Uno de sus alumnos más destacados, el periodista antioqueño Rodrigo Maya Blandón, cuenta la anécdota con la que terminaría desilusionándose del exdirector de 6AM
¿Quién iba a pensar que, en medio de nuestra ramplonería, nos guste tanto la radio que hasta tengamos el refinamiento para elegir lo mejor o lo menos pior?
La infamia de Arizmendi me obliga, por consideración a sus oyentes, a los míos y a los colombianos que ignoran el asunto, a resumir, otra vez, el tema de esa compañía