¿Detrás de la MANE hay intereses de partido?

¿Detrás de la MANE hay intereses de partido?

Al parecer, sus integrantes replican el discurso del Polo Democrático tal cual

Por: Eduardo del Río Amador
noviembre 05, 2014
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¿Detrás de la MANE hay intereses de partido?

En las últimas semanas, la Mesa Amplia Nacional Estudiantil MANE, ha retomado su actividad de movilización para oponerse al llamado “Acuerdo por lo Superior” presentado por el gobierno nacional. El acuerdo no constituye una ley, sino lineamientos generales para orientar la política pública de educación superior. La MANE había estado dormida desde que logró hundir, mediante masivas marchas a nivel nacional, el proyecto de reforma a la Ley 30 de 1992, que introducía el ánimo de lucro dentro del sistema educativo.

En Colombia es una costumbre de vieja data, aquella mediante la cual los distintos partidos políticos de izquierda, que enarbolan las banderas de la lucha de masas, formen dentro de sus filas a jóvenes universitarios con el fin de posicionarlos como líderes estudiantiles. Desde que tengo memoria, los líderes estudiantiles casi siempre pertenecen a organizaciones como la Juventud Comunista JUCO (del Partido Comunista de Colombia), la Juventud Patriótica JUPA (del MOIR), la Organización Colombiana de Estudiantes OCE (también del MOIR), la Federación Colombiana de Estudiantes FEU, entre otras.

¿Es legítimo o lícito que los líderes estudiantiles pertenezcan a un partido político? Desde luego que no hay nada de malo en ello. Es de lo más normal, dado que un joven líder es un sujeto políticamente activo, que con seguridad posee un criterio propio y definido sobre la situación de su país, y puede identificarse con la línea de pensamiento de algún partido político. Sin embargo, hay que hacer una clara diferenciación. Un líder estudiantil, si bien puede pertenecer a un partido político, en tanto líder estudiantil actúa en representación de los estudiantes, una comunidad o conglomerado social que no necesariamente se adhiere al pensamiento del partido político al cual pertenece el líder estudiantil. Si bien el joven líder puede militar en la formación política que desee, los principios doctrinales de dicho partido, así como las actividades de proselitismo en favor del mismo, no deben nunca ingresar en la esfera del movimiento estudiantil, y mucho menos tomar el movimiento estudiantil como un instrumento de actividad partidista.

Dentro de la democracia, existen los principios de independencia y transparencia, mediante los cuales las actividades de un movimiento social o un gremio (movimiento estudiantil) se diferencian de las actividades de un partido político. Para ilustrar mejor el argumento me permitiré utilizar tres ejemplos: un ejemplo ilustra el concepto, y los otros dos son ejemplos prácticos. Antes de dar el ejemplo conceptual, debo pedirle al lector que no confunda mis palabras o mis intenciones, porque el ejemplo involucra a las FARC. En ningún momento voy a sugerir que los partidos políticos legítimos dentro de la democracia, los cuales pueda mencionar a lo largo del artículo, se asemejan de ninguna manera a las FARC. Solo me sirve para ilustrar los principios de independencia y transparencia.

En el libro publicado por el Grupo de Memoria Histórica de la CNRR “Luchas campesinas y reforma agraria: Memorias de un dirigente de la anuc en la costa caribe”, un líder del movimiento campesino relata algunos aspectos y problemáticas que surgieron con la llegada de las FARC a la región donde ellos habitaban:

“Cuando las guerrillas entraron a la región, la pregunta obligada es si hubo respeto hacia la organización campesina. Puedo responder que en un comienzo sí lo hubo. Nosotros debatimos con ellos y exigimos respeto. Por otro lado, los alzados en armas querían que la anuc fuera exclusivamente gremial, sugerencia a la que tuvimos que negarnos porque los Usuarios Campesinos teníamos que sentar una posición política en contra de un sector de clase concreto, los terratenientes. Así, les explicamos que la Asociación manejaba una línea de clase, no una línea de partido como ellos querían, por lo que no podíamos recibir las directrices de partido que querían imponernos; ahora bien, no se puede negar que algunos grupos alzados en armas participaron de alguna forma en la organización campesina, pero su presencia era mínima en algunos sectores de la masa, mas no en la dirección de la anuc”. [1]

Tal como se relata, los alzados en armas exigieron al movimiento social campesino que se comportaran exclusivamente como movimiento gremial y adoptaran los lineamientos políticos que impusiera la dirección de las FARC, a lo cual, los campesinos se negaron, pues, si bien tenían intereses comunes en la defensa de la tierra, el movimiento campesino obedecía sus propios dictámenes, exclusivamente ligados al problema con los terratenientes, fuera del cual, no tenían por qué acatar intereses políticos de una cúpula que nada tenía que ver con ellos.

