La investigación que revela cómo el hermano de Daniel Quintero repartía puestos públicos a su antojo

El caso Quintero revela la captura del Estado por redes de poder y nepotismo. Sin meritocracia ni control, la corrupción sigue siendo la norma en la política

Por: Jorge Buitrago P
octubre 17, 2025
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
La investigación que revela cómo el hermano de Daniel Quintero repartía puestos públicos a su antojo
Foto: Redes sociales

La reciente investigación divulgada por el Canal Caracol —y no por los entes de control o investigación del Estado— pone nuevamente en evidencia cómo la captura de los empleados públicos y directivos de las empresas estatales se ha convertido en un mecanismo estructural de saqueo de los recursos públicos.

El modus operandi atribuido al hermano del precandidato presidencial, Quintero, quien además es aliado político del presidente, refleja la lógica criminal de las élites de cuello blanco que utilizan el poder político como medio para apropiarse de los bienes colectivos. Este fenómeno revela la degradación de la función pública y la vulnerabilidad institucional del Estado frente a redes clientelares y familiares que actúan con total impunidad.

Una vez elegido el gobernante, la ausencia de criterios meritocráticos en el nombramiento de directivos, asesores y contratistas abre la puerta a la captura institucional. La discrecionalidad con la que se designan estos cargos permite que las estructuras políticas reproduzcan esquemas de corrupción y nepotismo. De acuerdo con la información periodística, el hermano de Quintero habría aprovechado su cercanía familiar para promover la conformación de un entramado de funcionarios y contratistas con el propósito de controlar la contratación de varias entidades públicas y desviar sumas millonarias hacia intereses particulares.

Este tipo de prácticas evidencia cómo se perpetran los grandes crímenes de cuello blanco en Colombia: se corrompe la política, se instrumentaliza la administración pública y se deslegitima la democracia. Mientras los cargos directivos, asesores y contratistas por prestación de servicios continúen siendo asignados sin procesos meritocráticos ni mecanismos de control eficaces, las finanzas del Estado permanecerán expuestas a la acción de redes criminales que ven en la política un medio de enriquecimiento personal.

Estos hechos no son aislados. Gobiernos anteriores ya evidenciaron patrones similares de corrupción, como los escándalos de Odebrecht, el carrusel de la contratación en Bogotá, los comedores escolares o la digitalización de instituciones educativas. En el actual gobierno, episodios como el de los carrotanques de La Guajira confirman la persistencia de una cultura de impunidad en la administración pública.

En síntesis, el caso Quintero ilustra una problemática estructural: la ausencia de meritocracia en el empleo público constituye el terreno fértil para la corrupción, la captura institucional y la degradación del Estado social de derecho.

También le puede interesar:

Anuncios.

Anuncios.

0
Nota Ciudadana
La farsa de enseñar en tiempos de IA donde los alumnos son clientes de una fábrica de diplomas

La farsa de enseñar en tiempos de IA donde los alumnos son clientes de una fábrica de diplomas

Nota Ciudadana
El pueblo del Tolima que agoniza entre balaceras, mientras el gobierno mira para otro lado

El pueblo del Tolima que agoniza entre balaceras, mientras el gobierno mira para otro lado

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus