¿Campos de golf o centros comerciales?
Opinión

¿Campos de golf o centros comerciales?

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septiembre 02, 2014
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Fue Mendoza quien me llamó con la voz entrecortada para darme la noticia: dejaron en firme la expropiación de la cancha de polo del Country Club de Bogotá. Inmediatamente entendimos lo que se vendría: llamados públicos para estudiar la conveniencia de otras canchas de polo y campos de golf, atravesados en el medio de nuestras ciudades. De repente, se sentirían empoderados los castrochavistas para pretender quitarnos nuestros oasis privados, y convertirlos rápidamente en huertas comunales. ¡No lo podemos permitir!

Contexto del Country Club de Bogotá. Imagen desde Google Earth.

Contexto del Country Club de Bogotá. Imagen desde Google Earth.

No es culpa nuestra que las ciudades no tengan parques verdes. De hecho, esa es precisamente una de las razones por las cuales nosotros nos vemos forzados a practicar nuestro swing y respirar aire puro en lugares cerrados al público. ¡Lo hacemos por obligación! No es culpa nuestra que alrededor de nuestros campos de golf urbanos, se permita construir esas tristes megatorres de cemento, esas urbanizaciones sin jardines, esas cárceles de carros. De hecho, permítanme decirlo con toda claridad: constructores serios y poderosos como Mendoza, jamás se involucran en proyectos de construcción irresponsables con el medio ambiente o que amenacen el desarrollo sostenible de las ciudades.

Contexto del Club Campestre Los Lagartos de Bogotá. Imagen desde Google Earth.

Contexto del Club Campestre Los Lagartos de Bogotá. Imagen desde Google Earth.

Los otros constructores —los irresponsables— son quienes siempre encuentran la manera de hacerle trampa al Plan de Ordenamiento Territorial para aumentar densidades, ignorar requerimientos de movilidad y acceso a servicios, incumplir obligaciones urbanísticas, y desarrollar predio a predio sin estudiar (ni respetar) el contexto. Esos constructores, a diferencia de Mendoza y sus amigos benévolos, no son socios de los clubes de golf, o aunque sea yo no los veo nunca en el bar del Hoyo 18.

Contexto del Club El Rodeo de Medellín. Imagen desde Google Earth.

Contexto del Club El Rodeo de Medellín. Imagen desde Google Earth.

Señores castrochavistas, ¡oíganlo bien! Si nos llegaran a quitar un campo de golf, los grandes perdedores serían ustedes. Además de la alta indemnización que nos tendrían que cancelar a cada uno de los socios del club privado, rápidamente se encartarían con ese nuevo terreno. Una burocracia gubernamental no sabe nada de podar un putting green o de hacerle mantenimiento a unas trampas de arena. Más aún, sería tanta la invasión de picnics vegetarianos y partidos de ultimate frisbee, que se desbordaría por completo la capacidad del personal de mantenimiento.

Contexto del Club Campestre de Cali. Imagen desde Google Earth.

Contexto del Club Campestre de Cali. Imagen desde Google Earth.

Puede que en todos los países serios del mundo, con sociedades avanzadas y gente racional, si haya campos públicos de golf, canchas públicas de tenis y parques verdes rellenos de árboles gruesos y altos, que complementan la supervivencia de la fauna y flora endémica. Pero aquí estamos en el trópico, las cosas funcionan distinto, y no podemos soñar con planificar una Helsinki verde sobre los Andes. Es más, a diferencia de lo que dicen los pseudo-ambientalistas, aquí si hay gran cantidad de espacio público, que nadie reconoce.

Contexto del Centro Comercial Centro Mayor en Bogotá. Imagen desde Google Earth.

Contexto del Centro Comercial Centro Mayor en Bogotá. Imagen desde Google Earth.

Me refiero a los espacios “públicos” de alta calidad, abiertos a todos (en horarios extendidos de oficina), y con precios para todos los gustos. ¿Ya saben a qué me refiero? Si, a los centros comerciales que con tanto trabajo hemos construido para ustedes en lotes que antes estaban vacíos, llenos de árboles inútiles y casonas antiguas que están lejos de reflejar nuestra idea de progreso.

Contexto del Centro Comercial Premium Plaza en Medellín. Imagen desde Google Earth.

Contexto del Centro Comercial Premium Plaza en Medellín. Imagen desde Google Earth.

Lo más maravilloso del tema, es que todas nuestras ciudades  principales están avanzando a paso firme, con el desarrollo de sus centros comerciales. Estos nuevos templos de la sociedad moderna ofrecen todo lo que necesitamos para invertir nuestro tiempo libre: grandes plazoletas de comida rápida, números récord de celdas de parqueo, y una saludable selección de material de consumo. Aunque mi centro comercial favorito siga siendo San Burrando Plaza, me alegra que sean miles:

top10

Ahora bien, ¿para qué quieren canchas de polo y campos de golf si ya tienen estos lindos campamentos de consumo? En aras del progreso, este es el espacio público que necesitamos en nuestras ciudades. ¿O no?

 

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