El poder de la palabra

El poder de la palabra

La verdad depende de quién la diga (magos, dioses, autoridades, cómo la certifica (confiable) y a quiénes va dirigida (ciudadanía o grupos explícitos).

Por: Hernando Copete Ortiz
julio 12, 2023
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El poder de la palabra

Cuando se habla o se escribe, el autor de ese comunicado quiere es expresar la representación que tiene de su realidad, entorno o contexto donde habita. Esta representación es la materialización de lo que ve (percepción), siente (motivaciones, sentimientos), materializa (acciones, ideología) y proyecta (prospectiva).

Cuando esta representación es de orden social, lo que se hace es compartir un universo semántico, evidenciado en él, conocimiento intuitivo, afectivo, analítico, sintético, empírico y científico (ciencias del conocimiento). Desde otra perspectiva es conocer si este conocimiento es de orden afectivo o racional. De allí surgen los paradigmas, imaginarios sociales, dogmas, arquetipos y estereotipos.

Por lo anterior, nos deberíamos preguntar y contestar las siguientes preguntas: ¿cómo se sabe eso?, ¿en qué se fundamenta? Es solicitar evidencias, eliminar la incertidumbre, y conocer si esos razonamientos son verdaderos, mentirosos o fantasiosos. En síntesis, es someter a prueba todas esas afirmaciones.

En síntesis, la verdad depende de quién la diga (magos, dioses, sacerdotes, científicos, autoridades, políticos, periodistas, etc.), cómo la certifica (es válida y confiable) y a quiénes va dirigida (ciudadanía o grupos explícitos). Con esto último, lo que se quiere es determinar y medir los niveles de vulnerabilidad del conocedor o conocedores y su contexto (educación, rol, estatus social, sector poblacional, genero, edad, ausencia de estado, segmento poblacional, pobreza multifuncional, etnia, cultura, etc.).

¿Todo lo anterior a qué nos lleva? Pues simplemente que nuestros políticos, nos quieren mostrar una realidad, que es la que ellos quieren imponer. Los invito a que lean: ¿Conocemos la realidad o nos la introyectan? (las2orillas 17 marzo 2021).

Estos personajes son muy astutos, utilizando una excelente estrategia lingüística. Su semántica política, busca que veamos la realidad que ellos quieren construir y de hecho legitimar la institucionalidad que representan y que los beneficia.

Las palabras (oración) en su construcción tienen tres (3) elementos importantes, su estructura (sujeto, verbo, predicado), su significado (ser) y su representación real (objetividad). Hablamos entonces, de su organización, orden, relación; idea, concepto; reproducción mental de la realidad, sentimiento, contexto social.

Con el cambio de significación o representación de la palabra, en criminología, lo que se quiere es dar, otra connotación al comportamiento socialmente inaceptable. Lo anterior de hecho direcciona el pensamiento a entender de otra forma, el delito “per se”, el delincuente, la delincuencia, modus operandi, la víctima y las formas o medios de control. Sería una clasificación del comportamiento social en dos (2) grupos de acuerdo con el cumplimiento de las normas sociales establecidas (punibles, no punibles). Por lo tanto, se verán comportamientos emocionales, violentos, agresivos, asociales, antisociales (criminales); de forma individual, grupal o colectiva y las decisiones se toman de manera voluntaria, obligada, inducida o por contagio.

Miremos un caso registrado en la revista cambio en el año 2008, donde el exsenador del centro democrático, José Obdulio Gaviria Vélez, expreso lo siguiente: “no tenemos desplazados, tenemos migración [...] esa gente se fue para las ciudades y allá están como migrantes, más la gente que se fue del país, clase alta y media”.

De acuerdo con la RAE migración es entendida como el desplazamiento geográfico de individuos o grupos, generalmente por causas económicas o sociales.

Con la afirmación del señor Gaviria, él nos quiere dar a entender que el desplazamiento y la migración son dos (2) términos, conceptos, totalmente diferentes. Que la migración es un comportamiento voluntario y el desplazamiento es un comportamiento forzado. Pero eso es falso. La migración es un desplazamiento

Cuando la migración o desplazamiento es voluntario, este comportamiento se da o se registra por motivos originados por las oportunidades laborales, crisis económica, pobreza, satisfacción de las necesidades básicas. Es cambiar las condiciones sociales actuales por unas mejores en otros lugares. Las personas expresan es que quieren salir adelante.

Cuando la migración o desplazamiento es forzado, se da o registra como forma de huir de la inseguridad, ausencia de estado, conflictos armados, violencia, violaciones de los derechos humanos, diferencias ideológicas, amenazas a lideres y protectores de la extracción minera, apropiación de tierras, daños a las propiedades, etc.

En el desplazamiento forzado o migración, la gente siente, percibe, que es mucho más fácil cambiar de país, que esperar a que mejoren las condiciones sociales de su propio país. La corrupción, sus actores y sus modus operandi, son los factores que impiden su cambio.

Podemos deducir de lo escrito, hasta el momento, que las expresiones escritas, orales, se les puede insertar unos elementos claves, para su credibilidad como son la intensidad, frecuencia, entonación, acento, signos de puntuación, y contexto de las palabras, oraciones.

