El mundo y sus tensiones
Opinión

El mundo y sus tensiones

En el marco de la marca de diciembre

Por:
diciembre 03, 2015
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Y llegó diciembre en nuestra tradición: ‘llegó diciembre con su alegría’ con luces, presentes, reuniones, agasajos, pitos,  (…) ahhh y, suculentas comidas. Qué bueno. Es hora de cambiar de tema, pero sin perder los temas que, por lo mismo, lo serán de toda reunión, agasajo y comida. Pero veamos:

En la esfera global, se debate entre la catástrofe ambiental, los extremismos por doquier, la pobreza apabullante y, los desencuentros que producen las guerras.

Descansar es un posible horizonte; no obstante, la amenaza de los fundamentalismos está a la vuelta de la esquina; no bajan las preocupaciones de lo que pueda suceder; el terror ha hecho mella en las sociedades, en las reuniones, en el pensamiento del común ocurrir. La reunión de París sobre el ambiente da como presentación un compromiso de establecer ítems para lograr la descontaminación, el ambiente digno y sostenible para nuestra y las próximas generaciones; pero en claro, nada. Proyecciones que se han de estudiar; razón de más para que los grandes potencias no permitan compromiso superior a una lejana propuesta; razones lógicas del crecimiento tecnológico y la producción. La charla sobre el calentamiento global, solo está tibia; no se llega a su calentura por los intereses que están en juego; así pues, se deslizó el debate hacia lo que ocurrió en momentos en que se alistaba la discusión central y del calentamiento global y se pasó, por lógica, a la seguridad del hemisferio que se encuentra en punto de nervios. Era obvio. El margen de posibilidades para otra idea fue, en verdad, poco, como poco se ofreció a la implicación de otros elementos del ecosistema.

El globo está en otra cosa; en la supervivencia a los fundamentalismos. Ya dijimos: muy normal.

De derechos no hablemos,
mientras que el petróleo se requiera.
Qué pesar.

Se incrementan las discusiones sobre el derecho a la igualdad, extraño a los sistemas de Lejano Oriente; nos contentamos con no estar allí; pero allí, la democracia, la forma de poder y la vivencia de la civilización son otra cosa. El segmento de acercamiento se ha perdido o, por lo menos, no se observa en la óptica de lo posible.

La única charla que ha convencido, la que es más próxima consiste en la producción y, por supuesto, en el precio del petróleo. De los derechos y formas de diálogo… —lo decimos coloquialmente—, pocón; la marca pragmática así, invade el mundo, en sus afanes de expansión; son las cosas de la economía del ‘bienestar’; en punto que, sin ser de otro hemisferio, pero pareciera, encontramos la postura en esta parte del mundo con la atormentada Venezuela: de derechos no hablemos, mientras que el petróleo se requiera. Qué pesar.

La conflagración mundial a punto; los indicadores de dificultad en la mira y, la distracción por el consumo, por el consumo que implica producción, materia prima e insumos, en la marca de los días.

Vieron Ustedes: ¡el papa en África! Detalles miles sobre la lamentable situación de pobreza; incalculables detalles de la postración; allí los derechos tampoco importan, como la democracia y el poder. Se está en una situación inviable. Nada qué hacer (¿). Qué panorama tan desolador.

Se está perfilando un avance
hacia otro fundamentalismo,
como lo son los sistemas nacionalistas de extrema

En lo nuestro, en el trozo sociológico que nos corresponde, parecen mejorar los indicativos subregionales de nutrición, educación e infraestructura. Resaltable. Al propio tiempo se están perdiendo los hilos de conversación y reflexión de la OEA: en la situación de varios países, se está perfilando un avance hacia otro fundamentalismo, como lo son los sistemas nacionalistas de extrema; se van lanza en ristre contra la Carta Democrática, contra el mecanismo, el más diciente de todos los indicadores, el derecho a la expresión y, desde luego, el derecho a la oposición; las fracturas se ven y se captan, se retratan en la cooptación, primero de los congresos y, luego, no muy lejos, de la judicatura. Una perniciosa postura de los gobiernos que buscan perdurarse en el poder.

En este prefestival de diciembre, en las vísperas de cambio de año, los temas siguen a flor de piel; el novenario se hará, pero que cada día lleve, además, a repensar lo que queda y lo que viene: es el marco de la marca de diciembre, antes que los buñuelos nos atropellen y la masa corporal se amplíe.

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