Un día como hoy hace 20 años me tocó cubrir la noticia del execrable asesinato de una persona noble y profesional que ejercía uno de los cargos más peligrosos
La respuesta de dos valientes mujeres fue descender del pequeño vehículo, extender sus brazos hacía los lados y gritar: ¡no nos maten!, ¡Somos derechos humanos!
La primera forma de resistir fue la lengua, escudo protector de las comunidades porque los actores armados, al no entender lo que decían, no los tocaban
La política del país se mueve por clanes familiares que se perpetúan en el poder para enriquecerse. Los Aguilar de Santander lanzan a una mujer a la escena pública
En Colombia, las víctimas están estratificadas. A los familiares de Galán les han dado becas, cargos diplomáticos, contratos. ¿Qué reciben las víctimas de a pie?