De eso se tratarían los principios de independencia y transparencia. Un movimiento social puede o no simpatizar con un partido político, pero dicho movimiento debe mantener sus posturas políticas de manera independiente y sin intereses partidistas involucrados. Cuando un partido político pretende capturar a un movimiento social, estamos ante un caso de infiltración y manipulación con intereses particulares, desligados del movimiento social.

Ahora los ejemplos prácticos. Vamos al otro lado del espectro ideológico.

Daniel Raisbeck es reconocido abiertamente y ante la opinión pública como un joven líder del partido conservador. Una de sus principales actividades políticas recientes, ha sido la de representar a los padres de familia cuyos hijos han recibido educación pública bajo la modalidad de los colegios en concesión. A tal punto que él hace las veces de vocero en medios de comunicación y les ha ayudado a organizar la Asociación de Padres de Colegios en Concesión.

En este ejemplo, no se han violado los principios de independencia y transparencia. Raisbeck siempre actúa a nombre de su partido político, en representación de un sector de la ciudadanía, para un asunto específico (los colegios en concesión). Raisbeck es un colaborador de los padres de familia, quienes a su vez son el verdadero corazón del pequeño gremio, y que no obedecen a intereses particulares del partido conservador. Cualquier tema por fuera de la educación de sus hijos, la Asociación no tiene ninguna relación con Raisbeck ni los conservadores, cuando no sea por voluntades individuales y expresas. Un ejemplo claro de democracia representativa y organización de la sociedad civil.

Otro ejemplo es el de la organización Corpovisionarios, creada y promovida por Antanas Mockus. Esto va un poco más lejos. Corpovisionarios es un centro de pensamiento, un Think Tank, que busca promover las ideas y principios de la cultura ciudadana. A pesar de ser un conglomerado fundado por el reconocido líder del Partido Verde, y que promueve ideas afines a dicho partido, Corpovisionarios no pretende representar a ningún sector poblacional en específico, y mucho menos, hacer proselitismo político en favor del Partido Verde.

¿Por qué pongo estos ejemplos? Porque la MANE ha incurrido desde su gestación (al menos sus voceros principales), en prácticas que van contra la independencia y la transparencia democrática, y más que movimiento estudiantil, se comporta como un instrumento de lucha política de partidos políticos de izquierda, en específico del MOIR (Polo Democrático), la Marcha Patriótica, el Partido Comunista de Colombia, la Unión Patriótica, y el movimiento País Común (movimiento indígena dirigido por Feliciano Valencia).

Como ya he mencionado, no hay ningún problema en que estos jóvenes sean militantes del partido político con el que más se identifiquen. Lo que no es aceptable, y que viola los principios de independencia y transparencia, es cuando utilizan la situación en la que se encuentra la educación pública del país, situación que no solo los partidos de izquierda deploran, para introducir criterios partidistas y temas ajenos a la educación, entre la ideología del movimiento estudiantil, y peor aún, para hacer actos de proselitismo.

Pongo unos ejemplos rápidos. Los voceros de la MANE que pertenecen al Partido Comunista (a través del MODEP), como Jhon Alexander Mosquera, Andrés Rincón y Felipe Marín, utilizan los espacios de discusión de la MANE para respaldar el proceso de paz, la inserción de los futuros desmovilizados, y la necesidad de un frente amplio por la paz. Los pertenecientes a la Marcha Patriótica, como Jairo Rivera, Julían Rubio y Oscar Aponte, hablan sobre hacer una asamblea nacional constituyente, y sobre reformar el estatuto estudiantil para permitir que los estudiantes puedan participar en la “cátedra de la paz” en el posconflicto. Los jóvenes del MOIR (a través de la OCE), como Sergio Fernández, Juan Sebastián López, Amaury Núñez, e Inti Mesías, aprovechan los espacios de divulgación para promover la “oposición al gobierno de Juan Manuel Santos, los TLC, y el negocio de las EPS”.

Todas estas son líneas ideológicas claramente partidistas, al margen del problema de la financiación de la educación pública. La evidencia existe y puede consultarse en las redes sociales.

