José Antonio Ocampo no es un economista más en el debate público colombiano. Fue el primer ministro de Hacienda del gobierno de Gustavo Petro (y también de Samper), salió del cargo en abril de 2023 y desde entonces ha hablado con la distancia que da la experiencia, pero también con la autoridad de quien conoce el Estado desde dentro. Académico reconocido, exdirector de Planeación Nacional, exfuncionario de Naciones Unidas y una de las voces económicas más influyentes del país, Ocampo regresa a la conversación pública en un momento clave: cuando el gobierno enfrenta críticas crecientes por el manejo fiscal, la inversión y la credibilidad internacional.
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En esta entrevista, Ocampo plantea una lectura de la economía colombiana lejos de los extremos. Ni el optimismo triunfalista ni el catastrofismo absoluto. Su diagnóstico es el de una economía de “claroscuros”: hay reactivación, crecimiento cercano al 3%, recuperación del empleo y buen desempeño de las exportaciones no mineras y las remesas. Pero, al mismo tiempo, advierte que estos resultados no obedecen a una política deliberada de reactivación del gobierno y que se sostienen sobre bases frágiles, especialmente por el crecimiento del consumo financiado con déficit público.
El exministro es contundente al señalar lo que considera el principal riesgo estructural: una crisis fiscal profunda que amenaza la sostenibilidad de las finanzas públicas y la credibilidad internacional de Colombia. Ocampo habla de inversión débil, gasto público creciente sin ajustes, deterioro institucional y una discusión pendiente sobre la calidad del gasto. Su mirada apunta más allá del gobierno actual y pone sobre la mesa los dilemas que heredará el próximo presidente: ajuste fiscal, reforma tributaria, fortalecimiento del Estado y recuperación de la confianza, sin sacrificar crecimiento ni estabilidad social.
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