Pirry sin fama, sin gran salario y peleando contra la depresión

Pirry sin fama, sin gran salario y peleando contra la depresión

Con la bici recuperó la serenidad perdida por amenazas y persecuciones de políticos que investigó y que forzaron su salida de RCN. Estuvo al borde de la locura

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agosto 12, 2022
Pirry sin fama, sin gran salario y peleando contra la depresión

A las afueras del edificio donde vive hay un par de hombres armados que le siguen el paso desde hace ya casi 10 años. Tal vez esta compañía ha evitado que lo maten o que intenten matarlo; tal vez no. Según la Unidad Nacional de Protección (UNP), entidad que se encarga de ponerle esquemas de seguridad a los amenazados o a quienes tienen riesgo de ser atacados por cuenta de su trabajo, aún hay razones para cuidar la espalda de Pirry. Él prefiere desconocer aquellas razones para intentar vivir y trabajar un poquito más tranquilo y menos estresado.

A Pirry le pusieron escoltas en 2013. Ahí empezaron sus problemas psicológicos, mentales y anímicos. Recuerda muy bien el día en que el jefe de seguridad de RCN y un agente del CTI de la Fiscalía llegaron a su apartamento, el mismo donde hoy estamos tomándonos un café oscuro mientras lo cuenta, que acaba de preparar Rosita, la mujer que lo ha acompañado desde hace muchos años atendiendo su comida y el orden y la limpieza del acogedor lugar repleto de libros y de artículos que ha traído de los casi cien países que ha visitado.

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Un par de horas después de haber recibido esa inesperada visita, Guillermo Prieto La Rotta, nombre de pila que nadie le dice, estaba montado en un avión, huyéndole a la muerte. Desde la cárcel de alta seguridad de Valledupar había un plan para asesinarlo. Los torcidos de políticos corruptos y los negocios de bandidos, paracos y guerrilleros que él y su equipo de trabajo destapaban cada domingo en el prime time de la televisión nacional, molestaron a más de uno.

Pirry

Pirry fue uno de las pocas personas del mundo que pudo visitar el volcán de Marum, en Oceanía, el que era uno de los más activos del planeta.

Cuando regresó, tres meses después, en la puerta del aeropuerto lo esperaban escoltas y camionetas blindadas con las que tuvo que convivir por años para no terminar baleado como el también periodista incómodo Jaime Garzón, quien a diferencia de Pirry no hizo caso de salir del país. El esquema que Pirry tiene hoy es pequeño; no se lo han quitado porque sigue siendo echando pullas, porque sigue hablando de desfalcos y platas mal gastadas. Sigue siendo él.

Pirry es un zootecnista que a pulso y regalando su trabajo en los inicios de su carrera se hizo periodista con el sueño de poder narrar aventuras propias y ajenas de deportes extremos, viajes y animales extraños de la tierra y el océano. Se fue haciendo incómodo para muchos de los que manejan hilos del poder cuando se creyó el cuento de periodista de investigación y dejó a un lado el contador de historias para desenmarañar a su estilo chancucos con los que han robado y desangrado el país, que mostraba en su programa Especiales Pirry hasta que en 2014 lo echaron por la puerta de atrás como a un perro de misa, al parecer, por órdenes de terceros poderosos que el canal RCN acató como palabra de Dios.

PIRRY

Pirry y su equipo tenían una investigación sobre un predió que comparon llenó de vicios el entonces senador Mauricio Lizcano y su papá. Dicen que Lizcano, luego de enterarse, hizo llamadas  para detener esa emisión y habría forzado la echada de Pirry de RCN.

El rumor que desde ese momento suena es que una de las voces que pidió la cabeza de Pirry fue el entonces senador Mauricio Lizcano, hoy muy cercano al presidente Gustavo Petro. Lizcano, usando su poder, también habría ordenado detener una investigación que Pirry y su equipo estaban haciendo sobre unos predios que el senador y su papá compraron en Córdoba, negocio al que los periodistas le encontraron muchos vicios y enredos que no salieron en RCN porque, a pesar del buen rating, de un día para otro clausuraron el programa justo antes de emitirlo.

