Hola, me presento soy Halcón Mirón, como me dicen hoy y voy a pasar a narrarles una historia inspiradora y verídica que invita a la reflexión. En mis habituales caminatas por los cerros de mi amada Cali, un día cuando ya estaba en la cima del cerro de Cristo Rey, mire hacia mi izquierda y unos metros más abajo había una persona con machete en mano cortando unos arbustos, inmediatamente, en mí también habitual acelere, pase a llamarle la atención "oiga usted que está haciendo, está limpiando ese lote para invadir" lo que me contestó "no señor estoy organizando el terreno para sembrar unos árboles, tengo permiso" a lo que le contesté, "no señor voy a llamar a la policía".
Bueno para no extenderme mucho porque se me acaba el papel, cuando ya bajé de nuevo y pase cerca de él, salió con teléfono en mano, me estaba filmando y me dijo "usted me está amenazando y que esto quede como prueba" sus manos le temblaban, "no señor yo solo quiero cuidar esta montaña de posibles deforestaciones" le conteste.
Resulto ser una persona encantadora de nombre Dumer Daza, de origen campesino, que aprendió de su abuelo la importancia de reforestar. Lo hace con sus propios recursos y con técnicas ancestrales para garantizar el éxito de que esos pocos árboles lleguen hacer adultos y crezca de nuevo un bosque en esos cerros donde fueron arrasados en épocas pasadas, hace un sistema de riego usando un par de botellas de gaseosa partidas por la mitad, una enterrada con agua y la otra un poco más grande encima que hace, que por evaporación el arbolito siempre tenga la humedad necesaria, cada mes va y llena las botellas.
De esto ha quedado una buena amistad y para mí un ejemplo de cómo las cosas duraderas empiezan por acciones pequeñas. En los muchos años que llevo caminando por los senderos aledaños a la ciudad he visto siembras masivas de árboles, muchas fotografías de las autoridades ambientales al lado de los arbolitos y después no pasa nada, porque no solo es sembrar, es cuidar por lo menos tres años.
Entonces no es la cantidad, sino la calidad del seguimiento que se le haga a estos procesos de reforestación. Dumer sigue subiendo con frecuencia a cuidar de sus árboles y a sembrar unos cuantos más, no tiene cámaras ni noticieros visibilizándolo, porque a él eso no le interesa, su pasión de vida es sembrar con amor.
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