El peruano pudo vivir lo suficiente para sentirse un escritor inmortal entrando a la Academia Francesa a días de protagonizar su novela rosa con Isabel Preysler
Después de su separación con Isabel Preysler, el peruano volvió a lo suyo, en un mes armó el discurso que lo puso entre los grandes de las letras francesas
Este anuncio impactó en su momento a García Márquez, e incluso llegó a descomponerle el desayuno en varias oportunidades por lo misterioso y lúgubre que informa
Se llama Indira y la tuvo con la productora de cine Susana Cato. La revelación fue hecha por el periodista Gustavo Tatis del periódico Universal de Cartagena