Elecciones 2022: cuatro puertas hay abiertas

Elecciones 2022: cuatro puertas hay abiertas

Si estás inscrito para ejercer el derecho al sufragio tienes sobre la mesa cuatro cartas para jugar en los procesos electorales. ¿Cuáles son las opciones?

Por: CÉSAR CURVELO
diciembre 09, 2021
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
Elecciones 2022: cuatro puertas hay abiertas
Foto: Flickr

Como dice la canción La fiesta de Pilito, que lleva consigo el swing salsero del Gran Combo de Puerto Rico y la letra de Luis Pilito Cruz, “no se apuren que la Navidad a la vuelta de la esquina está”. Y Año Nuevo. Y Reyes Magos. Con sus pasteles, tamales, sancochos y bebidas. Con sus ferias y carnavales. Con sus parrandas, juergas, farras y hasta bacanales.

Y luego prepárate para el bombardeo propagandístico político pagado en televisión, radio, periódicos y grandes vallas, el cual complementarán los múltiples mensajes enviados a tu celular por las redes sociales y los grafitis pintorreteados por marchantes o críticos furtivos, que cogen los muros y las esteras metálicas como papel. Porque se vendrá, con todo, el zaperoco de las campañas parlamentarias y presidenciales de 2022.

Si estás inscrito para ejercer el derecho al sufragio tienes sobre la mesa cuatro cartas para jugar en los procesos electorales que se avecinan, que son el reformismo, el neoliberalismo, el voto en blanco y la abstención.

Quien desee respaldar opciones de carne y hueso tiene a su disposición las dos primeras alternativas. Como acabo de plantear, a una la podemos identificar como reforma popular y a la otra como continuismo neoliberal. No hay de otra, puesto que el caso es dicotómico-antagónico: o escoges la primera o te vas con la segunda. El que opta por el voto personalizante desecha entonces las dos restantes preferencias que son el voto en blanco y el abstencionismo, las cuales podemos calificar de intrascendentes, puesto que ninguna respalda almas terrenales corporizadas, vivas y específicas. Veamos en sucintos párrafos cada una de tales posibilidades.

La apuesta y sensación del momento, según encuestas recientes, es el reformismo o cambio. De ganar, su gobierno podrá ser bastante incierto por la piedra en el zapato que será el Congreso adverso. Aunque esto no parece ser óbice para que a políticos oficialistas le comiencen a salir alas para volar en pos del triunfo, a correr raudos atraídos por los cantos de sirena del progreso, a encaramarse como micos en la posible locomotora histórica de la victoria. Mejor dicho, a sabalearse dando un triple salto mortal de la borda de estribor al barandal de babor. Así de la derecha adviertan que una ola gigante hundirá el barco si la chusma se hace al poder y contrata un capitán zurdo. Uno de ellos es el exgobernador de Antioquia y exalcalde de Medellín, Luis Pérez.

Para los tesos de la izquierda, no debe haber cabida a los considerados corruptos del régimen. Para los semiduros, la consigna a aplicar es la de “si no es con vaselina, ni pío”, o sea que si el paisa no se excusa y arrepiente por su participación en la Operación Orión, no podría ingresar a las toldas del Pacto. Para los eclécticos mamertos, propensos a tomar las cosas con su avena y su pitillo, la consigna debe ser el lema de los sinvergüenzas: el fin justifica los medios.

Jummm... ¿Dónde fue que vi algo parecido a este cínico aforismo? ¡Ah, sí!, ya me acordé: en El Príncipe, de Maquiavelo. Un apotegma parecido se encuentra en el libro Medulla theologiae moralis, del teólogo alemán Hermann Busenbaum: “Cuando el fin es lícito, también lo son los medios”. Otra hipótesis del origen de la frase se le atribuye a Napoleón Bonaparte, que en un libro anotó: “Triunfad siempre, no importa cómo, y siempre tendréis razón”.

La contraparte al cambio es el statu quo neoliberal. Como está de moda utilizar prefijos, digamos que se trata del “neouribismo” o “metauribismo”, el cual puede ser el capitalismo salvaje de la derecha retrechera o el moderado de los tibios que, en cualquier caso y de todas maneras, es más de lo mismo. Aquí están los neonazis, los jóvenes Cabal que ya no están en sus cabales, muchas marimondas disfrazadas de independientes, renegados de la coalición de gobierno que libaron de las dulces mermeladas de cuotas burocráticas o jugosos contratos estatales, y también uno que otro que arrastra el sello de obrero-revolucionario o ambientalista, pero que ha pelado el cobre y está colado en el gran salón del aristocrático Club “Gente de Bien” Estrato 100, sin importarle que le hayan asignado el humillante puesto de segundón en la última fila, y no precisamente en el área VIP.

Como dije, las dos posibilidades anteriores son las reales, las concretas, las personalizadas con nombres de pila. Ahora presentemos las inanes, las sin ton ni son, las de la nada entre la nada.

El voto en blanco es la tercera puerta abierta a los ciudadanos. Según datos de la Registraduría, alcanzó más de 800.000 apoyos en la segunda vuelta presidencial de 2018. Sus defensores plantean que ninguno de los candidatos tiene el liderazgo necesario para llegar a la Casa de Nariño. Sus detractores, entre los que me cuento, consideramos que están esperando que baje un ángel del cielo, u hombrecitos azul celeste del espacio sideral, o Supermán, Juan Sin Miedo, Gatubela, Blue Demon, Kalimán, Mawa o el Chapulín Colorado.

Abstenerse es la cuarta y última eventualidad. En la segunda vuelta presidencial de 2018 la abstención fue del 46 %, según los numeritos de la Registraduría. Teniendo en cuenta que lo más probable es que haya segunda ronda y que los ánimos estén más caldeados para junio de 2022, se puede proyectar que constituirán cerca del 40 % de los inscritos en el padrón nacional. Cabe decir que quien no participa, pudiendo hacerlo, es como un extranjero en su propia tierra. De todas maneras, hay excusas válidas para no ir al puesto de votación: un malestar, una emergencia, haberse mudado a un sitio alejado del puesto, etcétera.

Ya a manera de recomendación, te digo lo que le expresé una vez a una muchacha vecina que recién había recibido su cédula: Ana, ciudadana: vota, pero vota por quien te dé la gana.

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Nota Ciudadana
Las leyendas argentinas Baglietto y Vitale: rock, tango y folclor de visita en el Delia

Las leyendas argentinas Baglietto y Vitale: rock, tango y folclor de visita en el Delia

Nota Ciudadana
¿Oye Sneyder Pinilla, y tú qué te creías?

¿Oye Sneyder Pinilla, y tú qué te creías?

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--