Después de haberse enterado que su cabeza tenía precio, lo empezaron a afectar las más pequeñas críticas, los malos comentarios y los insultos en redes sociales. Se interesó más por los chismes y las voces de pasillo que decían que por allí y por allá no lo querían. Tomó en serio las amenazas. Su mente se desbarató. No dormía. No comía. El pelo empezó a caérsele. Dejó de hacer deporte. Amanecía odiando al mundo y de mal genio con todo aquel que se le atravesara en el camino. Se volvió irascible. Estaba angustiado. Tenía miedo y no entendía la causa. Llegó a no levantarse de su cama porque afuera ya no había nada por qué vivir. Estaba enfermo. Tenía crisis de depresión aguda y lo supo después de visitar al psicólogo y al psiquiatra.

Pirry ha sido uno de los periodistas más galardonados en Colombia. Tiene cuatro Simón Bolívar, tres India Catalina y tres Tv y Novelas por sus investigaciones y documentales. Foto: Captura de pantalla.

Pirry, ganador de cuatro premios Simón Bolívar, tres India Catalina y tres Tv y Novelas y único latino nominado a un premio EMMY internacional, dice hoy, desde la sala de su apartamento, donde vive desde hace nueve años con Guillermina, una consentida gata de color gris, que, aunque extraña algunas cosas de aquella época, como la facilidad de llegar a más usuarios de las redes sociales, y que en su momento se preocupó y se molestó por haber salido de aquella manera del canal de los Ardila Lülle, haber dejado atrás a RCN fue lo mejor que le pudo haber pasado en la vida. Lo entendió un par de años después.

Su búsqueda e interés por seguir desentramando truculentos negocios corruptos e ilícitos por poco lo hacen saltar al vacío. Ser un periodista incómodo, lo que lo hacía sentir orgulloso de su oficio, se convirtió, sin imaginarlo, en el detonante para terminar internado en una clínica con un cuadro severo de ansiedad, del que sigue teniendo episodios regulares, pero hoy mucho más controlados.

Pirry periodista

Guillermo Prieto la Rotta -Pirry- fue uno de los periodistas consentidos de RCN y mientras trabajó para ese canal tuvo un gran sueldo y adquirió la fama de la que hoy descansa, pero que también extraña. Foto: Leonel Cordero

Desde que salió despedido de RCN, con 44 años encima —hace ya ocho— se ha dedicado principalmente a recuperar su salud mental, que la pandemia del virus de origen chino y la muerte de su papá, con quien sostuvo una distanciada relación, también ayudaron a debilitar. En aquel tiempo sintió que todo se le oscureció: desempleado, viejo para un mercado segredador y discriminatorio y ademas encontró las puertas de los medios cerradas. Parecía que los canales y otras empresas hubiesen firmado un acuerdo para no contratarlo.

Haber entendido que padecía una enfermedad que sufre casi el 10% de la población mundial y encerrarse a tratarla con medicamentos y terapias lo sacó adelante. Pero fue el deporte el que lo salvo de caer en el verdadero infierno. Lo cuenta y lo ratifica mientras me muestra a su otra compañera infaltable, una bella bicicleta Scott verdosa con la que mata los ataques de estrés y ansiedad trepando Calera arriba hasta el peaje de Patios, donde siempre intenta batir su propio record

o se va hasta un muro de escalar en Chapinero donde durante dos o más horas son él, la concentración y la fuerza uno solo para atacar rutas complicadas.

pirry

En su apartamento, en el norte de Bogotá, vive solo con Guillermina, su fiel gata, y allí, en ese entorno lleno de libros y recuerdos de los casi cien países que ha visitado, trabaja muchas horas al dían enlos videos con los que le muestra a sus seguidores que sigue siendo el más grande aventurero del país. Foto: Leonel Cordero.