He seleccionado unos recortes de intervenciones de algunos jóvenes voceros de la MANE, pertenecientes al MOIR, para demostrar cómo utilizan dichos espacios dentro del movimiento estudiantil para servir de megáfono a las ideas políticas del Polo Democrático y en particular de Jorge Enrique Robledo. No se trata de un hecho menor, o de simple simpatía ideológica. Sergio Fernández, no es un simple simpatizante o militante del Polo, es miembro del Consejo Ejecutivo Nacional de ese partido. De la misma manera, Amaury Núñez es miembro del Consejo Ejecutivo del Polo en Antioquia. Es decir, son dirigentes del partido, y cuesta trabajo confiar en que puedan desligar la lucha política que dirige el Polo, de los intereses del movimiento estudiantil.

Obsérvese que en el siguiente video, los jóvenes voceros de la MANE no se limitan a compartir las ideas de Robledo: casi que las repiten. Si Andrés Felipe Arias era un Uribito, estos vienen siendo unos Robleditos.

Creo que la evidencia es bastante clara.

Para terminar, me gustaría hacer un par de observaciones.
• Se equivocan Amaury Núñez y Juan Sebastián López al decir que somos el tercer país más desigual del planeta: somos el décimo (sin contar que hay 17 países sobre los cuales no hay información). Hay países más ricos que nosotros y que son más desiguales, como Sudáfrica, y países menos ricos que son menos desiguales, como Ruanda, Surinam, Kenya, Uganda y Camerún (hay igualdad de pobreza). También hay más pobres y más desiguales, con “gobiernos de izquierda”, como Bolivia y Honduras.
• Se equivocan al afirmar que el paro agrario es consecuencia del TLC (algo en lo que se equivocan hasta los mismos campesinos). Los campesinos entraron a paro porque no podían vender a precio competitivo sin trabajar a pérdidas. Los costos de producción eran superiores al precio de venta de los productos importados. Pero estas importaciones no se dieron en el marco del TLC, que no había entrado en vigencia, sino de MERCOSUR (ese comercio entre iguales al cual no se opone el Polo Democrático). Las pérdidas de los campesinos fueron causadas por dos elementos: los sobreprecios a los insumos agrícolas, por lo cual la superintendencia sancionó a varias empresas de agroquímicos, y por las prácticas usureras y piratas de intermediarios financieros que le ofrecían préstamos a los campesinos poniendo de garantía sus tierras. Los campesinos prestaron para mantenerse a flote, pero la convergencia de estos factores desfavorables los llevó a perder sus tierras y la ruina.
• Se equivocan al afirmar que la pobreza del campo en Colombia fue causada por la apertura y el libre comercio. Si el campo es pobre no es por el coco del neoliberalismo. En el campo hay alrededor de 12 millones de habitantes, de los cuales 4 millones han sido desplazados por el conflicto armado y despojados de sus tierras (su único patrimonio y medio de trabajo), mientras gran parte del resto se encuentran bajo el dominio de grupos armados ilegales. Pero sí es cierto que los gobiernos han dejado abandonados a los campesinos, estimulando únicamente proyectos agroindustriales y no la producción a pequeña y mediana escala.
• Se equivocan al afirmar que la desigualdad en Colombia es producto del neoliberalismo. La desigualdad en Colombia es producto del centralismo político. La desigualdad en Colombia se refiere a la disparidad de ingresos que existe entre las ciudades y las comunidades rurales. Entre las distintas ciudades, el nivel de ingresos es muy parecido, así como lo es entre los distintos municipios rurales. Pero entre ciudad y campo hay una gran brecha. Esto es causado por el hecho de que el 80% del presupuesto nacional se queda en Bogotá, y el resto debe repartirse entre los demás departamentos. Es un problema que se resuelve promoviendo la descentralización y combatiendo la corrupción en las regiones, la cual impide que se hagan las inversiones de la política social (acueductos, servicios básicos, colegios y escuelas, proyectos de empleo).

Los problemas son reales, pero el diagnóstico que hacen es falso. En política, a eso se le llama DEMAGOGIA. Pescar en río revuelto.

REFERENCIAS

[1] Luchas campesinas y reforma agraria: Memorias de un dirigente de la anuc en la costa caribe. Cap 6. Las guerrillas y el inicio del colapso total de la organización campesina, p.166. Jesús María Pérez. 2010. Grupo de Memoria Histórica de la CNRR.

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