La Semana Santa se resiste a desaparecer

La Semana Santa se resiste a desaparecer

Mompox se aferran a esta tradición

Por: Álvaro Borja, Carlos Mario Caballero y Carlos José Rodríguez.
febrero 21, 2014
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
La Semana Santa se resiste a desaparecer

A pocos meses de dar inicio a la Semana Santa en todo el país, después del jolgorio de los carnavales en la Costa Caribe, Mompox se sumerge en el sosiego propio de la cuaresma.

Con la celebración de una misa el Miércoles de Ceniza y el inicio del ayuno, comienza una carrera maratónica para mantener la celebración de la Semana Mayor en Mompox como la segunda más importante del país.

Desde ya, el fervor se siente en la Ciudad de Dios: los nazarenos alistan sus túnicas, las bandas afinan sus instrumentos, se diseñan las figuras que se convertirán en los coloridos tapices que cubrirán las calles del centro histórico, se ultiman los detalles de los 14 pasos que representan la pasión y muerte de Cristo y que constituyen el eje central de procesiones que se prolongan hasta por ocho horas. La gente espera con ansiedad a los familiares que vendrán de lejos.

A pesar de la prohibición de monseñor José Ignacio López Umaña, quien siendo arzobispo de Cartagena, suspendió las procesiones nocturnas entre 1946 y 1947 y la celebración de la semana santica o procesión de los niños entre 1946 y 1988, de la falta de apoyo económico tanto de la gobernación de Bolívar como de la alcaldía de Mompox y la migración de muchas familias autóctonas hacia grandes centros urbanos, con la consecuente pérdida de algunas tradiciones, la semana santa en Mompox se resiste a desaparecer.

Sin embargo, en la actualidad, esta celebración afronta una nueva dificultad: dado que la Corporación Autónoma para la conservación de la Semana Santa maneja algunos recursos económicos, muchas personas que prestaban sus servicios por devoción, ahora lo hacen persiguiendo un interés económico.

“Los tiempos han cambiado, ya las familias no intercambian las comidas y dulces típicos de Semana Santa, como muchas familias tradicionales se han ido a vivir a grandes ciudades y vienen a Mompox sólo a las celebraciones, es más fácil para ellas acudir a un puesto de comidas y comprarla; las tradiciones se van perdiendo, cuánta falta nos hacen estas costumbres, pero la vida sigue”, comenta Irene Martínez, presidenta de la Academia de Historia de Mompox.

“Una de las procesiones más importantes es la que está a cargo de la Junta de Nazarenos llamada Caballeros de Cristo; los nazarenos son momposinos vestidos con túnicas azules o rojas que por herencia o tradición reciben el encargo de llevar sobre sus hombros el paso del Santo Sepulcro, aunque hay también personas que realizan promesas o mandas y se inscriben con mucha anticipación para hacer parte del grupo: unos cargan el paso y otros, mientras esperan su turno, marchan alrededor del mismo a modo de custodia”, cuenta Carlos Martínez, uno de los organizadores de la Semana Santa.

“En Mompox se realiza desde 1794 el paso del Cristo robao (o robado), que consiste en una procesión a las cuatro de la mañana del jueves anterior al Domingo de Ramos, en ella los nazarenos salen corriendo de una iglesia hacia otra; ésta es una tradición que tiene su inicio en 1973 cuando un grupo de feligreses, celosos de una bella imagen de Cristo donada a otra iglesia, deciden salir en la madrugada a robársela y a llevársela a su propia iglesia”, cuenta Irene Martínez.

La anteriormente llamada Semana Santica es una versión de las procesiones de los adultos realizada por niños y niñas y se realiza dos semanas antes de la Semana Mayor para enseñarles el amor por esta celebración. Actualmente se le conoce como Semana de los Niños y se constituye en una acción fundamental para evitar la perpetuación de las costumbres.

Una vez iniciada la Semana Mayor con la procesión del Domingo de Ramos, Mompox se transporta quinientos años atrás, el incienso nubla las calles de este pueblo de la cuenca del Gran Río de la Magdalena mientras sus habitantes, con retahílas fervorosa, elevan sus plegarias a Dios por sus necesidades y para que la celebración del próximo año sea tan o más pomposa que la del actual.

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Nota Ciudadana
La fascinación de ser derechista

La fascinación de ser derechista

Nota Ciudadana
La desobediencia mata

La desobediencia mata

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--