“¿Cómo garantizar la vida? Nunca no los han preguntado y es lo primero que debe de hacer una autoridad”

 “¿Cómo garantizar la vida? Nunca no los han preguntado y es lo primero que debe de hacer una autoridad”

Sigue ‘Camino a la Alcaldía de Bogotá’ con el general Vargas, del partido Cambio Radical. Aquí sus propuestas de seguridad,,transporte y su pasión por el servicio

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octubre 28, 2023
 “¿Cómo garantizar la vida? Nunca no los han preguntado y es lo primero que debe de hacer una autoridad”

Jorge Luis Vargas, actual candidato a la Alcaldía de Bogotá por el partido Cambio Radical,se sentó en este espacio para conversar sobre su trayectoria política, su programa de gobierno,  sus propuestas innovadoras y cómo espera ganar la carrera para llegar a la Alcaldía de Bogotá por el periodo 2024-2027.

Las 2 Orillas: Jorge, empecemos hablando sobre su amor por la institución. ¿En qué momento de su vida sucedió?

G.V.: Mi papá fue policía y mi abuelo Sargento Mayor del Ejército, de manera que toda la vida estuve en el medio, por: sus amigos, estudié con hijos de policías, viví en casas fiscales, estudie con hijos de policías y militares toda mi vida; desde que tengo memoria.

La primera memoria que tengo es en el barrio La Perseverancia. Claro, era diferente, yo podría salir de chino a jugar hasta la noche sin problema. Acompañaba a mi mamá a la plaza de mercado. Esas son las primeras memorias mías como ser humano, cargando el canasto por allá en 1971-1972. Después que se llevó a cabo Mayo del 68, el hippismo y la primavera francesa. Fueron años templados en Bogotá, dentro de las universidades públicas, con mucho ambiente contestatario y de mucha violencia; tanto así que nos pusieron una bomba en una ocasión.

Yo vivía en una casa fiscal que quedaba en la parte de atrás de la estación de La Perseverancia, imagínese la época, años en los que había unas ratas enormes. Pero bueno, crecí en medio de un ambiente en el que se hablaba sobre el problema de la delincuencia, el contexto del país y la política. Terminé enamorado de esto.

Las 2 Orillas: Creció escuchando historias de la época de la violencia. ¿Cómo recuerda esas narrativas cargadas de muchos momentos trágicos y sentimientos arraigados?

G.V.: Toda mi generación de 1960 a 1970, lo vivimos. Mi papá fue alcalde militar de Urrao y trabajó en Palmira en los años 50 y 60 como subteniente y teniente. Claro, por aquellos años estaban a flor de piel esos remoquetes de la violencia conservadora y liberal, que desencadenó en la muerte de Jorge Eliécer Gaitán y en una violencia partidista. Luego, llega una nueva violencia con un agravante: la guerra fría de por medio. Hasta 1948 no había guerra fría, el comunismo era cosa de un territorio alejado, sin problema.  Sin embargo, después, cuando llegó, fue un mundo diferente, donde dos potencias se luchaban una contra otra. De ahí que muchos liberales optaran por un camino armado y por una postura marxista leninista como las FARC y el ELN.

Las 2 Orillas: Por aquella época, fue muy famosa la música del Rock and Roll. ¿Se acuerda de algunas bandas que marcaron para usted un antes y un después en su vida? 

G.V.: Claro, yo crecí escuchando Los Panchos, Julio Jaramillo, Garzón y Collazos, entre otros. Nacimos viviendo esa música, luego llegaron The Beatles y Diana Ross, años maravillosos.

Las 2 Orillas: Por aquellos años, escuchando este tipo de música y con una familia militar. ¿Cómo fue el encuentro con la disciplina y con el entretenimiento?

G.V.: Bueno, lo mío fue una aproximación a lo público durante toda mi vida, viéndolo como un servicio a partir de una institución que hace parte de la sociedad. La policía, en ese contexto, es como pez al agua. ¿Por qué? Porque permite la convivencia en este país, marcado por un profundo arraigo en el conflicto y la guerra interna que hemos tenido. Eso ha ocasionado que los valores se distorsionen. Claro, en este momento, podemos ver que los ciudadanos tienen unos derechos, pero también unos deberes. Un paquete completo que implementó Antanas Mockus cuando fue Alcalde de Bogotá.

Claro, imagínese la escena y ahora agréguele que yo veía noticieros de pequeño, eso no era normal. Pero, me acuerdo de todos los presentadores de esa época: Arturo Abella, Silva, Mauricio Góméz, entre otros. Fue un despertar que me hizo interesarme hacia lo público, pero siempre con los lentes de la policía.

