Hace casi setenta años Mauricio Trujillo Correa, entonces un joven de 24 años, inició junto a su esposa Gloria Posada Santamaría una pequeña producción de jabón artesanal empresa de jabones en su natal Manizales. Tenía en mente venderlo principalmente en la zona cafetera y pudo hacerle porque traía la experiencia del Jabón Trujillo producido por su papa en Cali, en una plaza nada fácil en la que debía competir con Jabones Varela que terminó en manos de los ingleses de Unilever.
Los Trujillo decidieron bautizar su producto como Jabón Hada, para evocar la figura de un hada madrina, lo cual se refleja en su imagen de marca, un nombre que ha mantenido desde 1956 y con el que se han internacionalizado posicionándose exitosamente en mercados tan competidos como el de Estados Unidos el 40% del jabón en barra que se consume tiene la imagen de la Hada que los inspiró.
Inicialmente, la empresa importaba detergente en polvo a granel, que luego reempaquetaba en cajas de cartón con la marca Hada para su distribución regional. A medida que la empresa creció, se constituyó legalmente como "Jabonerías Hada Ltda.", dedicada a la producción artesanal de jabones para lavar ropa, con un enfoque en la calidad para competir en el mercado. Sin embargo, los comienzos fueron difíciles: en su primer año, la empresa quebró y sufrió un incendio que resultó en pérdidas totales.

Gloria Posada insistió para que su marido no se rindiera. En 1958, trasladaron su producción al barrio Campohermoso y, posteriormente, al barrio Persia en Manizales. Su persistencia los impulsó a buscar capital para industrializar la producción, abriendo la empresa a nuevos socios como accionistas. En 1962, la empresa se constituyó como sociedad anónima, Jabonería Hada S.A., y los nuevos recursos les permitieron modernizar la planta mediante la importación de maquinaria europea que posibilitaba procesos innovadores en la fabricación del jabón. De esta manera, la fábrica se tecnificó y modernizó, transformando el proceso artesanal de fabricación en uno automático.
En 1965, lanzaron el jabón para lavar ropa Superbola, un éxito que les permitió expandir sus ventas a casi todo el país. Continuando con la diversificación de su línea de productos, lanzaron el primer jabón cosmético, Cristalino, que se convertiría en la línea que marcaría a la empresa y le permitiría ubicarse entre las mayores productoras de jabones del país.
Desde los años 60´s su crecimiento ha sido imparable
A finales de la década de los 60, implementaron una planta para la destilación de glicerina como complemento a la producción de jabón de lavar, que seguía siendo importante en su portafolio. La década de los 70 fue de gran crecimiento, gracias a la producción de jabones de tocador con marca propia, lo que les permitió consolidar su posición en el mercado nacional. Paralelamente, comenzaron a desarrollar técnicas para una producción eficiente de jabones de tocador para terceros, permitiéndoles fabricar para reconocidas marcas nacionales e internacionales, así como para cadenas hoteleras.
Finalmente, a principios de los 80, la empresa decidió abandonar la producción de jabones de lavar y enfocarse exclusivamente en jabones cosméticos. Su horizonte era la exportación, así que en 1988 le apostaron a la primera exportación de jabón Cristalino hacia el mercado étnico latino del estado de Florida, Estados Unidos, y posteriormente a Perú, Ecuador y Venezuela. A finales de siglo, la marca Cristalino había logrado ubicarse entre las tres principales marcas en la categoría de jabón de tocador en Colombia.
El cambio de siglo marcó también el cambio a jabones de aceite de palma
A principios del siglo XXI, en 2004, anticipándose a la tendencia mundial, adoptaron el uso exclusivo de aceites y grasas de origen vegetal, con un 100% de aceite de palma para la fabricación de sus jabones, abandonando así la materia prima de grasa animal sólida. El hecho de que Colombia no haya deforestado selva para cultivar palma y que le empresa ponga especial cuidado en que su materia prima provenga de cultivos de palma sostenible, les ha permitido producir jabones para marcas respetuosas con el medio ambiente. Siguiendo esta política, la empresa ha logrado ser carbono neutro en su producción, estableciendo alianzas con jardines botánicos, sembrando árboles y realizando mejoras en sus sistemas eléctricos.
