¿Sectario yo?

¿Sectario yo?

Por: Roberto Mangonez Serrano
mayo 29, 2014
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¿Sectario yo?
Imagen Nota Ciudadana

Hace tan solo cinco días a las casi 2 millones de personas que votamos por Clara López éramos considerados como personas que querían alcanzar el bienestar que tanto desea la nación, optando por una ideología radicalmente diferente a la neoliberal. Realmente en algún momento pensamos que se podría alcanzar la segunda vuelta, sin embargo el peso político Uribista pondero más y sus dos muñecos, Santos y Zuluaga fueron elegidos.
Estábamos en desacuerdo con las cuatro posturas Uribistas y decidimos la única candidatura que ofrecía un horizonte diferente, lo coherente y lo razonable es que si no estábamos de acuerdo inicialmente con ninguno de ellos, pues mucho menos ahora, por lo tanto muchos votaremos en Blanco y otros engrosaran aun más las cifras del abstencionismo.

Se nos tilda de sectarios ahora porque no queremos entrar en el juego pusilánime de “elegir el menos malo”, pero ¿Qué clase de ideología política es esa? ¿Acaso no es la democracia el reflejo de la opinión de las mayorías?, y si las mayorías llegan a decidir que ninguno de los dos es “lo suficientemente bueno” ¿no debería un estado de derecho acatar y acoger esa opinión democráticamente?

Pregunto yo, y entonces ¿Cuál es el menos malo? Zuluaga, un tipo no eructa sin la autorización de su titiritero, incapaz de generar un gramo de carisma, que es consciente que no es dueño de sus votos, y que sería capaz de hacer el juramento presidencial con su amo acompañándolo. O Santos, Un tipo que ha sido tan mal presidente que es el único en toda la historia de la humanidad que está en serio riesgo perder una reelección presidencial (Verifíquelo si tiene dudas), que ni teniendo todo el aparato mermeladezco a su disposición ha podido acaparar los votos suficientes para ganar la primera vuelta, que es capaz de descabezar a medio gabinete presidencial y ponerlo a trabajar única y exclusivamente en su desesperada campaña de reparticiones burocráticas, que es capaz de sacar pecho de supuestos “avances” que el país ha tenido en educación y salud, cuando es de lejos apreciable la preocupante situación social del país. En cuanto a lo político ambos representan las mismas posturas neoliberales que llevaron a Colombia a pasar del puesto N° 6 en desigualdad social de la tierra, al puesto N° 3 entre los años 2001 a la presente (En desigualdad social solo nos superan Angola y Haiti), que han convertido al país en una verdadera olla a presión social, donde usted ponga el dedo encontrara ruina y zozobra: la salud sitiada por las EPS, la educación ni hablar, economía entregada a las importaciones extranjeras, etc. Y nos hablan de la paz, ¿la paz? Puede haber paz a mediano plazo en un país con semejante desigualdad social, un acuerdo parcial con las FARC ¿aseguraría la paz en Colombia? Todos sabemos que dicho acuerdo de paz deberá ser refrendado por los ciudadanos, ¿Qué nos asegura que estando Santos de presidente, las mayorías Anti-Santistas no impulsaran una postura negativa en contra de esta? Santos hace política con una promesa de paz, que no está asegurada, de la cual no se sabe nada, que si es igual de mediocre que su oratoria y gestión podría poner al país en una situación aun peor a la actual.

Óigame bien Colombiano: no soy sectario, soy un ciudadano con unas convicciones políticas que merecen respeto, no estoy esperando a que Clara López ni alguien más salga en televisión a decirme que hacer con mi voto y algo más, si las mayorías de este país deciden a Zuluaga o Santos como presidente, pues ese será el presidente que este inmundo país y sus millones de hijos se merecen, y las minorías tendremos que acatar esa decisión democráticamente tomada.

Hace unos minutos alguien me decía: “Votar por Santos en estas elecciones no significa perder la independencia ni el derecho a realizar oposición... Significa no dejarse llevar por el orgullo y escoger la opción que menos daño le hace a Colombia” y me pongo a pensar ¿el derecho a ejercer oposición depende de quién o quienes estén al mando del gobierno? ¿Me hablan de orgullo? No señor, no soy capaz de levantarme temprano el próximo 15 de junio, (después de ver a Colombia ganar su segundo partido mundialista) tomar un bus, esperar una hora para llegar a mi puesto de votación, para poner la cruz sobre la soberbia cara de Santos y Vargas lleras, no señor, en política se es blanco o negro pero nunca gris, no sería capaz de ver a mis hijos después de eso, no tendría derecho moral para rechazar los TLCs, la privatización de la salud y tantas otras injusticias que este personaje pregona.

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