'Ser' y 'otredad': lo que de verdad importa en la convivencia social

'Ser' y 'otredad': lo que de verdad importa en la convivencia social

Reinstalar la discusión sobre las categorías de “ser y otredad” en el siglo XXI para la democracia y sociedad Colombiana se reflejaría en la verdadera inclusión

Por: Fernando De Jesús Franco Cuartas
noviembre 09, 2023
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
'Ser' y 'otredad': lo que de verdad importa en la convivencia social

A un año de la epifanía de la inteligencia artificial IA, en particular con el ChatGPT, y una vez más ratificado el 22 de octubre el reparto del poder regional en Colombia, en manos de hombres promercado, mediante el sofisma transparente de las elecciones territoriales; el imperativo es reinstalar la reflexión sobre el significante y significado del “Ser y Otredad” para la democracia y la sociedad colombiana en tiempos de la IA en el contexto de los proyectos de reformas estructurales planteadas por el gobierno central y la paz total en general que trasciendan la resignificación utilitarista y funcional del capitalismo financiero sobre dichas categorías.

El ser humano es un ser relacional, y condicionado al mundo creado por él según las tesis de Arendt, que se define en relación con el mundo que lo rodea. El mundo no es un mero escenario, sino un lugar con el que nos relacionamos de forma activa, a través del discurso y la acción colectiva. En esta relación, el otro juega un papel fundamental. El otro nos ayuda a comprendernos a nosotros mismos porque nos proporciona un punto de referencia. Al compararnos con el otro, podemos identificar nuestras propias características y diferencias. Esto nos permite desarrollar una identidad propia, que no sería posible sin la relación con el otro.

El significante o traducción fónica de un concepto, y el significado o correlato mental (idea) del significante sobre el "Ser y otredad" lo abordamos desde la filosofía, que a lo largo de la historia ha sido un tema de debate y reflexión constante. La noción de otredad, entendida como la alteridad, la diferencia o lo ajeno, es fundamental para comprender la naturaleza del ser humano y su relación con el mundo.

En la antigüedad, filósofos como Platón y Aristóteles reflexionaron sobre la relación entre el yo y el otro. Platón, en su obra "El Banquete", presenta el mito de Eros, que representa el deseo del ser humano por el otro. Aristóteles, en su "Ética a Nicómaco", sostiene que la amistad es una relación entre iguales, basada en la confianza y el respeto mutuo; algo que está ausente entre la inmensa mayoría de los colombianos fruto de la cultura individualista enraizada en el fundamento ancestral de la mano invisible de Adam Smith que plantea que la acción individual maximiza el producto colectivo de la sociedad.

En la Edad Media, la noción de otredad se vio influenciada por el cristianismo. La Iglesia católica, como institución dominante, promovía la idea de una humanidad dividida entre creyentes y no creyentes; que para el caso colombiano tuvo vigencia normativa la ley 20 de 1994 hasta el 5 de febrero de 1993, aunque en la práctica, seguimos siendo un país anclado a los mandatos divinos judeocristianos.  Sin embargo, también hubo filósofos que defendieron la idea de una humanidad universal, como Tomás de Aquino, quien sostenía que todos los seres humanos son creados a imagen y semejanza de Dios.

En la Edad Moderna, la noción de otredad se vio enriquecida por el descubrimiento de nuevas culturas y civilizaciones. El contacto con el "otro" puso en tela de juicio los valores y creencias de la cultura occidental. Filósofos como Michel de Montaigne, en su ensayo "Los ensayos", y Jean-Jacques Rousseau, en su obra "El contrato social", defendieron la idea de la igualdad de todos los seres humanos, independientemente de su raza, religión o cultura; para matizar esta igualdad, la ley 21 de mayo de 1851, sancionada por el presidente José Hilario López, declara “libres” (sic) a todos los esclavos en el territorio de la República. De otro lado, el 25 de agosto de 1954 las mujeres colombianas lograron acceder, a los derechos políticos, vale decir, a su ciudadanía completa con el derecho al sufragio.

