El poderoso general gringo que cree en Colombia

El poderoso general gringo que cree en Colombia

Desde el Comando Sur, Kurt Tidd apoya el proceso el paz mientras Trump lo torpedea con decisiones como la que acaba de tomar: recortar en un 35% la ayuda

Por:
mayo 23, 2017
El poderoso general gringo que cree en Colombia

En enero del año pasado llegó como jefe del Comando Sur un general muy particular. Con cuatro soles encima, el Almirante Kurt Tidd desembarcó para controlar la presencia militar norteamericana en 45 países desde México hasta Argentina, contando el Caribe. Colombia estaba en su radar.

Tenía una  instrucción precisa: acompañar el proceso de paz entre el gobierno de Santos y las FARC, al que el Presidente Obama le había dado su espaldarazo que se materializaría en el programa Paz Colombia, del que Obama habló por primera en la visita de Estado del Presidente Santos a la Casa Blanca. Un mes después de la posesión del almirante como gran jefe del comando Sur, se lanzó el nuevo plan de cooperación de Estados Unidos con Colombia. El Almirante compartió desde el primer día el espíritu de la nueva relación entre los dos países.

Su formación y experticia fue en Europa, pero pasó por el Medio Oriente, hasta aterrizar en Washington, donde complementó la experiencia que tenía en el campo de batalla con el aprendizaje de la diplomacia. Fue el encargado de representar al Pentágono ante del Departamento de Defensa. Manejando campo y escritorio, estaba listo para encargarse de todo lo relacionado con la presencia militar norteamericana en nuestro continente.

En sus distintos reportes ha expresado que Colombia es “un aliado estratégico, un amigo y un socio prominente”. Uno de los atractivos centrales que ve en nuestro país es que cree que somos un contrapeso necesario a Venezuela, que en este momento es importante según él por las estrechas relaciones que tiene el país vecino con Irán, un país que está buscando extender sus relaciones en Latinoamérica.

 

El Almirante Tidd, con el uniforme militar de gala, en su visita a Colombia - Foto: dialogo-americas.com

Impacta su confianza en Colombia. En sus reportes nos muestra como un país líder que da prestigio y ayuda a convocar a los otros en las conferencias militares, y además colabora con militares que dictan talleres sobre lucha contra la droga y operaciones antiexplosivos. Incluso dice que uno de los beneficios del Proceso de Paz es que los militares colombianos tendrán el tiempo necesario para entrar en el círculo de formación que ha montado Estados Unidos en nuestro continente.

Pero ese no es el único espaldarazo que ha manifestado al Proceso de Paz. “El desminado humanitario salvará miles de víctimas adicionales, facilitará la restitución de tierra a los desplazados, e impulsará oportunidades en el sector rural – todos estos requerimientos para que nuestro valioso socio consolide una paz duradera.”

Ser militar estaba casi predeterminado para Tidd. Su padre fue vice-almirante, y su hermano es el jefe de los capellanes del Ejército de los Estados Unidos. Pero él se ha ido abriendo el camino mediante amplio recorrido militar y académico, por lo que su voz era determinante en la Casa Blanca. En sus intervenciones ante el Senado, rindiendo cuenta de su labor, habla pausado. Explicando el problema del tráfico de drogas, utilizó una metáfora de un minuto y medio con otras armas, en un discurso lleno de recursos literarios, antes siquiera de mencionar la palabra ‘drogas’.

Indudablemente su consternación central es el tráfico de drogas, la lucha más difícil que tiene Estados Unidos. No es común que un alto militar gringo reconozca que la droga entra libremente a su país, y por eso cree que se tiene que trabajar en los países productores para reducir el ingreso a Estados Unidos. Es partidario de la lucha clásica contra la droga, la lucha militar, pero es conocedor de las dinámicas internas del conflicto colombiano. En dos ocasiones explicó ante el Senado norteamericano durante cinco minutos qué era el Clan Úsuga (antes Urabeños y hoy llamado Clan del Golfo), a los que definió como una organización transnacional con la capacidad de poner en riesgo la seguridad nacional de Colombia. Hace un énfasis especial en que Estados Unidos debe mantener el apoyo a Colombia: “La cooperación con Colombia se mantiene esencial pues el Ejército de Liberación Nacional y las bandas criminales están entrando a las zonas anteriormente controladas por las FARC para llenar el vacío de poder y tomar control del lucrativo mercado mundial de cocaína.”

Según sus informes, las relaciones militares entre Colombia y Estados Unidos son extensas. En el 2015 los soldados de la división sur de Estados Unidos tuvieron 46 eventos de capacitación y/o formalización de alianzas. Colombia participó en 19, y en al menos 5 fue conferencista de los intercambios. En la mayoría de estos encuentros se buscaba formar militares de países que tuvieran deficiencias.

La infantería naval dictó cursos para formar soldados anfibios, y eran los míticos Marines, las tropas cinematográficas gringas, los que dictan la casi todos los talleres a las armadas. Incluso menciona que Colombia, Chile y Perú están siendo entrenados para poder enfrentar situaciones de ataques de armas de destrucción masiva. Además, Colombia participa en los controles marítimos en la costa Pacífica, en una alianza con la OTAN y la Armada Norteamericana.

General Juan Pablo Rodríguez y a su izquierda el Almirante Tidd - Foto: Twitter

Su capacidad de pensar más allá del conflicto, de la intervención militar, viene de una especialización en Ciencia Política de la Universidad de Bordeaux y otra en Planeación Estratégica. El coctel de diplomacia y tropa, acuñado con un conocimiento de los lazos iraníes y las estrategias terroristas en el mundo, lo llevó a ser la elección ideal para dirigir las campañas en el sur, imponiendo conocimiento y fuerza, con un aire de renovación.

Su postura frente a Colombia fue una bendición para Santos: “Gracias a los esfuerzos propios (De Colombia) y nuestro apoyo constante, Colombia pasó de ser un semi estado fallido a un gran jugador regional con una significante influencia política, unas fuerzas de seguridad de clase mundial y una economía en crecimiento.” Era la ficha ideal de Obama.

“Con la sangre y la riqueza que han sacrificado, así y todo siguen exportando seguridad en la Región. El pueblo colombiano se ha ganado de sobra nuestro apoyo constante.” Así inició el Almirante Tidd su ponencia frente al Senado de Estados Unidos en marzo del 2016, cuando resumía la situación de América Latina.

Pero con el cambio de Presidente en Estados Unidos lo ha dejado con una postura un poco más burocrática. Dos de sus recomendaciones centrales, que tuvieron acogida en el Plan Paz de Obama, la reparación para víctimas y la reincorporación de los integrantes de las FARC, fueron cortadas de un solo tajo por Trump, que dedicó todo el presupuesto a la erradicación de la coca.

Para Tidd esta no es la única amenaza en la región, que termina repercutiendo en E.E.U.U. Resalta el problema de la minería ilegal en países como Colombia, Perú y Guyana, y dice que esas redes pueden mover la misma cantidad de dinero que algunas empresas del Fortune 500, y que por eso los apoyos a productos productivos es esencial, como también lo es ayudar a reincorporarse a los miembros de los grupos ilícitos.

Este fue el cambio de mando en el Comando Sur:

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
¿Quiénes son los Caballeros de la Virgen que con cánticos religiosos llenaron el Movistar?

¿Quiénes son los Caballeros de la Virgen que con cánticos religiosos llenaron el Movistar?

Otro gran lunar de Olmedo López : no atender a los abandonados pobladores de Mocoa

Otro gran lunar de Olmedo López : no atender a los abandonados pobladores de Mocoa

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--