Las 2 Orillas: ¿Fue en ese momento que decidió ingresar en la Escuela Francisco de Paula Santander?

G.V.: Fue un proceso de debate por el perfilamiento de vida que me fue interesando, que las ciencias sociales me fueron interesando mucho en el colegio: la historia, la geografía, la cívica y el español. Me iba muy bien en matemáticas, pero me gustaba mucho imaginar qué pensaba Santander o Bolívar. No en vano, leí bastante la Revolución Francesa, autores como Rousseau, artículos en la materia y en la conformación de Estado.

De pelado  empecé a pensar que mi vida sí era la policía, aunque lo fui madurando hasta 11; un año muy importante porque fue en ese momento en el que le comenté a mi papá mi decisión de vida y no le gusto porque a él le tocó difícil: enfrentar amenazas, bombas, combates a la delincuencia, los traslados y no quería que yo tuviese todas esas dificultades en mi vida. Súmele que mi papá llegó a general y los enemigos internos eran fuertes. De hecho me recomendó estudiar medicina, pero realmente era algo para desviarlo y con el tiempo le fue comentando la idea. Sin embargo, él me insinuó que lo cambiara por la Armada Nacional. Fue difícil, ni él ni mi mamá querían. Claro, es una vida de muchos retos

Las 2 Orillas: ¿Leyendo esos autores que me comentaba y el contexto político a su alrededor, considera que lo influenció para soñar con un cambio en la institución de sus sueños?

G.V.: Por supuesto, revolucioné la institución con un cambio de uniforme mucho más civil y acorde a los estándares internacionales. De hecho, creo que las palabras revolución e innovación están ligadas entre sí.

Las 2 Orillas: Ahorita hablamos de Santander y Bolívar. ¿Cuál de los dos preferiría? ¿El centralismo o el federalismo?

G.V.: Santander, me he leído varias biografías de él y una que me gustó mucho fue la de Pilar Moreno, es una biografía muy completa de casi 1000 páginas, donde se encuentra bibliografía completa con cartas y actores que soportan el momento en el que vivió. Me siento más identificado con el surgimiento de la República que tenía Santander que Bolívar, aunque reconozco su sueño de independencia, más no de conformación de Colombia como nación.

Las 2 Orillas: ¿En qué sentido?

G.V.: Bolívar se la jugó por un sueño, combatió a España para que tengamos independencia y logró conformar un gobierno. Ahora, la forma cómo esperaba que quedara conformado es muy diferente a la que tenía Santander.

Las 2 Orillas: En ese sentido, ¿cómo se imagina el Estado colombiano y sus entes territoriales?

G.V.: Basado en las leyes y en la representación del pueblo, para que de ahí emanen todas las leyes. Claro, en la época de Santander y Bolívar no había una democracia directa, los derechos de las mujeres estaban reducidos y ni siquiera había internet. La misma formación de quiénes tomaban las decisiones y, bueno, la idea de la Gran Colombia al final fue estropeada por Bolívar y Páez. Yo me identifico con la democracia que nace y con la Constitución Política de 1991, no en cambiarla como quiere Petro para complacer al ELN. No, no estoy de acuerdo.

Las 2 Orillas: En breve hablamos sobre violencia en Colombia, de ser elegido Alcalde… ¿Cómo desescalar esa confrontación que está implícita en el lenguaje?

G.V.: Hay varias cosas, pero empezaré hablando sobre Paz. ¿Quién quisiera estar en contra de este concepto? Nadie, es una de las palabras más bellas para un político, pero al abordarla en el tema lingüístico y su aplicación a la realidad hay que hacerlo al rededor de la Constitución.

Las 2 Orillas: ¿Una paz normativa?

G.V.: Alrededor de la Constitución Política de 1991, por ejemplo, el Clan del Golfo son delincuentes. Luego, entonces, ¿aplico el código penal? ¿Dónde queda? No, a ellos hay sometimiento y persecución. Cuando Petro habla de Paz Total es tan bello, pero es un discurso, no necesariamente es un discurso real. Este grupo no tiene un fin político, como las FARC o el ELN,  estoy seguro de que Otoniel no lo tenía. Estuve detrás de él once años y lo conozco con absoluta claridad. Ese caso, por ejemplo, va en contra de la realidad, no del ordenamiento jurídico. Entonces, cuando hablamos de paz, debemos de precisar que sea real. Cuando fallan los proceso de paz es porque ha chocado con algunas realidades, porque son acuerdos de voluntades y por eso fracasan. La paz de Petro, es discursiva. Nosotros queremos aproximar la paz y la reconciliación a los territorios.

