Cuento del caribe: el amor en playa Lipe

Cuento del caribe: el amor en playa Lipe

Las olas susurraban suavemente y el sol se reflejaba en las cristalinas aguas frente a Lipe, una playa que permanece siempre solitaria...

Por: Alvaro Andrés Cotes Córdoba
octubre 12, 2023
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Cuento del caribe: el amor en playa Lipe

Las olas susurraban suavemente y el sol se reflejaba en las cristalinas aguas frente a Lipe, una playa que permanece siempre solitaria, a pesar de estar muy cerca de uno de los balnearios y complejos hoteleros más concurridos de Colombia como es El Rodadero. En medio de ese paraíso tropical y del Caribe, dos personas distintas y destinadas a encontrarse ese día, se acercaban sin saberlo.

Una de ellas, Lucía, una joven de espíritu libre, se había propuesto caminar descalza y sola hasta donde sus pies la llevaran esa mañana del primer día de un fin de semana con puente festivo, sobre la arena blanca y traspasando el límite donde terminaba la playa de El Rodadero e ignoraba que aquella era otra playa, pues por primera vez había venido a la Costa como turista, junto a sus padres y hermanos menores. Su melena castaña flotaba al viento y su risa resonaba en el aire. Con cada paso que daba, dejaba atrás a su familia que todavía yacía en el hotel cinco estrellas y en el que se acababan de hospedar y se adentraba cada vez más en la arena de aquella playa vírgen 

Al mismo tiempo, en la distancia, Daniel, un fotógrafo aventurero, originario de la misma ciudad, buscaba esa misma mañana nuevos paisajes para capturar con su cámara en playa Lipe. Con sus ojos color miel, observaba detenidamente cada detalle que la naturaleza le ofrecía. Cuando se acercaron sin querer, sus miradas se encontraron en un instante fugaz y ni siquiera se saludaron. Y aunque no se dijeron nada y cada uno siguió por su camino o a hacer lo que estaban haciendo en playa Lipe esa mañana, algo mágico sucedió entre los dos, pero no lo supieron de inmediato sino después.

Al día siguiente, cada uno por su lado, Lucía y Daniel continuaron explorando la playa Lipe. Mientras Lucía se maravillaba con la brillante arena y el ruido del mar, Daniel se perdía en las hermosas puestas de sol, capturando cada momento con su cámara. Por la tarde, durante uno de los hermosos atardeceres que Lipe ofrecía todos los días, los caminos de Lucía y Daniel se volvieron a cruzar. Y fue entonces cuando decidieron mantener contacto, ante la coincidencia de encontrarse siempre en aquella playa de ensueño. Se sentaron en la arena y compartieron risas y confesiones, como si fueran viejos amigos.

Pronto, las conversaciones se volvieron más profundas y sus corazones se abrieron sin miedo. Descubrieron que tenían pasiones similares, sueños compartidos y una conexión única que los unía. Al final de aquella tarde, Lucía terminó reemplazando los paisajes y crepúsculos de Daniel, quien comenzó a fotografiarla en medio de la blanca arena, el azul mar y una colina verde que abrazaba a playa Lipe. Y cuando la noche cayó, mientras las estrellas se alineaban en el oscuro cielo, Lucía y Daniel se encontraron bajo un palmeral. Los susurros románticos bailaron en el aire mientras se prometieron compartir más momentos preciados juntos. En ese rincón secreto, entre risas y susurros dulces, se tropezaron los labios y el tiempo se les detuvo por unos instantes y, tras varios besos mágicos y la llegada de un sublime éxtasis, sellaron su amor frente a las olas de un destino incierto.

Las horas pasaron rápidamente y el tiempo llegó para despedirse de playa Lipe. Pero el amor que nació en ese paraíso tropical no sabía de límites ni fronteras. Lucía y Daniel regresaron a sus hogares, cada uno en un rincón diferente del mundo. Sin embargo, el amor que compartieron en playa Lipe por tres días consecutivos y secretamente, se convirtió en el faro que los guiaría. Se siguieron escribiendo por Whatsapp y conversando a través de largas llamadas nocturnas, Lucía y Daniel mantuvieron su amor vivo. Sueños compartidos y planes futuros les daban esperanza y fortaleza para continuar. Parecía que el destino no estaba dispuesto a separarlos por mucho tiempo. Un año después, decidieron volver a encontrarse en la misma playa Lipe, el lugar que los vio nacer como pareja. Con cada paso que dieron en esa arena, se confirmaría su amor eterno. Y así, bajo el sol radiante y las olas del mar, Lucía y Daniel volvieron a sellar su amor una vez más y se volvieron a encontrar en playa Lipe. Y con la certeza de que siempre sería el escondite perfecto, se prometieron que su amor duraría para siempre, sin importar las distancias o los tiempos difíciles.

No obstante, en esa última ocasión de su reencuentro, aquella pareja de enamorados quedaría sorprendida enteramente, cuando irrumpió por primera vez en la playa que siempre había sido sólo para ellos, una tercera persona desconocida y quien dijo ir en nombre del amor abandonado de uno de ellos. Ninguno de los dos alcanzó a saber a quién se referió el intruso, por cuanto este último no les dio ni tiempo de que le preguntaran, porque acabó con sus vidas casi al mismo tiempo.

En playa Lipe, el amor florece como las flores tropicales, y las historias de amor se convierten en leyendas que perduran para siempre. 

*Fin*

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