Son ya casi siete años el tiempo que lleva el pleito entre los herederos de esta próspera empresa avícola santandereana. La disputa se ha calentado al punto que el abogado Mauricio Pava que defiende a Ernesto Serrano, uno de los protagonistas, le solicito protección para su cliente, por unas supuestas amenazas. Pero ha ido más de fondo con sus denuncias: “El señor (Ernesto) Serrano, accionista, fundador y promotor inicial del grupo empresarial ha sido excluido a pesar de conservar participación directa en la sociedad. Esta exclusión ha sido acompañada de una estrategia de asfixia societaria por parte del grupo mayoritario”.
La pelea entre los hermanos, Ernesto y William, sigue viva desde cuando estalló el conflicto en el 2018. Desde la fundación del emprendimiento en 1969, los hermanos por décadas garantizaron el crecimiento de la empresa también crearon una armonía entre los familiares involucrados en los negocios mediante la repartición de acciones. La agrupación se dividió en dos.
Los grupos son los Serrano Liévano, que son los descendientes de William, y la otra parte es los Serrano Gómez, que son las hijas de Ernesto.
La participación mayoritaria en acciones quedó a manos de la familia Serrano Liévano no fue la única decisión de peso, otra decisión relevante fue nombrar a Guillermo, el hijo de William Serrano, como cabeza del grupo comercial de las cadenas Mac Pollo. Sin embargo, Ernesto en varias ocasiones pensó que su sobrino no estaba tomando las decisiones correctas, en efecto le preocupaba el destino de sus hijas, Sandra y Ana, y el futuro de sus compañías. Las diferencias y desencuentros se fueron acumulando.
En una reunión de junta del 14 de noviembre se tomó la decisión, que generó la ruptura total. Por una parte el clan de Ernesto sentía peligro con sus acciones y tampoco sentía justicia en el reparto de las utilidades. Ya fue suficiente, el dialogo entre parientes llegó a un punto muerto, se debían llamar a los abogados y los jueces.

La familia Serrano Gómez quería conseguir una participación distinta en la repartición de las acciones e igual poder en las distintas corporaciones de los Serrano. Por otra parte, el lado de los Serrano Liévano sentía arbitrarias las reclamaciones por considerar adecuadas las decisiones tomadas, en consecuencia, a la larga el dinero se multiplicaría y que la administración de Guillermo, el hijo de William, era acertada.
Varios años han pasado entre alegatos, conciliaciones, juicios en diversos lugares etc. Una de las últimas decisiones fue tomada por la Superintendencia de Sociedades, hoy con Billy Escobar a la cabeza, que declaró como controlante del grupo a la familia Serrano Liévano, en otras palabras, se mantiene y acrecienta el poder del lado de William Serrano, donde esta Guillermo, Carolina y Martha. No fue la única consecuencia.
El lado de Ernesto, por ahora sigue perdiendo, no ha logrado mayor cambio dentro de los negocios familiares, con lo cual de la mano de su abogado el penalista Mauricio Pava ha decidido actuar como lo hizo con la última carta con la Fiscalía. Falta esperar cual es el fin de una de las disputas de una de las cadenas con mayor importancia en la dieta colombiana, para dar una idea, en promedio se consume 36,7 kilos de pollo por habitante cada año.
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