A comienzos de los años noventa, Alejandro Char Chaljub era apenas un joven de 26 años, sin aspiraciones políticas, con el apellido de una poderosa familia barranquillera. Vivía en Bogotá, en una época en la que los Char ya estaban empezando a ser vistos en el país como empresarios pujantes, dueños de supermercados y de una cadena de emisoras populares en la Costa Caribe, pero no como la dinastía política que se consolidaría después.
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En ese tiempo, mientras se abría paso en los negocios familiares, Char conoció a Diana Magalí Ramos Saavedra, una joven estudiante de ingeniería civil en la Universidad La Gran Colombia que trabajaba en una inmobiliaria de la familia barranquillera en la capital. De esa relación, breve y sin mayor proyección, el 17 de junio de 1992 nació un hijo: Steven, a quien bautizaron con los apellidos Castellanos Ramos.
Durante más de tres décadas, Steven creció sin saber que su verdadero padre era uno de los hombres más poderosos de la Costa Caribe. En su registro civil figuraba otro padre: Jorge Eliécer Castellanos Moreno, quien lo reconoció como hijo y lo crió como suyo. Con el paso del tiempo y tras la confesión de su mamá, de que su verdadero padre era el hoy alcalde de Barranquilla, el joven empezó a buscar su identidad.
En 2020, Steven, ya con 30 años, su madre le confesó que el actual alcalde Alejandro Char, era su padre biológico. La revelación lo llevó a iniciar una batalla judicial para comprobarlo. No se trataba, según él, de dinero ni de fama, sino de conocer la verdad sobre sus orígenes.
El caso llegó al Juzgado Primero de Familia de Bogotá. Allí se adelantó el proceso de impugnación e investigación de paternidad en el que fueron demandados tanto Char Chaljub como Jorge Eliécer Castellanos Moreno. La primera prueba de ADN, realizada en el laboratorio de la Universidad Nacional el 1 de octubre de 2024, descartó cualquier vínculo biológico con Castellanos Moreno. El siguiente paso era determinar si Alejandro Char era efectivamente su padre.
Sin embargo, el entonces alcalde no acudió a las dos citaciones del Instituto Nacional de Medicina Legal, en diciembre de 2024 y en junio de 2025, argumentando problemas de salud. Las ausencias causaron malestar en el proceso, sobre todo porque el mandatario fue visto en eventos públicos durante las mismas fechas, como la celebración de un partido de la Selección Colombia.
El 20 de agosto de 2025, después de varios meses de demoras, el abogado de Char presentó ante el juzgado un documento en el que su cliente manifestaba de manera voluntaria el reconocimiento de Steven Castellanos como su hijo. Ese mismo día, el juzgado recibió también la confirmación de que no había vínculo biológico con el padre registrado, cerrando así el círculo judicial.
La sentencia fue clara: Steven Castellanos Ramos es hijo biológico de Alejandro Char Chaljub. El fallo, que tardó más de un año en resolverse, marcó un punto de inflexión no solo en la vida del joven sino también en la del alcalde, figura central de una de las familias más influyentes del país.
Tras conocerse la decisión, Char emitió un comunicado en el que expresó su respeto por el fallo y aseguró que ya había iniciado el proceso de reconocimiento voluntario antes del pronunciamiento judicial.
Con el fallo, Steven Castellanos pasa a ser parte de una de las familias más poderosas del país, propietaria del Grupo Olímpica —una de las mayores cadenas de supermercados y emisoras del Caribe—, del equipo de fútbol Junior de Barranquilla y con una influencia política que abarca desde alcaldías y gobernaciones hasta curules en el Congreso. A ellos se les atribuye la construcción de un poder regional que combina política, negocios y medios de comunicación.
La historia de Steven Castellanos no solo reabre una parte íntima del pasado de Alejandro Char, sino que también introduce un nuevo apellido dentro de una familia que ha hecho del poder una herencia. Un hijo que durante 33 años vivió fuera de los reflectores ahora forma parte, por decisión judicial y reconocimiento paterno, de una de las dinastías más influyentes de Colombia.
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