Eso fue lo que manejo el exsenador al querer darle otro valor, o significado, a sus conceptos. Unos son determinados como violentos, criminales; y los otros, los quiere dar a conocer como expresiones más suaves, y menos ofensivas. Se podría preguntar ¿Él es una persona irónica?

Los contenidos de la información o afirmaciones que se enuncian sobre los datos, registros, hechos, fenómenos, comportamientos, se les imprime una baja importancia, como conocimiento, para el público, ciudadanía; manipulando las opiniones y emociones colectivas (posverdad). En consecuencia, estos contenidos se tornan populares y en consecuencia polariza a la población.

Todo lo arriba expuesto me trae a la memoria los refranes heredados de mi madre como: “Las cosas hay que llamarlas por su nombre”, “al pan pan, al vino vino”, “hay que ser claro en lo que se dice”.

En otras palabras, lo que se busca es dejar de ser hipócrita. Es mal visto fingir, el pensar, el sentir y el hacer. Eso es ser un manipulador del pensamiento emocional, es llevar a la gente a pensar rápido (reactivo).

Los discursos de nuestros dirigentes, los construyen, previamente haciendo estudio de las acciones sociales, con el fin de identificar al sujeto “per se”, su comportamiento (motivos, fines, incentivos), ideología (opiniones) y condiciones sociales (necesidades, proyecciones, etc.). Es bueno complementar esto con el artículo titulado, “La realidad detrás de los discursos políticos” publicado en las las2orillas el 30 junio de 2021.

A estos personajes se les prepara para que aprendan una serie de estrategias en retórica, desinformación, manipulación, coerción. Las herramientas que usan son el uso de los prejuicios, promesas (falsas), el doble sentido, generar miedo, desesperanza, ser demagogos (Aristóteles: “forma corrupta o degenerada de democracia”) y por lo general estos personajes posiblemente son mitómanos.

Otras estrategias, sumadas a las anteriores son: falacias (premisas falsas), ocultar información (omisiones), alteraciones de significados, conceptos; presentar registros, subregistros o estadísticas, fuera de contexto; deslegitimar a su opositor, usar palabras peyorativas, crear dilemas o paradojas donde se presentan conflictos de valores, creencias, crear otros contextos.

Complementado lo que se quiere es cambiar, insertar o convencer con otros motivos a los actores sociales, con una excelente retorica. A esta altura la etnometodología cobra mucha importancia. Por ello la medición, lo cuantitativo, es esencial.

Conocer métodos de aprendizaje, motivaciones, acciones, razonamientos, toma de decisiones de los sujetos sociales, son factores o lineamientos que permiten determinar el sentido que le dan a la interacción social.

Para ello los instrumentos fundamentales para obtener esta información son: la entrevista, registros etnográficos, encuestas, bases de datos, grabaciones, chuzadas, filmaciones, seguimientos, infiltraciones, estudio de contextos sociales, delatores, estudios de psicología del consumidor, la inteligencia artificial (IA), etc.

No olvidemos que las redes sociales son catalizadores para fortalecer, incrementar y generar credibilidad a los mensajes desmotivadores, pesimistas, fomentando teorías conspiradoras, señalando actores nefastos.

En este escenario entran a jugar un rol muy importante el crimen organizado, los medios de comunicación, el periodismo, los movimientos políticos, sus ideologías y su forma de darlas a conocer, demagogia. Es enfrentarnos a la crisis de credibilidad.

Los periodistas, su acceso a la información, su forma de presentarla, publicarla, es peligrosa o realmente real. ¿Cuáles son los medios de comunicación, sus dueños y sus relaciones con los proyectos políticos?

Lo increíble, es que ellos (los medios de comunicación masiva, prensa, radio, televisión, redes sociales, etc.) se encargan de hacer famosos a ciertos periodistas, por sus estudios, experiencia, rol o cargo organizacional, para generar credibilidad, confianza o legitimidad. Les creemos y por lo tanto nuestros destinos y esperanzas de vida sabrosa, se las entregamos en sus manos.

Esto, me acuerda, pues soy salsero, de la canción “Los fariseos” de Richie Ray y Bobby Cruz: que una parte de su letra dice: “Los fariseos gritaban sin cesar,
Maten al justo, suelten a Barrabás” y “Quieren que como pilatos nos lavemos las manos por miedo a los fariseos”. Su equivalente sería el síndrome de “QUECA”. Que carajo mientras yo no este afectado, que los demás se jodan.

Para finalizar, es bueno que piense como haría la representación, identificación de la verdad, frente a la lectura de las siguientes oraciones en un discurso.

  • Si los tontos volaran, nunca veríamos el sol.
  • Dios, dame paciencia. Si me das fuerza… lo mato.
  • No eres feo, pero si fueras agua no serías potable.
  • Gracias a Dios que soy ateo.
  • No robes; el gobierno odia la competencia.
  • Mama está presa / Mamá, esta presa.
  • Cortar telas / Cortar, telas.
  • Lo quito, lo coloco / loquito, loco loco.
  • Ayer se murió la perra de mi secretaria / Ayer se murió la perra, de mi secretaria.
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