Yo no voy a hacer la paz con delincuentes, a ellos debe de haber persecución punitiva por parte del Estado, que el delito sea perseguido o no para que los pongamos como ejemplo. Para que haya Estado tenemos que seguir la Constitución Política de 1991, es la formación básica de lo que somos y de lo que nos hace llamar Colombia.  La propuesta de Bolívar de paz con las pandillas y con los delincuentes, por ende, choca con la realidad.

Las 2 Orillas: Como alcalde no está en la facultad de organizar proceso de paz, pero qué acciones podría llevar a cabo para implementar su concepto de paz? 

G.V.: Voy a cumplir la ley 718 si Bogotá es tocada por temas del proceso de paz. Pero, un alcalde debe de asegurar un ponto de convivencia para el respeto de la dignidad humana. Eso lo vamos a hacer, no lo otro de Petro y Gustavo Bolívar.

Las 2 Orillas: En ese sentido, usted haría un proceso de reconciliación con los jóvenes que resultaron heridos en el estallido social del año 2019-2021?

G.V.: Por supuesto, es que muchos jóvenes han sido instrumentalizados por un mensaje de odio contra el Estado, primero desde el discurso del presidente Gustavo Petro y luego con la campaña del Pacto Histórico. Desde hace 10 años stand diciendo que el estadio odia a hombres y mujeres. Luego, entonces, el estallido social solamente representa otro capítulo en sus narrativas: del Estado oligarca, el Estado de odio hacia la juventud, la instrumentalización, etcétera.

Hubo delincuentes de cualquier edad que cometieron delitos, no había jóvenes como tal, eran delincuentes que tenía una misión. Nosotros teníamos que actuar contra los delitos que se estaban cometiendo, de lo contrario es una omisión. Eso está escrito en el código penal. Claro, suena más bonito convertir el tema en algo bonito, en un sueño ideológico, pero la realidad es más complicada que eso.

Las 2 Orillas: ¿Para usted el estallido social representa el mismo significado que el estallido de violencia? Le he escuchado este tema en el pasado y quisiera que lo aclarara…

G.V.: No, el estallido social es uno y el violento es otro. El primero no tiene ningún problema, ya era policía y solamente tenía que hacer cumplir el código. Por eso lo protegimos y lo garantizamos, de ser alcalde buscaré los mecanismos que garanticen la paz y la reconciliación. Pero, eso es muy diferente al estallido de violencia del que comenté previamente.

Las 2 Orillas: Tengo varias versiones sobre lo que ocurrió en esos dos años, pero quisiera conocer la suya. ¿Cómo vivió lo que usted llama el estallido de violencia? 

G.V.: Un gran reto de garantizarle a los ciudadanos su derecho a la movilización  sana y pacífica. Fíjese, en el código hay dos delitos , pero la violencia, como tal, como concepto, no es un delito. Es un concepto criminológico, sociológico y semántico. En ese orden de ideas, mi responsabilidad era hacer cumplir la ley conforme a los DD.HH, garantizar la dignidad y, por otro lado, capturar a los delincuentes.

Las 2 Orillas: Fueron noches muy largas, ¿cómo fue su relación con su familia?

G.V.: Casi no los vi, fueron tres meses en los que dormía en la dirección general y en los aviones; de Bogotá a Medellín y devolverse en la misma jornada. Llegaba a las tres de la mañana a comer algo y caía rendido. Tengo la consciencia muy tranquila de obrar moralmente, legítimamente y de actuar responsablemente. Jamás di una orden que vulnerara la dignidad de las personas.

La misión de la policía está claramente definida el artículo 18 de la Constitución, la Policía Nacional es un cuerpo de naturaleza civil, a cargo del Estado. Es un cuerpo armado que tiene como finalidad la seguridad, la tranquilidad y la convivencia.

Las 2 Orillas: Usted ha estado en Operación Fénix, Operación Milenio y en el desmantelamiento de varios narcotraficantes. ¿Cómo ha sido su trasegar por estos temas de inteligencia?

G.V.: Exactamente, son temas de inteligencia e investigación. ¿Cómo? Inteligencia para conseguir información e investigación para la orden de captura y llevarlos a la justicia. Son proceso metódico, organizados y de construcción lógica.

Las 2 Orillas: En su programa de gobierno está la Operación Autoridad, ¿de qué se trata? 

