Desde hace varios meses a través de la cuenta de Twitter @manoslimpiasco (Indignados Colombia) y la del guionista Gustavo Bolívar, se han expresado diferentes argumentos con los que se defiende y define la importancia de votar en blanco en las próximas elecciones al Senado, Congreso y Presidencia de la República. El voto en blanco según la sentencia C-490 de 2011 de la Corte Constitucional, es una expresión política que denota inconformidad y rechazo ante las políticas y postulados a los cargos públicos.
La meta es clara y simple: movilizar ciudadanos inconformes, muchos de ellos jóvenes y sin experiencia en la elección a conciencia, para que votando en blanco demuestren que no se sigue el juego de quienes gobiernan actualmente con políticas corruptas, propuestas inconclusas, egoístas y favoritismos mercantilistas. A partir de lo anterior surgen diferentes preguntas que hacen reflexionar sobre la intención de mostrar el voto en blanco como señal de inconformismo ante los candidatos y las maneras de hacer política en nuestro país.
Para el principal promotor de la iniciativa, Gustavo Bolívar, el voto en blanco es “la verdadera revolución pacífica”(http://gusbolivar.blogspot.com/2013/10/el-voto-en-blanco.html) . Argumenta qué es la nueva generación de colombianos objetivos la que debe iniciar una revolución desde las urnas para dejar sin curul a más de 200 congresistas corruptos que toman las decisiones en nuestro país y así, “hacer valer la sangre de 220 mil colombianos asesinados en la última etapa del conflicto y las lágrimas de esos 5 millones de colombianos desplazados de sus hogares por los violentos. Sin contar el dolor de viudas, huérfanos y padres destrozados por la pérdida de un hijo ”.
(http://gusbolivar.blogspot.com/2013/10/el-voto-en-blanco.html)
Si el plan de los defensores y promotores del voto en blanco es la movilización de la ciudadanía para votar en blanco y terminar con el reinado de los políticos corruptos, ¿no es más efectivo educar a los electores y a las personas que se piensan unir a su campaña, para que tomen una decisión basada en criterios de peso y no irse por la salida fácil que a la larga representa el votar en blanco?
A continuación, las razonas por las cuales votar en blanco no es la solución para acabar con la corrupción y la politiquería.
1. Con la elección del voto en blanco se ceden espacios para que los políticos corruptos compren votos. Mientras un porcentaje de la población piensa en expresar su inconformismo en la elección, otros electores se unen a la corrupción a través de la venta de su voto.
2. El que gane el voto en blanco implica una nueva jornada electoral que le cuesta a los colombianos y al país millones de pesos irrecuperables, que bien pudieran ser invertidos en obras sociales o en educación electoral.
3. A largo plazo, por más inconforme que esté el electorado, se necesitan candidatos y elegidos, siendo el voto en blanco el vencedor, los candidatos a los nuevos comicios seguirán la misma línea política e ideas de los anteriores. Hay listas de candidatos elegibles del mismo séquito del candidato destronado.
4. Resultaría más efectivo demostrar la inconformidad mediante el acto de elección de formulas nuevas, que impliquen un cambio en el modelo político de gobierno, con el cual se sentaría un precedente de un pueblo realmente cansado de las políticas neoliberales, de la corrupción, la incompetencia y el despilfarro.
5. Con el voto en blanco y la desconfianza puesta en todos los candidatos, se le da la razón a Miguel Nule y a su argumento de que “la corrupción es inherente a la naturaleza humana” . ¿No se merecen nuestros políticos honrados un voto por acto de fe?
6. Al no elegir a conciencia y no reconocer la fortaleza de la democracia en sí misma, se deja que los mismos sean elegidos por los mismos.
¿Quién elije ahora si los ciudadanos objetivos, quienes piensan, están votando en blanco?
7. Personas que recién cumplen la mayoría de edad piensan votar en blanco sin tener siquiera el agotamiento de pensar a quién elegir. No se elige un candidato, se eligen unas políticas de gobierno que favorezcan a los electores.
8. Si no se elige porque hay una inexistencia de identificación con quien pueda llegar a ser quien represente al pueblo, ¿a manos de quién se deja la tarea? ¿en manos de quienes vendan sus votos?
9. ¿No es más efectivo y meritorio que los indignados e inconformes unan sus fuerzas y creen partidos políticos que se salgan de lo normalmente aceptado (ejemplo actual: el Partido del Tomate), de los corruptos y delfines perpetuados en el poder, que alentar y decir que con la victoria del voto en blanco se “hace valer la sangre de 220 mil colombianos asesinados”?
10. El voto en blanco, para el objetivo que está siendo empleado, funciona igual que las revoluciones en las redes sociales, mucha alharaca y pocos resultados. Con esto no se cambia el modelo de gobierno de los candidatos o la mentalidad de los electores, con estas movilizaciones se le otorgan espacios a los politiqueros corruptos para que se perpetúen en el poder. ¿Por qué no hay una movilización para el voto a conciencia?
11. Si el voto en blanco gana las elecciones, éstas sólo se repiten una vez y si éste sale nuevamente vencedor, se declara ganador el segundo con mayor votación. ¿No se hace más eligiendo a alguien honesto y con don de servicio, que botando el voto disfrazado de inconformidad y falso coraje?
La invitación es pues para que el mayor promotor de esta iniciativa, que tiene un amplio conocimiento en el funcionamiento de la política en nuestro país, se una con sus simpatizantes para crear un partido objetivo, libre de corrupción y politiquería e inicie la labor de gobierno justa que tanto esperamos ver. Y si esta no es una opción viable, al menos que enfoquen sus esfuerzos en un objetivo diferente: alfabetizar al pueblo colombiano en la importancia del voto consciente, pensado y en la romántica y hermosa poética de la democracia.
En un caso hipotético, votamos en blanco porque no nos gusta Juan Manuel Santos, Oscar Iván Zuluaga, Clara López o el resto de candidatos que a hoy son tentativos. Cuando el voto en blanco venza y se repitan las elecciones sólo una vez más, votaremos por quien el partido de la U o Santos o el Polo Democrático elijan para ocupar sus lugares. Ya no votaremos por Oscar Iván Zuluaga, estará Uribe recuperando su lugar. Así el voto en blanco se manifieste, inconforme y rebelde, los mismos candidatos se mantienen en el poder; sean ellos los protagonistas de su propia historia o como titiriteros de otros con caras más amables.