En 2005, nació la unidad de negocios dedicada a la fabricación de jabones para satisfacer la demanda hotelera en Colombia, que se complementaría unos años después con la producción de productos líquidos para el aseo personal y del hogar, incluyendo champús, geles de ducha, jabones líquidos y enjuagues bucales. Dos años más tarde, construyeron un centro de distribución en La Enea, Manizales.
Mauricio Trujillo Posada, hijo de Mauricio Trujillo Correa (quien falleció en 2022 a los 90 años), ha asumido el liderazgo de la empresa. Es ingeniero químico de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, y fue vicepresidente ejecutivo durante varios años. Le acompaña su hija, Eugenia Trujillo Villegas, quien se ha ocupado de temas de sostenibilidad y comunicaciones.
Internacionalización con plantas en Barranquilla, México y Ecuador
La internacionalización del Grupo Hada se impulsó en 2015, con la expansión de sus operaciones a Barranquilla, específicamente a la zona franca de Cayena, donde opera la planta productiva de jabón cosmético en barra, llamada Hada Internacional. Este movimiento fue fundamental para aumentar su capacidad de producción y alcanzar nuevos mercados en América Latina. En 2020, la demanda los llevó a ampliar la planta, que pasó a tener unos 25 mil metros cuadrados, y actualmente se están construyendo otros 30 mil metros cuadrados.

En enero de 2016, aprovecharon el retiro del gigante catalán Puig de su división de higiene, para enfocarse en la moda y la perfumería. Puig, cliente de Hada durante más de 40 años, especialmente del jabón de tocador Heno de Pravia, les vendió sus plantas de manufactura de jabón cosmético en barra, fragancias y productos líquidos para el cuidado personal, ubicadas en Tepotzotlán y Cuautitlán Izcalli, México, ahora bajo el nombre de Cosméticos Trujillo. Esta compra, que se enmarcaba dentro de su plan de reestructuración y expansión, permitió a Hada encargarse de la elaboración en México de algunos de los productos de Puig, de marcas como Carolina Herrera, Nina Ricci, Paco Rabanne, Jean Paul Gaultier, Antonio Banderas y Shakira.
Casi al mismo tiempo, el Grupo Hada conformó un consorcio con Industrias Ales, empresa líder en productos de limpieza y comestibles en Ecuador, para la construcción de una planta de producción de jabón cosmético en barra en Manta, Ecuador, denominado Consorcio Hada Ecuador.
Toda su producción es para terceros y un 90 % se exporta
El Grupo Hada cesó la producción de su propia marca, enfocándose en la fabricación para grandes marcas nacionales e internacionales, con un enfoque netamente exportador. Este modelo les ha permitido alcanzar una producción de 7 mil toneladas de jabones en barra, tocador, base y productos líquidos, mediante contratos de manufactura con importantes multinacionales en Estados Unidos.
Del total de su producción, el 90% se destina a la exportación, mientras que el 10% restante se comercializa en Colombia. Del porcentaje exportado, el 80% se dirige al mercado estadounidense, y el resto se distribuye en otros 22 países. Entre sus clientes se encuentran marcas como Dial (para el grupo alemán Henkel), Colgate, Olay (de Procter & Gamble), la brasileña Natura, Jerónimo Martins Colombia, Grupo Cala, Mercadería y Johnson & Johnson, entre otras.
En 2022, implementaron una política de 4 días laborales a la semana para su personal administrativo. Toda la planta administrativa trabaja hasta el jueves y descansa los viernes, sábados y domingos, excepto cuando el lunes es festivo, en cuyo caso se trabaja el viernes. En el área de producción, el descanso dominical es fijo y se suman otros dos días libres al mes.
El Grupo Hada mantiene en Manizales su sede corporativa, el área de investigación y desarrollo, y la empresa Hada S.A., dedicada al comercio mayorista, cuyas ventas alcanzaron los $65.680 millones en 2023. La planta de producción ubicada en la zona franca de Las Cayenas en Barranquilla, denominada Hada International, registró ventas por $610.484 millones en el mismo año.