G.V.: Es una operación que tiene como propósito lograr en 100 días varias cosas, pero la fundamental es iniciar unas campañas contra siete organizaciones delincuenciales que están en el territorio y que Bogotá nunca había tenido en su historia. En 100 días buscamos dar los principales resultados para capturar, llevar a la justicia a los cabecillas y llegar a los principales sitios en donde se cometen delitos. Para ello, proponemos un  sistema articulado de recompensas, acciones concretas para  atacar la extorsión en cuatro en las localidades de la capital y disminuir los delitos recurrentes; capturando a los cabecillas y llegando a los lugares donde se cometen. Los jueces, sin la Ley de Seguridad ciudadana, se quedaron sin herramientas para legalizar delincuentes. No es que haya buenos o manos, son las herramientas jurídicas que están vigentes.

Hay que atacar de forma directa la reincidencia en Bogotá con la judicialización y la investigación, recuperar 100 entornos en donde son hotspot del delito e iniciar procesos de autorregulación y convivencia con frentes de seguridad.

Las 2 Orillas: ¿Por qué Cambio Radical?

G.V.: Es un partido de oposición que viene haciendo una labor seria en términos de seguridad con representantes en varias regiones del país que son serios.

Las 2 Orillas: Pasemos a otro tema, movilidad. Dentro de su programa de gobierno se prioriza una oposición al Corredor Verde. ¿Por qué?

G.V.: Tal como estaba concebido, no era para sacar la licitación, hay mucha oposición ciudadana y aspectos técnicos que deben de tenerse en cuenta. Debería tener una aproximación diferente al orden estratégico de la ciudad.

Las 2 Orillas: ¿Considera que Transmilenio gratis también es una propuesta que no le conviene a Bogotá?

G.V.: No porque no tenemos suficiente dinero y depender del presupuesto nacional es imposible. Mire, el presidente va a China y dice que ahora puede financiar una parte de la primera línea de metro. ¿De dónde sacó esos recursos? ¿Por qué lo hace de la noche a la mañana? ¿Los tenía escondidos? Se hubiesen usado para seguridad, temas sociales o inclusión social. O sea, eso es populismo de izquierda puro; estilo Evo, Correa o Kirchner. Crean consciencia a partir del subsidio.

Las 2 Orillas: En su programa también he visto que continuará con el Sistema Distrital del Cuidado, Jóvenes a la U y Parceros, tres estrategías que Claudia López logró desarrollar en su Alcaldía…

G.V.: Agregaría Manzanas del Cuidado, que es un programa bien concebido, de avanzada, que da oportunidad económica a la madre y que permite un desarrollo territorial donde quedan esas manzanas. Pero, no solamente vamos a contemplar a la mujer sino al hombre.

Las 2 Orillas: En cuanto a propuestas culturales, ¿Qué iniciativas pretende desarrollar?

G.V.: Bogotá es una ciudad que centraliza bastante la cultura, tenemos que cambiar eso, tenemos que llevar la cultura a diferentes localidades. Además de eso, descentralizar los deportes y los festivales. ¿Cómo no podemos hacer media maratón en Suba? Ciudades más pequeñas que suba hacen carreras 10K. Nuestra oferta es muy limitada. Nuestra idea es continuar los eventos grandes, pero vamos a mejorar el alcance, como que Sumapaz tenga un espacio para hacer ecodeporte.

Las 2 Orillas: Pasemos a otra área y corresponde a tecnología, ¿considera importante desarrollar la tecnología del sector público?

G.V.: Gran pregunta Sebastián, fíjese que los datos de Bogotá ni siquiera son inter operables. En el área de la salud, las historias clínicas no son compartidas. En el área de seguridad, la conectividad es escasa. Esa es una de mis prioridades, antes de avanzar, hacer inter operable el uso de datos. Es recurrente que en el área pública se avance de forma aislada entre entidades, pero buscamos que los datos sean públicos.

Las 2 Orillas: ¿Cree usted que con tantos debates se ha desvirtuado la esencia misma del ejercicio?

G.V.: Sí, de programa en programa quieren hacer algo diferente para tener rating. En diferentes espacios preguntan, en sentido figurado, por los pollitos azules y los rojos. En Estados Unidos hay tres debates, al día alcanzamos a hacer hasta cuatro. Aquí no es serio, hay preguntas sobre sí o no que no enriquecen la labor del servidor público. ¿Qué hacer para garantizar la vida? Eso nunca no los han preguntado y es lo primero que debe de hacer una autoridad y lo define la constitución. Ya uno sabe qué va a responder un candidato, es una cantidad de cosas que termina no teniendo sentido y terminamos ayudando al rating de ciertos canales o de organizaciones. Me imagino que a un canal le sube el rating y a una universidad el ‘caché’.

