La desesperación de Duque por dejar de ser presidente
Opinión

La desesperación de Duque por dejar de ser presidente

Los que lo conocen saben que estos cuatro años han sido la peor pesadilla que ha vivido. A la larga, Duque terminó siendo otra víctima de Uribe

Por:
marzo 10, 2022
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.

En marzo del 2018 las encuestas presidenciales mostraban a Petro en el primer lugar con 26 puntos y, con dos menos, Iván Duque le respiraba en la nuca. En ese momento eran pocos los colombianos que habían escuchado hablar de uno de los senadores del Centro Democrático con mayor proyección. No tenía la cantinela encendida de los fanáticos que han seguido al presidente eterno e, incluso, asumía una posición blanda –si se le comparaba con la Cabal- con temas espinosos como la implementación de los acuerdos de paz de La Habana. En ese momento a Duque le alcanzaba con el odio que buena parte del país le tenía a Petro y con el respaldo de Uribe, cuyo teflón parecía a prueba de balas. El estribillo de Vota por Duque si no quieres convertirte en Venezuela le alcanzó para llegar a la presidencia.

Los que no caímos en la trampa sabíamos que estábamos en las peores manos. Hay que ser un genio para ser un buen gobernante antes de cumplir 45 años, era evidente que a Duque le faltaban seis millones de neuronas para serlo. Y las cosas que ya empezaban a salir mal, la incapacidad para generar empleos, la falta de incentivos económicos para la pequeña y mediana empresa, las relaciones internacionales, la reanudación de la guerra, la defectuosa implementación de los acuerdos de La Habana, en donde no hubo risas y sí se hicieron trizas, se acentuaron aún más con el tema de la pandemia.

________________________________________________________________________________

De Hassam  fue la idea de gastarse $6.300 millones para que los colombianos, arrinconados por la pandemia, tuvieran como único consuelo ver a las seis de la tarde al presidente

_______________________________________________________________________________

Entonces descubrimos que el peor error de Duque era lo mal asesorado que estaba. Con la excepción de Fernando Ruiz, el resto mostraron la peor cara de los que es ser un tecnócrata joven. Sin embargo, la peor aberración que cometió Duque fue haber contratado a Hassam Nassar, un personaje de vodevil a la que sólo un gobernante tan obtuso como este puede tomarse en serio. De él fue la idea de gastarse, en medio de la peor crisis y económica de la historia de este país, 6.300 millones de pesos para que los colombianos, arrinconados por la pandemia, tuvieran como único consuelo ver todos los días a las seis de la tarde al presidente. Los discursos de los líderes han sido fundamentales para mantener el valor de un pueblo. Gracias a la radio Charles De Gaulle pudo inspirar a los franceses a soportar la ocupación nazi y aupar a la Resistencia en Lyon a ser un verdadero dolor en el culo para los SS, ni hablar de los discursos de Castro en las horas previas y posteriores a Bahía de Cochinos y en este momento la figura de Volodomir Zelenski pasó de ser la de un payasesco presidente con pasado de actor al guerrero que se le enfrenta a Putin. En las crisis los gobernantes muestran sus verdaderas dimensiones. En ese sentido Duque es un gnomo. El único que no sabía de lo ridículo que era Hassam y si nombramiento en la Casa de Nariño era su jefe. Es que hasta Vicky sabe quién es ese man y lo dijo públicamente y a los gritos.

Y en vez de esconderlo Hassan lo expone para convertirlo en alimento de innumerables memes. Duque con un Ushanka gritando Ajúa, Duque, en pleno entierro de Carlos Holmes, nostalgiando con “así lo quería” Duque diciendo Polombia,  Duque frente a un micrófono. Si yo fuera el asesor de Duque lo convertiría en un misterio, como hacía el aparato de propaganda soviético con sus líderes menos carismáticos. Darle un programa de televisión a Duque es exponerlo. Es convertirse en su principal enemigo. A Duque hay que taparlo con placas de acero, como hicieron con el reactor nuclear en Chernobil, que ni una sola de sus partículas se mezcle con el aire.

Por eso es que se ha hastiado. Dicen que está aprovechando sus últimas salidas al exterior para conseguir puesto lejos de la película, en una universidad si es posible y, cobijado por Jeff Bezos, convertirse en un referente de la lucha por la conservación del medio ambiente a nivel mundial.

Política nada. Existe el santismo, el uribismo, el pastranismo, el samperismo, el gavirismo pero jamás el duquismo. Duque se va como lo que fue, un tipo prematuramente avejentado que cayó en las garras de un maestro que prematuramente lo quemó.

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Un espectáculo tan impresionante como la Esfera de Las Vegas se presentará en Bogotá

Un espectáculo tan impresionante como la Esfera de Las Vegas se presentará en Bogotá

La traición que más le duele a Vargas Llosa

La traición que más le duele a Vargas Llosa

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--