Hijo de tigre, sale pintado, y Sebastián Montoya, el hijo de Juan Pablo Montoya, es la máxima prueba de ello. El joven piloto colombo-estadounidense no solo heredó la estampa de su papá, sino también el talento que lo llevó a ser uno de los corredores latinoamericanos más grandes de su época y, con 19 años, ya tuvo experiencia en la Fórmula 4, la Fórmula Regional y la Fórmula 3. Para este 2025, firmó su llegada a la Fórmula 2, quedando a un paso de la máxima categoría del automovilismo mundial, un lugar donde hace mucho tiempo no ondea una bandera colombiana.

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El camino de Sebastián Montoya en el automovilismo
Sebastián Montoya nació en Miami en 2005, el mismo año en el que Juan Pablo estaba demostrando toda su valía en McLaren. Creció, se podría decir, con un timón debajo del brazo, y desde muy pequeño demostró tener las mismas pasiones de su papá: los motores, la velocidad y la adrenalina. Fue entonces cuando, con apenas 8 años, empezó a participar en carreras de karting, principalmente en la Rotax Micro Max del tour de invierno de Florida, estando durante 4 años en dicha categoría.
Aun así, para 2017 hizo un cambio drástico de aires y se fue a Europa a competir en el Campeonato Europeo de Karting. En las carreteras del Viejo Continente adquirió una experiencia importante, no solo de su equipo, sino de su propio papá, y en 2018 logró ganar en el circuito de Rok the Río. En el Viejo Continente se mantuvo hasta mediados de 2020, cuando empezó a labrar el camino para poner su nombre en los campeonatos de Fórmula, llegando a Prema Racing para hacer parte de la escuadra de la Fórmula 4.

Desde entonces, el ascenso del piloto colombiano ha sido imparable. Logró el cuarto lugar en la Fórmula 4 italiana, después obtuvo algunas victorias en la Fórmula Regional Asiática y después firmó su ascenso a la Fórmula 3 de la FIA en 2023. Dos años le bastaron para convertirse en una de las grandes promesas del automovilismo colombiano, siendo fichado por el mismísimo Rene Rosin, director de Prema Racing, para estar en el equipo de la Fórmula 2.
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Los retos del hijo de Juan Pablo Montoya en la Fórmula 2
En una rueda de prensa virtual, en la cual estuvo presente Las Dos Orillas, Sebastián Montoya contó las expectativas que tiene sobre su debut en la Fórmula 2 y los retos que representa este ascenso en su carrera. Como si fuese su padre el que estuviese hablando, pues mantiene los mismos ademanes, la joven promesa no ocultó su emoción por estar cada vez más cerca del objetivo de poner su nombre en la Fórmula 1; pero también dejó claro que el camino es largo y sinuoso, como dice el dicho.

“Para mí esto será carrera a carrera. Es una temporada muy larga, comparado con lo que estoy acostumbrado. El año pasado eran 20 carreras, este año son 28. Entonces ya son 14 fines de semana en pistas, algunas nuevas como Bakú, Arabia Saudita, Catar, pistas bastante complicadas. Al final del día, el campeonato de F2, como se vio el año pasado, es un campeonato bastante mixto. Hay muchas cosas que pasan y hay pilotos con mucha experiencia y también los novatos. Hay que enfocarse carrera a carrera”, aseguró.
El hijo de Juan Pablo Montoya reveló que su as bajo la manga serán las sesiones que se tendrán carrera a carrera con el equipo. Por el momento está enfocado en los tests de Barcelona y luego se preocupará por la clasificación de Australia. De ahí en adelante, manejará todo con cautela, preparando los circuitos conforme se vaya desarrollando la temporada. El cambio ha sido drástico, según sus palabras, teniendo un entrenamiento intensivo en el gimnasio y fortaleciendo partes de su cuerpo que son necesarias para controlar los pesados monoplazas.
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El apoyo de su familia y amigos, algo fundamental en su carrera
Los nombres que han hecho parte de la carrera de más de 10 años de Sebastián Montoya son muchos. Su padre, sin duda, es uno de los más importantes, además de su abuelo y otros reconocidos personajes del automovilismo, como Rene Rosin, director de Prema Racing. Las marcas también han sido una pieza fundamental en el desarrollo de su profesión, siendo Claro una de las más importantes con su escudería Telmex Telcel. No cabe duda de que el joven colombiano se sigue ratificando como promesa y tiene todo para ser el mejor; solo hay que esperar si sucede.
“Uno de mis primeros recuerdos de Prema es que hacen unas reuniones a principio de año, donde hacen todas las fotos de equipo, e hicieron una comida, mi mamá estaba conmigo. Y éramos los cuatro de F4, después llegaron los pilotos de Regional, los de F3 y después llegaron los de F2 y todos los mirábamos como leyendas: 'Son los mejores', decíamos. Ahora yo soy uno de ellos”.

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