Las 2 Orillas: Pasemos a otra serie de preguntas más ligeras. Usted tiene un buen manejo del lenguaje corporal, ¿se ha formado en ello?

G.V.: No, creo que eso viene desde mi aproximación a la policía y a servir a la comunidad. Claro, en este país, con los problemas de guerra y el conflicto armado, se han credo diferentes orillas y lenguajes al rededor de eso; incluido el no verbal.

Las 2 Orillas: ¿Cuál es su libro favorito?

G.V.: Pick Up your Own Brass, es un libro de alta gerencia estratégica. Explica que el líder es el que tiene que dar ejemplo y no debe de esperar a que un subalterno tenga que limpiar las malas acciones que deja en su pasado. Ese libro es escrito por un exdirector del FBI y tiene tanto conocimiento profesional como experiencia.

Las 2 Orillas: Acaba de estrenar libro general, se titula: Así fue. ¿En qué momento empezó a escribirlo?

G.V.: Siempre he tenido, por temas legales, documentos sobre operaciones que son requeridas por la justicia. Por ese tipo de misiones es que toda la vida he guardado archivos, uno no sabe cuando lo van a llamar a un juzgado, a responder cómo fue la operación. Es normal que un policía tenga su archivo o backup y, bueno, decidí lanzarme a escribir porque son hechos que han cambiado la historia reciente de Colombia en muchos aspectos: la derrota de las FARC como organización, la derrota militar del ELN y  del narcotráfico. Además, me decidí a hacerlo cuando empezaron las novelas de narcotráfico que estaban elogiando a los delincuentes de héroes. Ahora, no lo crítico porque hace parte del mercado de la televisión privada de diferentes cadenas y empresas. Pero, no lo comparto y es por esa razón que decidí contar mi propia versión. Incluso, colaboré en varios de los libros de Germán Castro Caicedo. Por ejemplo, la Obra Oscura y Objetivo 4 fueron operaciones en las cuales yo participé.

Quería contarle al país todas esas realidades con el Clan del golfo, Mono Jojoy, Raúl Reyes y Alex Saab.

Las 2 Orillas: Con todas esas experiencias que me cuenta, ¿no ha temido por su vida?

G.V.: No, pero mi hijo mayor quería ser policía, aunque mi esposa no lo dejo. Yo me quedaba callado porque quería respetar la decisión de él. Al final decidió estudiar derecho y hoy vive en Francia. El papá de mi esposa es policía también y ella tenía la visión de mi mamá y mi papá; yo no quise influir en él. Tome la decisión correcta.

Las 2 Orillas: ¿Cómo le gustaría ser recordado?

G.V.:  Como un transformador, un innovador, un hombre de cambio que cumplió la ley que cree en los cimientos de lo que es Colombia; en la esencia de lo que somos. Esa creencia la transfiero al servicio público, no me gusta la plata, he vivido de mi sueldo toda la vida y creo en mis ideas. Creo en la Constitución y en sus artículos, los dos primeros son bellísimos y por eso me lancé. No es un cuento político, quiero ser autoridad y no quiero esperar un ciclo de vida para verlo. Quisiera que dijeran: ese tipo sí fue buen funcionario público.

Preguntas rápidas:

Las 2 Orillas: ¿Cuál es su música favorita?

G.V.: Me gusta todo tipo de música, pero prefiero música clásica, de los 70’s, 80’s, música de plancha y rancheras. Siempre escucho música cuando leo o estoy en el simulador.

Las 2 Orillas: ¿Cuál es su plan favorito en Bogotá?

G.V.: Antes era ir a cine y pedir: palomitas, perro caliente y coca-cola. Pero, la oferta del streaming cambió todo. Hoy es montar en bicicleta, correr y nadar.

Las 2 Orillas: ¿Cuál es su plan favorito en familia?

G.V.: Hace muchos años vemos con mi esposa los partidos de la NFL, vemos todos los partidos y tengo que confesarle que me gustan los equipos débiles; los que van de último en la tabla. Inclusive compartimos tarde compartiendo ese plan con familia y amigos.

Las 2 Orillas: ¿Cuántas horas duerme al día?

G.V.: Cuatro o cinco horas. Pero, duermo en los desplazamientos en carro.

Las 2 Orillas: ¿Algún placer culposo?

G.V.: He abusado de la lechona en esta campaña.

Las 2 Orillas: ¿Hincha de cuál equipo?

G.V.: Deportes Tolima. Mi esposa de Santa Fe, mi hermano de Millonarios y yo del Tolima, viví allá, fueron subcampeones y me enamoré.

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