Tras el fallecimiento del papa Francisco, el cónclave que elegirá a su sucesor se acerca rápidamente. Haciendo el análisis de redes mediante teoría de grafos, y con ayuda de la inteligencia artificial, se ha revelado quiénes son los principales candidatos a ocupar el trono de San Pedro. El cardenal sueco Anders Arborelius encabeza la lista, no solo por su perfil moderado, sino por su posición privilegiada dentro de las complejas relaciones entre los 133 cardenales electores.
La metodología del estudio modeló a cada cardenal como un nodo dentro de una red, conectados entre sí por vínculos de afinidad teológica, colaboración en proyectos, origen geográfico y otras relaciones significativas. A partir de esta estructura, se calcularon métricas de centralidad —como grado, intermediación, cercanía y vector propio— para medir objetivamente la influencia de cada cardenal en el conjunto. Estas métricas fueron combinadas en una puntuación única, que permitió identificar a los candidatos con mayores probabilidades de construir consensos en el cónclave.
Con una puntuación de 0.4605, Arborelius destaca por su alta centralidad de grado y cercanía, lo que sugiere una capacidad notable para atraer apoyos de diversas facciones. Le siguen de cerca Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia, y Fridolin Ambongo Besungu, arzobispo de Kinshasa. Esta diversidad de origen —Europa, África y Asia— refleja la globalización del Colegio Cardenalicio impulsada por el pontificado de Francisco.
Aunque la teoría de grafos ofrece una herramienta poderosa para entender las dinámicas de poder, la tradición vaticana recuerda que el cónclave siempre guarda espacio para las sorpresas. "Quien entra Papa, sale cardenal", reza el adagio, recordando que, al final, la elección del nuevo líder de la Iglesia Católica también depende de factores humanos y espirituales imposibles de predecir completamente.
También le puede interesar: