 24,5 %, la apuesta parecía ganadora, para una multinacional que necesita revertir tendencias negativas.
Niccol no llegó a Starbucks por azar. Su hoja de vida es un manual de éxito en la industria de alimentos y bebidas. Nació y se crió en el condado de Orange (California) hace 53 años, estudió ingeniería en la Universidad de Miami, pero el énfasis lo hizo en los negocios, y luego completó un MBA en la Universidad de Chicago. Comenzó realizando prácticas universitarias en Procter & Gamble (P&G), y en pocos años estaba representando a Pringles. Allí aprendió la importancia de entender al consumidor y posicionar marcas con narrativa propia.
En 2005 se unió a Yum! Brands, el gigante dueño de KFC, Pizza Hut y Taco Bell. En esta última marca, Niccol desplegó su creatividad al máximo: introdujo productos innovadores, apostó por campañas irreverentes y transformó a Taco Bell en una opción de comida rápida que conectó con el público joven. Diez años después fue nombrado CEO y llevó la cadena a una etapa de crecimiento acelerado.
El salario del escándalo
Ese éxito fue suficiente para que los accionistas de Starbucks lo vieran como el ejecutivo ideal para enderezar el rumbo de la compañía. Howard Schulz quien fundó la empresa en Seattle en 1971, y había tomado las riendas de manera interina en 2022 vio claro que Niccol tenía el perfil indicado: un líder joven, probado y con credibilidad en Wall Street. El ideal para revertir la tendencia negativa que han mostrado las acciones de la compañia.
El paquete de compensación que Starbucks ofreció a Niccol fue más que llamativo: .un salario base: 1,6 millones de dólares anuales, una bonificación en efectivo por firma de 10 millones, para compensar beneficios que dejaba en Chipotle, bonos anuales de desempeño: hasta 7,2 millones según resultados. Premios en acciones, por cerca de 75 millones como incentivo inicial, más 23 millones anuales enparticipación accionaria ligados a desempeño y permanencia. Además de pequeños “ganchos” como viajes en avión corporativo, vivienda temporal en Seattle y traslado frecuente desde su residencia en California.
La cifra de los 113 millones de dólares no solo sorprendió sin que levantó ampolla. “Indecente”, dijo el sindicato, que estaba presionando a la empresa desde 2021. El contraste con los 17.000 dólares del salario de un barista encendió el debate sobre equidad salarial.
Un gigante global en busca de revitalización
La dimensión de Starbucks supera cualquier empresa de comida rápida. Con más de 38.000 tiendas en 80 países, se convirtió en el referente del café premium y en un espacio social donde millones de personas se encuentran a diario. Sin embargo, el gigante enfrenta problemas serios: ventas estancadas en Estados Unidos, competencia feroz en China, sindicatos en expansión y consumidores que exigen más sostenibilidad y transparencia en la cadena de suministro.
Niccol . consciente de la lupa que tiene sobre los resultados ha señalado que su prioridad será reconectar con los clientes y fortalecer la cultura interna de la compañía. A 29 de junio, los resultados muestran un año fiscal marcado por una transición intensa con presiones de costos y signos prometedores de recuperación, bajo su estrategia “Back to Starbucks”. Durante el tercer trimestre fiscal los ingresos netos globales crecieron cerca del 4 % frente al año anterior, llegando a aproximadamente USD 9.460 millones. Las ventas en tiendas a nivel mundial mostraron una caída del 2 %, impulsada por una menor frecuencia de transacciones,
En Norteamérica, mercado clave, se observan pérdidas de ritmo en las visitas, con una caída similar del 2 % en ventas. En contraste, la región internacional muestra un mejor desempeño, los ingresos aumentaron 9 % impulsados por la expansión de tiendas y un efecto favorable de divisas. Sobresalió China, donde las ventas comparables se revirtieron y crecieron alrededor de 2 %.

La expansión de tiendas sigue siendo un motor de crecimiento: al cierre del 29 de junio, Starbucks operaba 41.097 locales a nivel global, con 308 nuevas tiendas frente al año anterior. En Colombia, el Grupo Nutresa vendió su participación del 30 % que tenía en Estrella Andina (la operadora de Starbucks en Colombia) al Grupo Alsea de México, por lo que Starbucks Colombia pasó a estar totalmente bajo control de Alsea.
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En marzo de 2025 había 72 tiendas en Colombia, las ventas de 2024 fueron $151.416 millones, con un crecimiento de 0,67 % respecto al 2023, la utilidad neta se situó en $2.205 millones, lo que fue una caída de 15,8 % frente a 2023.
A un año de su posesión, Niccol, que llegó a Starbucks con el aura de un salvador, que ha pasado de los tacos a la cultura del café, mantiene el peso de enormes expectativas. Su salario es monitoreado con lupa por la opinión pública y el fuerte sindicato. Si logra devolverle el brillo a la cadena de café, su millonario salario, con todas sus arandelas, será visto como una inversión estratégica.
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