Muchas son las necesidades de los departamentos de Colombia, y el Huila no es la excepción.
Sin embargo, hay personas que deciden dedicar su vida a servir a los demás, en busca de que la existencia sea más digna y el progreso llegue a todos. Uno de ellos es Néstor Rodríguez, diputado del Departamento del Huila, quien desde su curul impulsa procesos para cambiar el entorno y hacerlo más próspero para todos.
Nació en el Caquetá, pero se crio en el Huila. Llegó a la tierra opita con un año de edad y toda su vida ha estado ligada a ese entorno que ama y por el cual, a sus 34 años, trabaja incansablemente desde la Asamblea Departamental. Conoce la tranquilidad de los pueblos, pues su familia se estableció en Rivera, el llamado “Municipio Verde de Colombia”, que lleva su nombre en honor a José Eustasio Rivera, autor de La vorágine.
Estudió Derecho en Neiva y luego se especializó en Derecho Administrativo. Fue concejal de Neiva y hoy, gracias al reconocimiento de la ciudadanía, es diputado del Huila.
Desde muy joven se interesó por la política, convencido de que servir a los demás era la mejor manera de transformar la realidad. “Entender cómo surgen las leyes y cómo influyen en la sociedad me animó a participar en política”, recuerda Néstor, quien comenzó a liderar procesos a los 17 años, participando en campañas locales antes de llegar al Concejo de Neiva.
“Lo más difícil en política es ver necesidades y no poder resolverlas”
Néstor reconoce que uno de los mayores retos en su carrera ha sido la impotencia de no poder responder a todas las demandas de la gente.
“Vivimos en un país con graves problemas sociales y económicos. Ver a familias sin ingresos suficientes o campesinos que claman por ayuda y no poder resolverlo es muy doloroso”, afirma.
Su mayor preocupación está en el campo huilense, donde los campesinos enfrentan carencias estructurales.
“Ver a un padre llorar por un empleo o por la educación de sus hijos me duele profundamente. Eso me motiva a seguir trabajando.”
El turismo, una apuesta para el desarrollo del Huila
Lo llaman “el diputado del turismo”, y con razón. Rodríguez se ha convertido en uno de los mayores abanderados del turismo como motor económico del Huila. “Un Estado sin economía sostenible es un Estado fallido. Por eso, debemos fortalecer lo nuestro: el campo y el turismo”, señala.
Su propósito es articular el sector agrícola y el turístico para crear una economía estable y sostenible.
“Estamos buscando que el agro y el turismo se complementen. Tenemos riqueza natural y cultural, pero no hemos invertido lo suficiente en promoción ni infraestructura.”
El Huila tiene fortalezas turísticas únicas: el Desierto de la Tatacoa, el Parque Arqueológico de San Agustín, la Mano del Gigante y la Ruta Mágica del Café, entre muchos otros atractivos que —dice— podrían convertir al departamento en un referente nacional.
Infraestructura y seguridad: los grandes retos
Para Rodríguez, el turismo requiere buenas vías, conectividad aérea y seguridad. “El primer problema es la seguridad. Un territorio inseguro no atrae turistas”, advierte.
Ha solicitado reforzar el pie de fuerza del Ejército, la Policía y la Policía de Turismo, así como mejorar la conectividad aérea, cuyos altos costos —como el de un tiquete Bogotá–Neiva— restan competitividad.
También insiste en la necesidad de invertir en infraestructura turística, donde el sector privado ha hecho más que el público. “No tenemos grandes obras turísticas hechas por el Estado. Todo lo que existe ha sido por iniciativa privada. Necesitamos escenarios, monumentos y espacios de gran impacto.”
Cultura, identidad y turismo responsable
El diputado destaca la fuerza cultural del Huila: “Nuestros bambucos y el sanjuanero huilense son únicos. Es nuestra música, nuestra identidad.”
Además, promueve el turismo de naturaleza —cascadas, aviturismo, ecoturismo, aventura— y el turismo religioso, con 37 iglesias de gran valor arquitectónico. Rodríguez también advierte que el turismo debe planificarse con responsabilidad:
“El turismo puede generar riqueza, pero también deterioro. Por eso debemos formar a las comunidades para que protejan el entorno y ofrezcan un servicio de calidad.”
La meta: una política pública de turismo para el Huila
Desde su llegada a la Asamblea, Néstor Rodríguez ha impulsado la creación de una política pública de turismo, incluida en el Plan de Desarrollo Departamental.
“Necesitamos una hoja de ruta que nos conduzca al crecimiento y nos una como territorio turístico”, afirma. El respaldo de otros diputados y entidades ha sido positivo:
“Hoy ya no hablo solo de turismo; somos un coro que defiende esta causa. El turismo es eje de nuestra economía.”
Entre sus iniciativas está un proyecto de ordenanza para que los artistas y artesanos expongan sus obras en el Parque Santander de Neiva, creando un nuevo atractivo cultural permanente.
El Néstor humano
Aunque el trabajo político le ocupa casi todo el tiempo, disfruta viajar con su familia por el Huila, practicar senderismo y deporte, y leer. Las manillas que lleva en su muñeca —dice— son recuerdos de la gente: “Cada una tiene una historia. Son símbolos del cariño de las comunidades.”
Confiesa que le duele ver el sufrimiento de los niños:
“Me entristece ver el maltrato infantil y la falta de alimentación. Los niños merecen lo mejor.”
Y si algo lo identifica, es su amor por la música de su tierra:
“El sanjuanero me alegra el alma. Apenas suena, me hace levantar y brindar con los amigos.”
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