En la Edad Contemporánea, la noción de otredad ha sido abordada desde diferentes perspectivas. La fenomenología, por ejemplo, ha enfatizado la importancia de la experiencia del otro para la constitución del propio yo; “nos enseña que es preciso comprender y sentir con el otro para aprehender la lógica y la ontología propias de este constructo humano llamado mundo”, y, acá cobra vigencia la ciencia de la pedagogía, desde la célula básica de la sociedad como son los hogares, hasta la pirámide escolar en toda su literalidad; e ahí, el imperativo del proyecto de la reforma educativa para devolver la centralidad humana en el marco del tsunami tecnológico digital del currículo del siglo XXI. La filosofía existencialista, por su parte, ha defendido la idea de la libertad y la responsabilidad del individuo, lo que implica el reconocimiento de la otredad como un límite a la propia libertad.

En el contexto de la inteligencia artificial (IA), la noción de otredad adquiere un nuevo significado. La IA, como tecnología capaz de imitar la inteligencia humana, plantea el desafío de definir la frontera entre lo humano y lo no humano. ¿Son las máquinas capaces de ser sujetos de derecho? ¿Tienen los mismos derechos que los humanos? Esto plantea la pregunta de si estos seres artificiales son realmente "otros" o si, por el contrario, son simplemente una extensión de nosotros mismos.

Por otro lado, la IA nos permite interactuar con el mundo de una forma completamente nueva. Podemos acceder a información y recursos de todo el mundo, y podemos conectarnos con personas de todo el planeta. Esto plantea la pregunta de si nuestra relación con el mundo se está volviendo más impersonal, o si, por el contrario, nos está permitiendo conectarnos con los demás de una forma más profunda. Algunas respuestas a estos interrogantes son abordadas por Byung Chul Han cuando afirma que “Estamos en servidumbre. Los señores feudales digitales como Facebook, TikTok, nos dan tierra y dicen: ábrala, y puedes tenerla gratis. Y lo aramos como locos, esta tierra. Al final, llegan los señores feudales y se llevan la cosecha. Esta es una explotación de la comunicación. Nos comunicamos entre nosotros y nos sentimos libres. Los señores feudales ganan dinero con esta comunicación y los servicios secretos la controlan. Este sistema es extremadamente eficiente. No hay protesta en su contra, porque vivimos en un sistema que explota la libertad (culturainquieta, 2023).

La Identidad en el mundo digital: La existencia de perfiles digitales y la interacción con algoritmos y chatbots plantean preguntas sobre la identidad en el entorno virtual. ¿Cómo se relaciona la identidad en línea con la identidad fuera de línea? ¿Qué significa ser uno mismo en un mundo digital?

Estas preguntas plantean importantes desafíos éticos y filosóficos. Por un lado, la IA podría ser utilizada para reforzar los estereotipos y la discriminación contra los grupos minoritarios. Por otro lado, la IA podría ser utilizada para promover la comprensión y el respeto entre diferentes culturas y civilizaciones.

El significante y el significado del "Ser y otredad" para la sociedad y democracia colombiana es un tema complejo y multifacético. En términos generales, el "Ser" se refiere a la identidad individual y colectiva, mientras que la "otredad" se refiere a la diferencia y la alteridad. En el contexto colombiano, el "Ser" está definido por una serie de factores, incluyendo la raza, la etnia, la clase social, la religión, el género, y la orientación sexual. La "otredad", por su parte, se refiere a aquellos que son diferentes a la mayoría, ya sea por su origen, sus creencias, o su forma de vida.

El "Ser y otredad" son conceptos fundamentales para la democracia colombiana. La democracia se basa en el principio de la igualdad de todos los ciudadanos, independientemente de sus diferencias. Sin embargo, en la práctica, la "otredad" a menudo ha sido utilizada para justificar la discriminación, la exclusión, la sumisión ante posturas mesiánicas mediáticas que bajo los fundamentos profundos del neoliberalismo resignifican el significado de los significantes de justicia, igualdad y equidad social, ya no bajo la fuerza de la coerción del panóptico de la sociedad disciplinaria sino bajo la dominación psíquica del Big Brother Digital de la sociedad del cansancio con su vector rector del rendimiento como lo afirma Byung Chul Han.

