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Laura Sarabia arrancó su gestión convocando a una reunión amplia con todos los empleados de la Cancillería buscando crear puentes y con la promesa de priorizar los nombramientos de funcionarios de carrera. Igual lo hicieron en su momento Álvaro Leyva y Luis Gilberto Murillo, pero los dos sindicatos son un hueso duro de roer.
En menos de dos semanas a Sarabia le han estallado dos problemas de evergadura que urgen solución pronta. Primero, funcionarios encabezados por la Cónsul en Chile, María Antonia Pardo, alzaron la voz ante los casi 200 cargos diplomáticos que están vacantes en todo el mundo y, ahora, las dos organizaciones de trabajadores más grandes de la entidad decidieron convocar Asamblea Permanente y declararse en plan tortuga en señal de protesta por situaciones que se vienen presentando, según ellos, de tiempo atrás.
Se trata de la Unión de Funcionarios de Carrera Diplomática y Consular (Unidiplo) y del Sindicato de Empleados del Ministerio de Relaciones Exteriores (Semrex) que, a través de un comunicado conjunto, denunciaron las deplorables condiciones laborales a las que están expuestos los funcionarios de carrera diplomática y consular, quienes sufren de una sobrecarga laboral que solo podría solucionarse con una ampliación de la planta de personal de la Cancillería.
De igual manera, aseguran que se han reducido sus ingresos y ven necesario que se ajuste el Decreto 2348 de 2014, el cual estipula su régimen salarial
#ComunicadoUNIDIPLO 🚨#SOSServicioExterior 🚨 🐢‼️@SEMREXComunica pic.twitter.com/W2K3GKGJvA
— UNIDIPLO (@unidiplo) May 26, 2025
Unidiplo, más conocida por haber sido la organización que ha estado detrás de la caída de varios nombramientos diplomáticos en provisionalidad durante este Gobierno, tiene a la cabeza Diego Bautista Bernal, un funcionario de carrera que ha trabajado en el Consulado en Washington y que llegó a liderar el sindicato hace poco como reemplazo de Ana María Moreno Fonseca, quien asumió la dirección de la Academia Diplomática. Por su parte, Semrex, miembro de la CGT, tiene al frente a Francisco Burchardt, un hombre que lleva años enarbolando la lucha sindical desde la Cancillería.
Particularmente desde Unidiplo se ha dicho siempre que Sarabia ha estado siempre abierta a escucharlos y a mejorar las condiciones de los funcionarios, algo en lo que era clave la gestión del ya exviceministro, Daniel Ávila, uno de los diplomáticos más experimentados del país y que inexplicablemente fue removido del cargo. Gracias a su gestión Laura Gil logró ser nombrada segunda en la OEA.
Sin embargo, la situación se les salió de las manos y esto los llevó a convocar el plan tortuga, lo que a la larga significa ralentizar sus labores para meter presión y que sean atendidas sus peticiones, las cuales no son dirigidas únicamente a la Cancillería, sino también al Ministerio de Hacienda, la Función Pública y el Dapre.
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