No vivo actualmente en Latinoamérica, me aproximo a cumplir un año estudiando como becado, beca otorgada por la Unión Europea. Estudio, trabajo, voy a museos, a la playa, a conciertos, monto en sistemas de transporte públicos eficientes, veo el panorama… veo las calles, las caras, y veo latinos, siempre veo latinos.
Son como yo, un moreno indígena y africano, estatura similar, hablan muchos como yo, con mi acento, y aunque de Latinoamérica extraño la espontaneidad de la gente en las calles, las risas y la algarabía; estos latinos no ríen, son tristes, no se sienten.
Son sumisos, obedientes, y sí, laboriosos como hormigas. Trabajan, eso es lo que todos hacen; y aunque el trabajo es dignificarse, honra… me duele ver a mi gente sólo en dos posiciones: Cuidando ancianos o siendo obreros de construcción. Llevan a los ancianos de la mano, preparan la mezcla de concreto, empujan la silla de rueda, se sudan el baile del sol; salarios bajos, calidad de vida ajustada, Todos viven lo mismo, ya son parte del panorama.
Seguramente hay médicos, especialistas, artistas y estudiantes; como yo. Pero este otro colectivo no es lo que predomina en las calles, en las plazas, en las oficinas. Para nada.
Me duele, me duele ir caminando y verlos; al inicio me alegraba porque veía un reflejo de mi anatomía en ellos, dentro de tanta gente rubia, ojos claros y mucho más altos… pero con el pasar del tiempo ya no les sonrío en la calle, ellos nunca me devolvían el saludo, no transformaban su gesto de conformismo y resignación, de tristeza. Aquí ya no son latinos, lo tropical y la cheveridad se les fue.
En los lugares donde son más felices, son en las discotecas, los fines de semana; las mujeres guapísimas, y los hombres con la mejor pinta. Quieren olvidar sus semanas a punta de trago, y se emborrachan, y siempre hay peleas. Los únicos sitios de rumba en los que he vivido peleas, han sido en las discotecas latinas, el 90 % siempre ha habido peleas allí, mientras que en el resto de la vida nocturna europea, la gente sencillamente se divierte. Los escucho brindar “¡Porque me lo merezco, hijueputa! Trabajo como un burro.”
Aquí no veo niños trabajando en las calles, ellos estudian. Era una realidad, hasta que vi a una mujer boliviana con sus 4 niñas en las Fiestas de Pamplona vendiendo artesanías. La hija mayor cargaba a la menor, mientras su mamá nos vendía unas manillas. Y lo veo de ciudad en ciudad, más de lo mismo. Más futuro latinoamericano coartado.
Toda esta situación es culpa de ellos mismos, han huido de Latinoamérica por un mejor porvenir; ellos han históricamente elegido malos gobernantes que sumen a nuestro pueblo en pobreza, desigualdad y una realidad cada vez más mortal. Un pueblo mayormente ignorante, sólo puede en su mayoría, exportar eso. Gente mal preparada que sufre por conseguir buenos empleos, gente que en lugar de conseguir empleos de más responsabilidad, se conforman con cuidar ancianos y ser obreros.
Mientras se siga votando por los mismos, mientras no pensemos en las bofetadas que les damos a nuestros hijos cada vez que se vota por el más carismático y no el más preparado. Mientras sigamos internando en UCI a nuestro pueblo en la vergüenza al escoger mal una y otra y otra vez… y otra vez. Seguiré viendo el mismo panorama de latinos en estas tierras.
Un aplauso a aquellos latinos que son voto de opinión, con criterio; a aquellos que leen allá, que estudian, que se apasionan por lo que hacen, por los que respetan a sus hijos y a sus familiares. Un aplauso por los latinos que se han forjado en el saber y cuando salen de aquel paraíso llamado Latinoamérica, ocupan los cargos que se proponen, los que desean, no los que les toca.
Se debería forjar allá una sociedad justa, que sabe, pacífica, culta y siempre alegre; para no tener la necesidad de salir a buscar un mejor futuro en otras geografías. Se debería cambiar, pero no se hace; aún ahora que lo sabemos, seguimos escribiendo el mismo guion, escogiendo mal, insultando nuestra identidad.
Bolívar lo dijo, pero somos unos sordos históricos: Nos han dominado más por la ignorancia que por la fuerza.
Mientras tanto, yo sigo viendo latinos.
@BenveutoCelli
