De acuerdo con varios medios estadounidenses, el presidente Donald Trump ha lanzado una serie de ataques con el objetivo de desmantelar la libertad de prensa.
Entre ellos se incluyen un recorte de 1.100 millones de dólares en fondos para la radiodifusión pública, que afecta a las emisoras NPR y PBS, así como una demanda por difamación de 10.000 millones de dólares contra el Wall Street Journal, además de otras acciones judiciales contra las cadenas ABC, CBS (60 Minutos) y otros medios nacionales e internacionales. También se informó que la agencia AP fue retirada del pool de periodistas de la Casa Blanca.
A la lista de periodistas y directivos de alto perfil que han caído tras los ataques de Trump se suman Tim Davie, director general de la BBC, y Deborah Turness, responsable de la sección de informativos de la cadena británica, quienes renunciaron por el escándalo generado por el supuesto sesgo de un documental sobre Trump.
ABC y CBS habrían pactado con Trump, pagando millones de dólares para resolver los señalamientos por falta de imparcialidad.
El humorista Jimmy Kimmel fue suspendido temporalmente por ABC tras emitir críticas contra el expresidente, aunque luego fue reinstalado. En contraste, el programa del comentarista político Stephen Colbert fue cancelado, luego de reiteradas críticas al actual inquilino de la Casa Blanca.
Debido a estos hechos, muchos analistas sostienen que Trump está destruyendo los principios de la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que garantiza la libertad de expresión y de prensa.
Trump también se anotó otra victoria cuando Bill Owens, productor ejecutivo del programa “60 Minutos”, renunció tras 37 años en la cadena CBS. La decisión se dio luego de que Paramount Pictures, dueña de la cadena, aceptara negociar con Trump frente a una demanda de 20 billones de dólares.
El expresidente alegaba que el programa favoreció a Kamala Harris en la pasada campaña presidencial, mientras que a él lo atacaba, lo que desató una fuerte polémica entre sus seguidores y críticos. Meses atrás, Trump ya había excluido a la agencia Associated Press del pool de prensa de la Casa Blanca, tras negarse esta a utilizar el término “Golfo de América” en lugar de “Golfo de México.”
El caso del periódico The Des Moines Register fue diferente: Trump y el grupo conservador Centro por los Derechos Estadounidenses lo demandaron por publicar una encuesta en la última semana de campaña, en la que el entonces candidato aparecía perdiendo en uno de los distritos más conservadores de Iowa.
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