Hablar de filosofía en pleno 2025 parece una rareza. Pero Mateus Bolson Ruzzarin, lejos de evitarlo, ha convertido esa rareza en un movimiento cultural. En un mundo saturado de información y marcado por el consumo rápido, este filósofo mexicano decidió apostar por lo más contracorriente posible: detenerse a pensar.
Formado en ingeniería en el Tecnológico de Monterrey y en filosofía en instituciones como University College London, King’s College London y la University of Cambridge, Mateus ha construido un puente entre la academia y las redes sociales, entre el rigor del pensamiento clásico y la inmediatez de la cultura digital. Su voz se ha vuelto referente para miles de jóvenes y adultos que buscan entender la realidad más allá de los titulares.
Con su plataforma Mindshop, Mateus ofrece un espacio donde la filosofía deja de ser elitista para convertirse en una herramienta de vida. Allí se imparten clases gratuitas, se otorgan becas y se abren diálogos que, más que enseñar, invitan a cuestionar.
“La filosofía no puede seguir siendo un privilegio. Mi deseo es compartirla en todos los espacios posibles y abrir puertas al pensamiento”, asegura Ruzzarin.
“Vivimos en un mundo más estético que lógico. El reto es mirar más allá de los filtros y preguntarnos: ¿qué es verdad y qué solo parece serlo?”, reflexiona Mateus, quien combina la ironía, la crítica social y el humanismo para replantear la manera en que pensamos.
A través de proyectos como Mindshop AC, Mindshop Travel y podcasts como Sangre & Suerte, Ruzzarin Bros o su participación en Creativo, el filósofo ha convertido la reflexión en un fenómeno de entretenimiento cultural, demostrando que pensar también puede ser apasionante.
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