El "Ser y otredad" es un concepto complejo que puede analizarse desde diferentes perspectivas. En el contexto colombiano, es posible identificar los siguientes aspectos: - La relación entre la identidad y la alteridad: La identidad colombiana se construye en relación con el otro. Este otro puede ser el indígena, el afrodescendiente, el campesino, el urbano, el extranjero, etc. - Los conflictos y las tensiones: La diversidad colombiana ha dado lugar a una serie de conflictos y tensiones, entre ellos el racismo, la discriminación la violencia y, un país de regiones al estilo macondiano. - La riqueza cultural y social: La diversidad colombiana también es una fuente de riqueza cultural y social. El país cuenta con una cultura diversa y heterogénea, que es una de sus principales fortalezas.

En este contexto, y a título de interrogantes abiertos, la noción de otredad es más relevante que nunca en la Colombia de la concentración de poderes en manos de los dueños del capital financiero. La capacidad de reconocer y respetar la otredad es esencial para construir una sociedad justa, equitativa e inclusiva hacia la paz total desde la alteridad. La capacidad de reconocer y respetar la otredad es esencial para construir una sociedad “potencia de la vida” que mitigue las brechas, a través del ejercicio dialéctico, entre ideologías como seres pensantes y, atados a la esfera azul, que trasciendan por esta dimensión finita con la imaginación puesta en el universo.

Para reinstalar la trazabilidad y hacer visible el significante y el significado de las categorías “Ser y Otredad”,  en la Colombia del “Concordato digital”, dónde el dispositivo móvil es el confesionario y los “likes” son el “amén” en el mundo artificial de la información que sustituye a la realidad y, que nos allane el camino hacia el reencuentro identitario desde la célula básica de la sociedad hacia la “Potencia de la vida” recuperando la reflexión ontológica más allá de la imposición de estas categorías desde el “dios mercado”, que lo único que han generado es la agudización del índice Gini y la concomitante y multifacética desigualdad social. En correlato, pensadores como Platón, Aristóteles, y entre ellos, Immanuel Kant, nos provocan, desde sus legados, con su obra "Crítica de la razón pura", donde afirma que el mundo que conocemos es el producto de nuestra propia mente. El otro, por lo tanto, es un ser que está sujeto a nuestras propias categorías de comprensión.

Por su lado Martin Heidegger en su obra "Ser y tiempo", afirma que el ser humano es un ser-en-el-mundo. El otro, por lo tanto, es un ser que está presente en nuestro mundo. Emmanuel Levinas en su obra "Totalidad e infinito", afirma que el otro es un ser que nos interpela y nos obliga a responder. Jacques Derrida (1930 -2004) es conocido por su filosofía de la deconstrucción, que analiza cómo los conceptos de ser y otredad son construidos en el lenguaje. Argumenta que la identidad siempre es relativa y que la otredad es un aspecto inseparable de la identidad. Por último, Jean-Paul Sartre abordó la cuestión de la otredad desde la perspectiva existencialista. En su obra "El Ser y la Nada", argumenta que el ser humano está condenado a ser consciente de la mirada del otro, lo que influye en su identidad y su libertad.

El devenir central de reinstalar la discusión sobre las categorías de “Ser y Otredad” en el siglo XXI para la democracia y sociedad Colombiana, se reflejaría en la NO discriminación multidimensional y total de tipo ideológico, político, racial, sexual, social y la terminación del estado de barbarie, no sólo militar sino de abandono Estatal, en que se encuentran los campos y ciudades de Colombia.

Cordial saludo

Fernando De Jesús Franco Cuartas

@apostolfin

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Nota Ciudadana
La fascinación de ser derechista

La fascinación de ser derechista

Nota Ciudadana
La desobediencia mata

La desobediencia mata

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--