TransMilenio y la miseria humana

TransMilenio y la miseria humana

"Cómo no entender que este sistema masivo es absolutamente inoperante para una ciudad de más de 8 millones de habitantes"

Por: César Ospino Pretelt
septiembre 18, 2017
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
TransMilenio y la miseria humana

He vuelto a Bogotá después de varios años por fuera y me encuentro arrumado en un vagón de espera del sistema masivo de transporte. Son las 8:00 a.m., llega la ruta que me sirve, H74 de TransMilenio para ir al centro. La puerta de acceso se abre y como una manada de pingüinos en la punta de un despeñadero rumbo al mar, nos empezamos a rodar lentamente hacia el bus. El camino señala apenas un pequeño agujero que deja la gente que ya viene adentro reacomodándose con el movimiento. Los de adelante logran romper la barrera y entran empujados por la romería. Son deglutidos por el monstruo rojo. Las puertas se cierran brusca y ruidosamente después de que el conductor activa el botón hidráulico, atrapando parte de la chaqueta de un humilde empleado que repite todos los días la misma rutina. Su afán por entrar y partir así le quede medio cuerpo por fuera nos confirma que ya va retrasado. No alcancé a entrar y el monstruo parte raudo con su carga humana apiñada.

Cómo entender la forma tan inhumana en que se transporta la gente pobre en TransMilenio. El servicio es una inmundicia asquerosa; la calamidad se vive desde antes de abordarlo; la montonera y el arrume son el común denominador de la vivencia y obviamente, son el caldo de cultivo para hacer del viaje toda una tortura: te empujan, te manosean, te ultrajan, te roban, te pisan y con suerte sales completo y sano.

Cómo entender tanta desproporción entre las clases sociales: mientras los ricos, grandes empresarios y gobernantes circulan en caravanas de camionetas Land Cruiser cuatro puertas blindadas, algunos con moto guías abriéndoles el camino, el común de la gente se somete resignada, todos los días a la misma amargura para llegar al trabajo y salir después y volverse a exponer nuevamente a la tortura del monstruo rojo que lo lleva de vuelta a casa.

Cómo entender que este sistema de transporte perverso haya sido la bandera insigne de mostrar en el primer mundo, por el alcalde actual en su condición de consultor y conferencista de desarrollo urbanístico.

Cómo entender que este monstruo rojo del transporte sea el resultado de la gobernabilidad y ejecutoria de unos pocos, que no lo utilizan ni para ellos ni para su familia, sino para la gran mayoría que tributa honestamente.

Cómo no entender que este sistema masivo es absolutamente inoperante para una ciudad de más de 8 millones de habitantes. Que este bodrio se desbordó y todos los días le quita a la gente pobre un pedacito de su paupérrima calidad de vida.

Cómo entender al papa Francisco y sus asesores, que en virtud de su concertada y expuesta “imagen estratégica” de infinita humildad y sacrificio, decidió transportarse en un carro chiquito de gama baja, viajar por fuera de Bogotá para conocer de cerca los estragos de la guerra, el desplazamiento, la violencia y la miseria de la gente pobre en Colombia. No obstante, no alcanzó a subirse en TransMilenio.

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Nota Ciudadana
Las EPS, ¿homicidas por omisión?

Las EPS, ¿homicidas por omisión?

Nota Ciudadana
Escribo poemas para trascender el tiempo

Escribo poemas para trascender el tiempo

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--