Al bajarse de la bici o desatarse las cuerdas su tranquilidad y su paz están ahí. Si la ruta se logró o se avanzó y si el tiempo a Patios cayó, no solamente está tranquilo, sino que la felicidad, aquel estado momentáneo de gozo, y el orgullo propio lo acompañan durante todo el día y tal vez hasta el siguiente cuadro depresivo que se le atraviese.

Pirry sigue viajando y haciendo cortos documentales para el canal Red+ de Claro, único canal de televisión que meses después le ofreció trabajo para seguir haciendo lo que gusta hacer. Aunque el presupuesto es corto y los viajes que hace para documentar sus aventuras salen de su bolsillo, está feliz, o al menos un poco más tranquilo.

Pirry

Desde 2013 Pirry sufre contra la depresión que le causaron las amenazas y las persecuciones en su contra por investigar los chancucos de los poderosos delincunetes que buscaban acabarlo y matarlo. Foto: Leonel Cordero

Le entristece que las empresas no apoyen proyectos como los de él, que son para ayudar a concienciar que el planeta necesita el trabajo y la atención de todos, pero entiende que a muchas empresas no les interesa el planeta porque viven y se lucran de prácticas que él critica, como el uso del plástico, para poner solo un ejemplo. Pero seguirá tocando puertas a ver si algún día, no tan tarde para hacer algo por el medio ambiente, alguna se abre.

Hoy no es el súper famoso Pirry que todos los domingos ponía la aguja del rating arriba y al que le pagaban un dineral de muchos millones por lograrlo. Hoy para llenar la billetera es un todero. Dicta charlas y conferencias motivacionales a empresas y universidades, en las que cuenta parte de su vida. Tiene una pequeña productora con la que hace los videos para Red+ y para sus redes. Crea contenido que no le da plata. Aunque tiene un par de millones de seguidores no monetiza ni en Instagram ni en Youtube —algún peso ha logrado arrancarle a Facebook—, pero sigue poniendo allí sus videos y hazañas para que sus seguidores, los cuales espera ampliar –como todo influencer— sigan aprendiendo que hay que cuidar el mundo. Ese es hoy su mayor interés.

Pirry aventurero

Con su gata Guillermina, dedicado al deporte y metido de lleno a hacer contenido para sus redes sociales y para el Canal Red+ de Claro pasa sus días. Foto: Leonel Cordero.

Volvió al periodismo de contar historias de animales y de medio ambiente, que es donde empezó hace unos 24 años. No le interesa volver al investigativo. Quedó cansado de hacer y denunciar y mostrar para que el país siga exactamente igual y para que los gamonales del poder corrupto sigan manejando los mismos hilos; pero eso sí, él sigue lanzando dardos agudos a políticos y bandidos con los que sigue incomodando a pesar de no tener el rating con el que los puso a temblar y a buscar su cabeza.

Como nunca se casó ni tiene hijos, lo que se gana se lo gasta en más aventuras y más viajes que son su mayor motivación. En la lista hay 96 países visitados y espera superar a su abuela Marina Spinel de La Rotta, la mujer que le enseñó a leer, quien viajó por 140 países. Su felicidad actual no es el dinero ni los lujos. Alcanzó a comprar un buen apartamento durante los 17 años que trabajó para RCN y tiene el mismo carro de hace como 10 y también las mismas chaquetas de cuero que Diesel y G-Star le dieron cuando lo patrocinaban. No necesita más bienes. Ahora solo quiere estar metido entre selvas y mares viendo y grabando animales que tal vez en 10 años dejen de existir. Esa es su paz, su tranquilidad y su felicidad, y el remedio que junto al deporte lo salvaron de morir.

El mercado callejero de esmeraldas en Bogotá

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