El arma más fuerte de la oscuridad es una pobre quimera: el miedo. Revelo un truco que conocen los maestros espirituales: ¿qué es lo peor que me puede pasar?
Atemorizar prefabrica enemigos y fantasmas como las creencias tenebrosas y milagreras en favor de las élites que no creen sino en la rentabilidad de sus negocios