El salvaje ataque de Hamás y la brutal reacción israelí labran la macabra validación del terrorismo, por un lado, y la derrota moral del Estado de Israel, por otro
Volver víctimas a los niños por la incapacidad de unos mayores de ponerse de acuerdo sobre un pedazo de tierra, es una lapa muy bellaca para nuestra generación
Si la violencia la practica Israel “en el futuro”, está bien porque está librando una guerra, pero no si la practica Hamás porque lo suyo no es guerra, es terrorismo
El de Hamás es un método efectivo y despiadado para fortalecer una causa noble, la creación del Estado Palestino donde los muertos civiles solo son daños colaterales
Al tiempo que Biden leía los pasajes más pacifistas de su discurso, Israel continuaba los despiadados bombardeos de Gaza en su política de tierra arrasada