La educación, interesante tema de reflexión, pero con tantas y tan variadas formas de enfocarlo, como doctrinas tienen las ciencias humanas. Obviamente, cada quien se acoge a la que más le conviene y evita las demás. Y como yo trabajo en educación, también tengo la mía. Según ésta, el gobierno si es el principal responsable de nuestra constante hecatombe en las pruebas PISA y quiero compartirles porqué:
El gobierno es responsable por permitir la proliferación de facultades de educación, sin los más mínimos criterios de calidad y por no hacer seguimiento al desempeño de las facultades ya existentes. A mi modo de ver, todas las instituciones educativas del país deberían estar sometidas a la vigilancia permanente del estado, de la misma forma y con el mismo rigor, a como se realizan las inspecciones sanitarias en expendidos de alimentos grandes o pequeños. Porque así como los alimentos en mal estado intoxican el cuerpo, la educación en mal estado corrompe la mente y el espíritu.
El gobierno es también responsable por la pésima selección que hace de los docentes en los colegios públicos y por la escasa supervisión que hace de su trabajo. En razón de esta falta de gobernanza, ingresan al sistema una cantidad de profesores mediocres que solo esperan por su pensión, no una sino hasta dos veces. Desde luego, hay también excelentes docentes en el sistema, pero son la minoría y, generalmente, el hazme reír de los demás.
El gobierno es también responsable por no exigir a nuestras facultades de educación, ajustar sus programas de formación a estándares de calidad internacional. De haber prestado atención a esto, no existirían en las mallas curriculares de los programas de educación nacional, semejante cantidad de asignaturas de relleno, de nombres fascinantes, ridículamente concebidos, pero huecas y vacías por dentro. De haber gobernado con responsabilidad, los programas de formación docente serían mucho más sólidos y estructurados y no tendríamos en el sistema semejante cantidad de chamanes y palabreros. De ser así no existiría esa incriminante relación entre las Pruebas PISA y las Pruebas ECAES.
Y por último, el gobierno es también responsable por conciliar, casi siempre con fines políticos, la mal llamada “autonomía” de las instituciones educativas del país. Todas ellas debieran ajustarse, por ley, a las políticas y directrices del Ministerio de Educación Nacional. Y el ejercicio docente, debería estar regido por dichos contenidos y por el estricto cumplimiento de sus funciones. No más jornadas de medio tiempo, ni excusas médicas justo en las horas laborales.
Seguramente hay más. Pero estoy convencido que si el gobierno presta atención a estos puntos, nuestros resultados en las pruebas PISA mejorarán rápida y substancialmente
